El coatí como mascota

El coatí como mascota

El coatí es un prociónido, o sea que está emparentado con los mapaches. Tienen ciertas semejanzas físicas y de carácter con los mencionados mapaches, pero su nariz alargada los diferencia notablemente.

Por su carácter arisco al volverse adulto, el plantearse tener el coatí como mascota no es la más sensatas de las ideas. Es cierto que cuando los coatíes son crías tienen un aspecto y comportamiento adorables, pero al madurar sexualmente se convierten en animales bastante peligrosos. Los machos son más agresivos que las hembras, excepto cuando estas están criando a sus cachorros.

Tienen unos colmillos muy desarrollados que no dudan en emplear sin miramientos. Sus uñas también merecen mucho respeto.

Si continúas leyendo este artículo de ExpertoAnimal, podremos informarte sobre los cuidados y peculiaridades del coatí como mascota.

El coatí de nariz blanca

El coatí de nariz blanca, Nasua narica, se distribuye desde el estado norteamericano de Arizona hasta Ecuador, poblando Centroamérica. Es un animal omnívoro que se alimenta de roedores y pequeños vertebrados, no desdeñando la carroña, la fruta, pájaros, bayas, huevos e insectos.

Los machos adultos son solitarios. Las hembras y machos inmaduros viven en grupos de 5 a 20 ejemplares, siendo expulsados de la comunidad los machos al alcanzar la madurez sexual; circunstancia que ocurre a los dos años de vida.

Es muy buen trepador, refugiándose durante la noche en árboles específicos para cada grupo. Sus hábitos de caza son diurnos, pero pueden cambiarlos si son perseguidos por los seres humanos, o bien se dedican a realizar incursiones en asentamientos o poblaciones y revolver entre la basura.

Imagen de skyscrapercity.com:

Morfología del coatí

El tamaño del coatí es semejante al de un gato doméstico de tamaño mediano-grande. Los machos adultos puede alcanzar casi los 70 cm de largo desde la punta de su hocico hasta la base de la cola. La cola puede medir lo mismo que la totalidad del cuerpo. Las hembras son más pequeñas. El peso oscila entre los 3 y 7 kg.

Los coatíes tienen un pelo corto, recio y denso. Los colores cubren una amplia gama: pardos, marrones, grises, rojizos, y negros. Los coatíes no están en peligro de extinción.

El coatí de cola anillada

El coatí de cola anillada, Nasua nasua, es otra especie de coatí algo más grande que el anterior. Los machos pueden llegar a los 80 cm más la cola, y pesar hasta 8 kg. Las hembras miden y pesan la mitad que los machos.

Tiene el pelo algo más corto porque habitan zonas más cálidas. Viven desde el norte del continente sudamericano hasta el norte de Argentina. Se distingue del coatí de nariz blanca por su cola que luce unos anillos oscuros y porque consta de 13 subespecies. Son animales cuyo hábitat son las selvas tropicales y subtropicales.

Su alimentación es omnívora, similar al coatí de nariz blanca. Los machos solitarios practican el canibalismo con cachorros de su misma especie. Son animales muy inteligentes. Su longevidad es de 15 años.

La mascota coatí

El coatí está prohibido como mascota en España por el Real Decreto 1628/2011. No es así en los países iberoamericanos.

Son innumerables los casos de incidentes, mordeduras graves, destrozos de mobiliarios, y huida de la mascota entre las personas que han pretendido tener coatíes como mascotas. Lo cual no es óbice para que a alguien la adopción de un coatí le haya salido bien y sea muy satisfactoria porque el animal haya salido manso.

Hay personas que se dedican a la cría de coatíes, pero de forma semi-profesional, ya que no han logrado aún un standart aceptable.

Coatí cautivo

Todos los artículos en la red que hablan del coatí como mascota inciden en unos tipos de jaula muy grandes (3x3x3 metros o más grandes). O sea, que proponen tener al pobre animal enjaulado, cautivo. Aunque en determinadas circunstancias se le puede pasear con correa. También señalan la necesidad de llevar guantes gruesos para evitar mordeduras durante su manipulación, ya que se mueven con extrema rapidez.

¿Tendríais a un perro o un gato enjaulado como animal de compañía? ¿Qué placer se puede extraer de esta triste y miserable visión?

Pero es que no hay alternativa, un coatí no puede soltarse por la casa, a menos que pretendáis que el seguro pague los destrozos por fingir haber sufrido un ciclón en el interior de vuestro hogar. Si lo tenéis suelto en un jardín lo más probable es que se escape. No quiero ni imaginarme a un niño intentando acariciar a un coatí adulto.

El estrés en el coatí

Es muy habitual que los coatíes recluidos como mascotas tengan muchos problemas de caída de pelo. Se les puede pelar la cola o por diversas zonas del cuerpo pueden sufrir calvas. Normalmente se debe al estrés de la cautividad, deficiencias alimentarias o ambas cosas a la vez. Es conveniente que el veterinario trate al coatí enfermo. Él debe informaros del tipo de alimento idóneo para vuestro coatí.

Coatí invitado, la mejor solución

Yo considero que la única forma razonable de convivir con un coatí es la siguiente:

Los coatíes son muy inteligentes y curiosos. Sabemos que no temen las incursiones en zonas pobladas para buscar alimentos. Si residimos en alguna zona donde hayan coatíes, podemos dejar alimento a su alcance.

Como el coatí es básicamente diurno, es muy probable que lo veamos en alguna ocasión rondando por nuestro jardín. Aprovechemos la ocasión para lanzarle alguna golosina que lo atraiga y haga que paulatinamente confíe en nosotros.

Si nos convertimos en una fuente de fácil y sabroso alimento el coatí se instalará cerca de nosotros y no temerá con el tiempo nuestra compañía. Sin embargo, olvidémonos de rascarle la barriga o acariciarle el lomo. Continuará siendo un animal salvaje al que invitaremos a visitarnos asiduamente.

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