Embarazo psicológico en perras - Síntomas y tratamiento

Para comprender realmente qué es la pseudogestación debemos hablar del celo en las perras y del ciclo estral. Una vez llegada a la madurez sexual, sobre los 6-9 meses de vida, la perra experimenta el primer celo, que se repite cada cierto tiempo, volviéndose más regular con el paso de los años. Destacan las siguientes fases:

1. Proestro (de 3 a 17 días): en esta etapa la perra empieza a atraer a los machos, sin embargo, no está receptiva para la monta y no es fértil.
2. Estro (de 3 a 17 días): ahora la perra sí está receptiva para la monta. Al principio de esta fase se producen los días más fértiles de la perra. Puede quedarse preñada.
3. Diestro (de 60 a 100 días): en esta etapa la perra vuelve a rechazar la monta. Si se ha producido la fecundación, la hembra experimentará la gestación.
4. Anestro (130 días): período de inactividad sexual en el que el cuerpo de la perra «descansa».

El diestro es una etapa de predominio de la hormona progesterona, independientemente de si se ha producido o no una gestación. Pero esta hormona puede disminuir gradualmente si no ha habido fecundación o de forma brusca cuando esta se ha producido, caso en el que también se estimula la secreción de otra hormona, la prolactina, vinculada al desarrollo de las mamas y a la producción de leche. En las perras con pseudogestación, no existe realmente gestación, pero el nivel de progesterona desciende rápidamente, lo que explica los signos clínicos que se presentan aproximadamente a los 60 días del estro, ya que la perra cree que ha tenido cachorros y puede robar objetos inanimados y criarlos.

¿Por qué se da el embarazo psicológico en perras?

La pseudogestación es un proceso totalmente fisiológico y forma parte del ciclo normal de la perra. Sin embargo, cuando no se resuelve por sí mismo, aparecen problemas de salud y de comportamiento y es cuando debe tratarse de la mano de un veterinario para garantizar el bienestar de la perra.

Se estima que la pseudogestación en perros tiene una duración aproximada de entre 1 y 3 semanas, sin embargo, debemos saber que una perra que es sensible a estos cambios es muy probable que experimente un embarazo psicológico en todos los celos. En cualquier caso, algunos problemas de salud que aparecen durante la pseudogestación pueden mantenerse incluso pasadas las tres semanas.

Ante la sospecha de un embarazo psicológico en la perra, lo más aconsejable será acudir al veterinario, pues solo el especialista puede emitir un diagnóstico certero. El profesional deberá descartar la posibilidad de que se haya producido un embarazo verdadero mediante la palpación abdominal y la ecografía o la radiografía. Si se trata de una camada indeseada, podrá explicarnos cómo interrumpir el embarazo de una perrita de forma segura.

Descartada la preñez, el veterinario analizará la sintomatología que presenta la perra y nos prescribirá el tratamiento que considere oportuno tanto para la sintomatología física como para los problemas comportamentales que están provocados por los cambios hormonales. Se tendrá especialmente en cuenta el historial clínico.

De forma general, el embarazo psicológico remite a las tres semanas, por lo que, si la perra no presenta problemas físicos o de conducta, no será necesario aplicar ningún tratamiento farmacológico.

No obstante, debemos saber que el lamido de las mamas provoca una importante estimulación para la producción de leche, por lo que puede ser interesante realizar unas friegas rápidas con alcohol alcanforado. Su sabor le disgustará y además prevendrá una posible infección. Eso sí, evita excederte en las friegas, pues una manipulación desmesurada también estimulará la producción, algo que debemos evitar. En los casos más graves podrá ser necesario colocar un collar isabelino, lo que aumentará sus niveles de estrés y ayudará a cortar la leche. También será de vital importancia retirar el juguete, trapo u objeto inanimado que la perra esté «criando», ya que aumenta la conducta maternal.

Por otro lado, aumentaremos en la medida de lo posible el ejercicio físico o realizaremos sesiones de entrenamiento para mantener su mente activa y distraída. Es probable que se muestre reacia a ello, por lo que es aconsejable que la animemos con la voz y con premios sabrosos. En cuanto a las conductas relacionadas con el estrés, la ansiedad y la demanda de atención, deben ser por completo ignoradas y sustituidas por peticiones de obediencia, que después reforzaremos.

En los casos más graves el veterinario podrá prescribir antiprolactínicos y/o ansiolíticos, siempre teniendo en cuenta el peso, la edad y el estado de la perra. Por su parte, la aparición de mastitis canina, la inflamación/infección de las mamas, deberá tratarse con antibióticos y antiinflamatorios. Recuerda que en ningún caso debes utilizar un fármaco que no esté expresamente recetado por el veterinario.

Es muy común encontrar remedios caseros que aseguran solucionar este problema, sin embargo, es importante resaltar que ningún truco va a poder resolver la pseudogestación, dado que hablamos de un problema de salud provocado por un desequilibrio hormonal. Por ello no es aconsejable utilizar tratamiento casero para el embarazo psicológico en perras, pues podríamos empeorar el estado de salud de la perra sin quererlo.

Como has visto, la pseudogestación puede provocar la aparición de problemas de graves, tales como la mastitis, el estrés y la ansiedad, entre otros, además de depresión o cambios de comportamiento. Sabiendo que 5 de cada 10 perras van a padecer embarazos psicológicos a lo largo de su vida, se aconseja siempre la castración, una opción segura que evita por completo la pseudogestación y ayuda a prevenir otros problemas de salud, como los tumores de mama o la piometra canina, una patología especialmente grave.

Si quieres saber más sobre el embarazo psicológico en perros, no te pierdas este vídeo completo de la veterinaria Susana González de la clínica San José Veterinaris en nuestro canal de YoTube:

La pseudogestación es un trastorno que se produce por un desajuste hormonal en las perras, por lo que no es una alteración que podamos diagnosticar en un perro macho. Esto no quiere decir que ellos no puedan sufrir problemas de comportamiento o de salud vinculados a sus órganos o ciclo reproductivo, que también requieran la atención del veterinario o hagan recomendable la castración.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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