Embarazo psicológico en gatas - Síntomas, causas y tratamiento

El embarazo psicológico o, más correctamente, la pseudogestación, pseudopreñez o falsa gestación, es la sintomatología, física y psicológica, y el comportamiento maternal que pueden experimentar algunas gatas tras una monta u ovulación sin fecundación, aunque realmente no estén gestando ni amamantando.

Por eso los signos clínicos pueden incluir la producción de leche para alimentar a unas crías que, en este caso, no existen. Se postula que este trastorno podría ser un mecanismo para que hembras sin crías ayudasen a sacar adelante a los cachorros de otras.

Las causas de la pseudogestación son hormonales, pues las hormonas son las que están detrás de los cambios que llevan a que el organismo actúe como si verdaderamente se hubiese producido una fecundación. Es un proceso complejo y, para entenderlo, hay que tener presente cómo es el ciclo reproductivo de las gatas.

Estas son poliéstricas estacionales, lo que quiere decir que, siempre que se den las condiciones adecuadas, van a entrar en celo repetidamente. Pero la presencia de celo no quiere decir que ovulen, ya que las gatas tienen lo que se conoce como ovulación inducida. Habitualmente esta se desencadena en la cópula, aunque también puede haber ovulación tras la estimulación táctil de la zona lumbar.

Así, después de una monta puede producirse la gestación o, si no hay fecundación o se trata de una ovulación sin cópula, la pseudogestación, que es una fase lútea o diestro, solo presente cuando ha habido ovulación, que es raro que en la gata produzca sintomatología. En esta fase se forman y persisten los cuerpos lúteos, responsables de segregar la hormona progesterona.

En otras palabras, la ovulación sin gestación desencadena unos mecanismos hormonales que llevan al organismo de la gata a creer que debe mantener una gestación, que, en realidad, no existe. Por eso tampoco vuelve a entrar en celo hasta unos 45 días después. La mayoría de las gatas no manifiestan ninguna sintomatología durante este periodo y solo algunas desarrollarán los síntomas que explicamos en el siguiente apartado.

Normalmente, la sintomatología de la pseudogestación remite de forma espontánea, pero si se acumula leche en las mamas, puede originarse una mastitis, que es una inflamación que en ocasiones se complica con una infección bacteriana que necesita tratamiento veterinario.

Por otra parte, hay que saber que puede haber una relación entre la psedogestación y el riesgo de aparición de tumores de mama en gatas, ya que parece que la repetición de esta alteración incrementa la formación de lesiones prenoplásicas. Por eso, para minimizar las potenciales complicaciones está recomendada la castración antes del primer periodo de celo.

En primer lugar, debemos acudir al veterinario para confirmar el diagnóstico, al que se llegará tras examinar a la gata, la sintomatología y la historia clínica. El tratamiento va a depender de la intensidad del cuadro. En los casos leves el proceso será autolimitante, resolviéndose por sí mismo, y no habrá que hacer nada más que cuidar a la gata, procurándole todas las atenciones que demande, favoreciendo el ejercicio físico y conservando la paciencia, ya que hay que saber que este proceso puede prolongarse por una media de 45 días.

En ocasiones el veterinario puede decidir reducir la administración de sólidos y de líquidos durante 24-48 horas para acelerar la recuperación. En todo momento hay que vigilar a la gata para controlar complicaciones, ya que, como hemos comentado, si produce leche, podría originarse una mastitis.

Si la sintomatología es muy intensa, el profesional pautará fármacos, como medicamentos para cortar la leche. Por nuestra parte, nunca hay que estimular las mamas ni permitir que lo haga la propia gata, ya que así solo conseguiríamos que produjese más leche. Tampoco conviene recurrir a vendajes ni a ningún otro remedio casero, ya que podríamos agravar la situación. Por último, lo mejor para evitar las pseudogestaciones, así como tumores de mamas o piometra es castrar a la gata.

Esta situación podría darse si la gata se castra al poco de producirse la segregación de hormonas tras una monta u ovulación, ya que estas podrían permanecer en la sangre durante un tiempo y originar la sintomatología de pseudogestación en la gata. Por lo tanto, en los demás casos, las gatas castradas, que son aquellas a las que se les han retirado los ovarios y el útero, no podrán experimentar este trastorno.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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