El síndrome del gato paracaidista

El síndrome del gato paracaidista

Siempre hemos visto a los gatos como grandes equilibristas, ágiles, rápidos y muy astutos, tanto que decimos que tienen 7 vidas. Pero el hecho es, que no siempre les salen bien sus estrategias, tienen errores de cálculo, impulsos difíciles de controlar, entre otros factores y a veces la huida, la persecución o el juego salen mal y acaban en accidente.

¿Sabías que existe un síndrome en los felinos conocido como el síndrome del gato paracaidista? A priori puede sonarnos gracioso, pero es un problema que debe preocupar a los que tengan un felino doméstico en sus vidas, sobre todo si viven en edificios altos, precisamente por estos errores naturales que pueden cometer.

Sigue leyendo este nuevo artículo de ExpertoAnimal para descubrir de qué trata el síndrome del gato paracaidista y cómo actuar en caso de que se produzca.

Qué es el síndrome del gato paracaidista

Este síndrome, también conocido bajo el nombre del síndrome del gato volador, trata del accidente doméstico que más comúnmente sufren los gatos y es que las caídas desde grandes alturas suceden mucho más de lo que podamos pensar.

Puede que nuestro gato persiga a otro, a un insecto o a un pájaro y decida saltar confiado por la ventana para ir tras su objetivo y en ese momento nuestro gato está actuando de la forma conocida como el síndrome del gato volador o paracaidista.

Muchas veces vemos como caen con gracia, como si no les costara el mínimo esfuerzo, debido a que es una altura baja, o bien, en casos de más altura nos dejan más boquiabiertos todavía cuando realizan un giro en el aire que les permite caer de forma adecuada para amortiguar la caída y salir corriendo. Es precisamente en una altura intermedia, es decir una altura demasiado alta para caer suavemente con un salto simple y demasiado baja para poder realizar el giro y caer con las patas por delante, o bien cuando se trata de una altura extremadamente alta y por mucho que puedan colocarse bien el impacto es demasiado fuerte, cuando está el peligro para nuestro gato.

Este síndrome se produce cuando el felino ejecuta decidido, pero de forma que ignora el conjunto de variables reales, un salto desde una altura inadecuada para poder realizarlo correctamente y el resultado varía según esa altura y el estado físico previo del animal.

¿Hay gatos más propensos que otros?

Un factor que se sabe con certeza que no afecta a la propensión en este caso, es el factor del género sexual del gato. En cambio, sí afectará el hecho de que esté esterilizado o no, pues en caso de no estarlo, es muy común que les cueste controlar el impulso sexual que siempre les lleva a escaparse de casa y una opción siempre es la ventana o el balcón.

Otro factor es la edad, pues cuanto más joven más curiosidad e inexperiencia tiene el gato. Además, en plena adolescencia es cuando el impulso sexual que mencionábamos anteriormente es más elevado.

En el caso de los gatitos de pocos meses también existe una propensión clara, pues la inexperiencia es muy elevada ya que todavía están aprendiendo y conociendo el mundo. Una parte del proceso del aprendizaje de un gatito es aprender a medir las distancias, de ahí los vídeos graciosos que circulan por Internet de pequeños felinos torpes que se caen intentando llegar a lugares que resultan estar más lejos de lo que les parecía. Precisamente, como no son conscientes de la distancia que hay desde su ventana o su balcón hasta el suelo o la superficie más cercana, confiados saltan y caen mal.

Además, es posible que un gatito que no tiene un proceso de aprendizaje normal no llegue a aprender muchas cosas de ser un gato y en estos casos, aunque el gato sea ya mayor, nunca actuará de forma del todo gatuna y si una de las cosas afectadas en su aprendizaje fueron las distancias, este gato tendrá más posibilidades de caerse desde su balcón o ventana.

Lo bueno de todo esto, es que existen diversas formas de prevención para que esto suceda independientemente de cómo sea nuestro gato. Más adelante en este artículo comentaremos las formas de prevención más eficaces.

Cómo actuar y primeros auxilios

En cuanto detectemos que un gato ha tenido una caída aparatosa debemos acercarnos a evaluar los posibles daños. Es vital que si el animal no se levanta por sí solo no lo cojamos ni movamos de buenas a primeras, si no que deberemos llamar a urgencias veterinarias para que nos indiquen lo mejor posible, según el estado del animal, cómo manejarlo para poder transportarlo o cuál será la mejor opción.

Si la caída ha sido desde una altura intermedia, es bastante probable que no se aprecien heridas externas e incluso que el peludo se levante solo. Aun así, lo más recomendable siempre será acudir de inmediato al veterinario, pues es muy fácil que haya heridas internas y estas pueden ir de leves a muy graves. Puede que sólo observemos una ligera cojera, pero deberemos cogerlo y llevarlo a una revisión completa ya que puede tratarse de una pata rota o incluso haber heridas internas que deben tratarse de inmediato.

En el caso de que en la caída se hayan producido heridas externas, dependerá de la gravedad de estas y del estado general del gato que sea conveniente o no que hagamos algo nosotros. Debemos pensar que en las caídas de gatos con síndrome de paracaidista las heridas por excelencia son las internas, sobre todo la rotura de paladar y de las patas delanteras, seguidamente de roturas en tórax y abdomen.

Otro resultado en estos casos es la muerte, que suele producirse cuando la caída es desde una altura de pisos demasiado elevada, ya sea instantánea o bien al cabo de poco tiempo debido a las heridas internas.

Debido a la variedad de posibles resultados, los primeros auxilios que nosotros mismos podemos ofrecer son muy limitados, siendo los más relevantes la observación inmediata, la llamada a urgencias y seguir sus pasos, y llevar al gato herido o aparentemente ileso al veterinario más cercano.

La vida de nuestro fiel amigo gatuno, en muchos casos, dependerá de que seamos capaces de hacer estos simples pasos con la mayor presteza posible.

Prevención eficiente

Como hemos comentado anteriormente, existen muchas formas de evitar estos accidentes. Por ejemplo, empezando por esterilizar a nuestro gato o gata y así rebajando mucho la probabilidad de que sienta la necesidad de escaparse de casa.

Otra forma muy lógica y sencilla es evitar el acceso a ventanas y balcones, pero si no se puede o quiere, por lo menos se puede evitar la salida por estas partes de la casa. Deberemos colocar correctamente rejillas o mosquiteras y así nuestros gatos no podrán salir por ahí, pero podrán mirar y curiosear como tanto les gusta.

Otra idea es asegurarse de enriquecer suficientemente su entorno dentro de casa para que no busque irse fuer a por comida o diversión. Podemos proporcionarle juegos interactivos para gatos, búsqueda de comida por varios puntos de la casa, a ser posible que haya más de un gato para que siempre se sientan acompañados, rascadores a distintos niveles y con juguetes varios, circuitos, estanterías, etc.

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