El hueso de jibia y sus propiedades

El hueso de jibia y sus propiedades

El esqueleto de jibia, hueso de jibia, o barca de sepia, es una materia compuesta de calcio y sales minerales que se constituye en una pieza compacta y única que conforma el esqueleto de la jibia o sepia.

En algunos lugares se le llama barca de sepia, porque tiene una estilizada y elegante forma que recuerda una embarcación de depurado diseño. Solamente las sepias gozan de este gran esqueleto, los calamares tienen un esqueleto muy distinto que semeja un cartílago largo y muy estrecho llamado pluma de calamar.

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La composición del hueso de jibia

Al margen de la enorme cantidad de carbonato cálcico, los esqueletos de sepia están compuestos por diversos oligoelementos esenciales en mayor o menor porcentaje. También contiene fosfato de calcio.

Sales de sodio, magnesio, fósforo y otras sales minerales entran en la composición del hueso de jibia, componiendo un extenso abanico de oligoelementos esenciales.

El hueso de jibia, perfecto para las aves

El esqueleto de la jibia es un elemento que encontraremos muchas veces en el interior de muchas jaulas de pájaros.

La razón por la cual los aficionados a los pájaros disponen de un hueso de sepia en el interior de la jaula de sus pájaros, se debe a la gran cantidad de carbonato cálcico natural con la cual se forma el esqueleto de jibia. Este gran aporte de calcio complementa la alimentación de los pájaros que es deficitaria en calcio.

Gracias al aporte de calcio natural muy absorbible por el organismo de los pájaros, sus huesos se fortifican y regeneran. Los pájaros que picotean el esqueleto de sepia, ponen sus huevos con más frecuencia y calidad que los pájaros que carecen del gran aporte de calcio natural que proporciona el hueso de jibia.

Los pájaros también usan el esqueleto de sepia para afilarse y desgastarse el pico a la vez. Impidiendo que el pico les crezca en exceso.

Además, la riqueza en oligoelementos logra que a los pájaros al mudar el plumaje, tengan sus nuevas plumas más sanas, fuertes y bellas. Con los colores más vivos e intensos.

El hueso de jibia, muy importante para las tortugas

El hueso de jibia es un magnífico complemento alimenticio para las tortugas. Sobre todo cuando se hallan en periodo de crecimiento. La composición del caparazón y de los huesos de la tortuga exige un suficiente aporte de calcio que el hueso de sepia puede proporcionar.

Al igual que a los pájaros, a las tortugas el hueso de jibia les permite afilarse y controlar a su vez el crecimiento del pico.

La forma natural que tienen las tortugas para absorber calcio, es mediante el consumo del caparazón de los caracoles que encuentra. Las sales minerales que le proporciona el hueso de sepia a las tortugas también les va muy bien al organismo de los quelonios.

El esqueleto de sepia puede colocarse en el interior del terrario para que la tortuga lo picotee. A las tortugas que no vivan en terrarios, se les puede rallar con un rallador el hueso de sepia sobre su alimento habitual.

¿Dónde comprar un hueso de jibia?

El hueso de sepia, ya esterilizado, lo podrás hallar en las tiendas de alimentación animal de cualquier localidad. Es un producto muy económico y más recomendable que las habituales piezas de plástico por su origen natural.

Además, si tienes la fortuna de vivir cerca del litoral marino, paseando por la playa encontrarás esqueletos de sepia. Si no vives cerca del mar, podrás encontrar sin ninguna dificultad huesos de sepia en las pescaderías.

Si uno es educado al pedirlo, y además compra alguna pequeña cantidad de pescado económico (sardinas, jurel, etc.), la pescadera te regalará casi con total seguridad el hueso de sepia. Lo que no se puede pretender es que la pescadera interrumpa su actividad comercial para rebuscar un hueso de jibia y regalártelo por la cara sin que seas cliente. Obviamente, si compras la sepia te dará sin problemas su esqueleto.

Cómo preparar y tratar el hueso de jibia

Los huesos de jibia deben hervirse durante unos 10 - 15 minutos para eliminar su olor a pescado y esterilizarlos. Luego se deben dejar secar al sol.

No conviene acumular en exceso los huesos de sepia. En primer lugar porque su desgaste por parte de tortugas o pájaros es lento. En segundo lugar, y muy importante, porque el hueso de sepia es hidrófilo (atrae y absorbe la humedad del aire). Esto puede provocar la aparición de hongos y bacterias en el hueso de jibia y producir mal olor. Por este mismo motivo es conveniente cambiar con frecuencia el hueso de jibia en los terrarios de tortugas acuáticas, y no esperar a su desgaste total.

Lo mejor es conservarlos en tarros al vacío de los que sirven para conservar galletas.

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