El degú como mascota

El degú como mascota

Si estás pensando en tener un degú como mascota, debes saber que puedes adoptarlos fácilmente en centros que rescaten animales exóticos o en protectoras de animales especializadas en roedores. Así mismo, deberás encontrar un buen veterinario especializado en la salud y comportamiento de estos animales, pues no son muy comunes en nuestros hogares.

En este artículo de ExpertoAnimal te mostramos qué debes saber antes de tener un degú como mascota, para que la llegada del nuevo miembro a la familia sea lo más fácil posible.

Características físicas del degú

El degú (Octodon degus) es un roedor de tamaño pequeño, algo menor que una rata doméstica (Rattus norvegicus), aunque con una longevidad superior a ellas, de unos 10 años. Son de color marrón, con el vientre algo más claro, tienen una cola larga y escamosa terminada en un penacho de pelos. Hacia el final de la primavera suelen mudar el pelaje.

Sus ojos son pequeños y negros. Las orejas son grandes y se ensucian fácilmente, suelen tener comportamientos de acicalamiento entre los distintos miembros de una familia para mantenerlas limpias, ya que individualmente no pueden. Tienen los dientes de un color naranja muy brillante, si la coloración cambia puede ser señal de mala salud. Tienen largos bigotes que les sirven para orientarse.

Tanto sus patas delanteras como traseras poseen cinco dedos, un siempre más corto, que les ayuda a sujetar pequeños objetos. En las plantas poseen unas protuberancias que también les facilita agarrar el alimento.

Origen del degú

El degú es originario de Chile. Habitan las laderas de los Andes, desde las zonas más bajas hasta una gran altitud. Viven en pequeños grupos familiares, ya que son animales muy sociables. Conviven todos juntos en un conjunto de túneles que construyen bajo tierra. Para alimentarse salen al exterior, su alimento favorito son las hierbas verdes, cortezas de plantas, frutos y semillas. A diferencia de la mayoría de roedores, el degú es un animal diurno, por lo que sus momentos de actividad serán durante el día.

Carácter y comportamiento del degú doméstico

Los degús son animales extremadamente sociables y juguetones, por lo que son ideales como mascotas, pero es muy importante no tener un único degú, pues acabaría deprimiéndose y mostrando conductas agresivas hacia el ser humano. Además son menos longevos porque acaban desarrollando conductas deletéreas (agresividad autodirigida) y problemas de salud.

Tienen comunicación oral y corporal. Existe una serie de comportamientos que podemos observar en nuestros degús, es necesario conocerlos para saber qué es normal y qué no lo es:

  • Pelo erizado: es una señal de alerta, aparece cuando algo los ha asustado, es habitual durante los primeros días de un degú nuevo en nuestro hogar.
  • Protegerse tras su cola: esta posición en una señal de sumisión o comportamiento defensivo.
  • Correr, saltar o revolcarse: son comportamientos de juego y es sano y natural que los realicen.
  • Dormir apelotonados: si tienes varios degús, es normal que duerman todos juntos, unos encima de otros.
  • Empujarse: ocasionalmente podrás observar que dos de tus degús comienza a empujarse mientras están en posición vertical. Significa que tus degús están discutiendo, es normal, forma parte de su etología y no debes interceder.
  • Chasqueo de dientes: cuando un degú hace esto, está mostrando una conducta agresiva, debido a que algo le ha molestado.
  • Cocleo: es un sonido característico realizan las madres a sus hijos y sirve para llamarlos.
  • Gruñidos: el degú está enfadado.
  • Chillidos: los gritos agudos de corta duración es una forma de comunicación entre degús.

Alimentación de un degú doméstico

Debemos alimentar a nuestros degús con un pienso específico para su especie pero, si no lo encontramos, podemos darles pienso para conejo o chinchilla. En estado salvaje, el degú se alimenta de hierbas, flores, granos y vegetales. Por tanto la dieta debe ser complementada con verduras, hierbas y flores como hojas de zanahoria, de nabo y remolacha, acelgas, escarola, apio, lechuga, espinacas, trébol, césped, diente de león y verduras silvestres. La col y los tubérculos son tóxicos para los degús. Para aumentar la ingesta de hierbas podemos ofrecerles heno.

Como golosinas podemos darle frutos secos, sólo esporádicamente. Jamás le daremos azúcar a un degú, pues tienen tendencia a la diabetes. Debes tener cuidado con no sobrealimentar a tus degús, si comienzan a esconder comida es muy probable que esto esté sucediendo. Es sano y normal que coman sus propias heces (coprofagia), les ayuda a absorber vitaminas del grupo B y K.

Necesidades del degú doméstico

Quizá una de las necesidades más importante para los degús son los baños de arena. Nunca debemos mojar o enjabonar a nuestro degús, dañaríamos su pelo y su piel. Es recomendable que los baños de arena formen parte de la rutina diaria que tengas con estas mascotas. Ofrecerles un cuenco con arena durante treinta minutos al día sería lo ideal para ellos.

Con respecto al habitáculo, es mejor una jaula a una urna, ya que se airea mejor el recinto y pueden usar los barrotes para trepar y jugar. Si tiene varios niveles tus degús disfrutarán más aún, pero el suelo no debe tener rejillas, ya que sus patas podrían dañarse. El sustrato a utilizar debe ser uno específico para roedores de buena calidad, nunca arena para gatos, pues podrían desarrollar afecciones respiratorias y, además, los degús son propensos a este tipo de patologías.

El enriquecimiento ambiental es de suma importancia, los degús son animales muy activos e inteligentes, por lo que necesitarán retos diarios. Una rueda, túneles y un nido deben estar presentes en la jaula, siempre podemos construirlos nosotros mismos, con pequeñas cajas de cartón, rollos de cocina, etc.

En relación al manejo del degú, lo primero que debemos saber es que no podemos cogerlo por la cola, pues podría desprenderse del cuerpo. Ésta es una estrategia que tienen los degús salvajes para librarse de un depredador. La cola nunca volverá a crecer, el degú la mordisqueará para cortar la hemorragia pero, a pesar de esto, debemos llevarlo al veterinario.

Como con cualquier animal, nunca debemos tocarle si no quiere, por respeto y porque podría volverse agresivo. En lugar de esto, debemos positivar nuestras interacciones con ellos, dando premios y jamás acosándolos.

El degú podría ser la mascota perfecta, pero como todas, necesita cuidados y trato específico.

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Bibliografía
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