Enfermedad de Newcastle - Síntomas y tratamiento

Enfermedad de Newcastle - Síntomas y tratamiento

La enfermedad de Newcastle es una patología que suele afectar a las aves de corral. Se trata de una dolencia vírica extendida a nivel mundial. Afecta principalmente al sistema respiratorio, pero hay otros síntomas como la diarrea o los problemas neurológicos. Su gravedad depende de la virulencia del virus y del estado del ave enferma.

En este artículo de ExpertoAnimal hablaremos en detalle de la enfermedad de Newcastle, repasando los síntomas de esta patología, su tratamiento o el posible contagio que puede producirse y, sobre todo, cómo podemos prevenirla.

¿Qué es la enfermedad de Newcastle?

La enfermedad de Newcastle es una patología vírica altamente contagiosa que afecta al sistema respiratorio de las gallinas, que son las más susceptibles, y a otras aves tanto domésticas como silvestres. Se considera que la incidencia es mayor en las aves de corral, que, al vivir en colectividades, van a poder infectarse más rápidamente.

Es uno de los trastornos de declaración obligatoria en la Unión Europea, al menos las cepas más virulentas, lo que quiere decir que, si se detecta algún caso, el veterinario tiene que notificarlo a las autoridades. El virus de la enfermedad de Newcastle es un paramixovirus que puede llegar a causar la muerte del ave, ya que algunas cepas son muy virulentas. De hecho, en aquellas que no están vacunadas la mortalidad es muy elevada.

Está distribuida a nivel mundial y afecta a las aves de cualquier edad en cualquier momento del año. Es capaz de sobrevivir por largo tiempo en el ambiente, sobre todo en las heces. El contagio se produce por contacto con ellas y otras secreciones de aves enfermas, además de cualquier utensilio, alimento o líquido que se encuentre contaminado. El virus se elimina en el período de incubación, durante la enfermedad y durante un período variable de la convalecencia.

Síntomas de la enfermedad de Newcastle

Según la virulencia de la cepa podemos encontrar síntomas diferentes. Así, las más virulentas, también llamadas velogénicas, van a provocar sintomatología respiratoria y nerviosa, son las que más muertes provocan. Algunas de las señales más frecuentes son:

  • Depresión
  • Temblores
  • Pérdida de apetito
  • Letargo
  • Parálisis en alas y patas
  • Cuello torcido
  • Movimientos en círculo

El cuadro típico de la forma más virulenta son signos respiratorios, depresión, diarrea verdosa y acuosa e hinchazón de la cabeza y el cuello. Los síntomas nerviosos con diarrea son más comunes en la enfermedad de Newcastle en palomas. El resto de cepas, mesogénicas y lentagénicas, producen signos clínicos leves como tos, estornudos, problemas respiratorios o jadeos y originan una menor mortalidad. Otro síntoma es la disminución en la puesta de huevos, de ser el caso, y modificaciones en las cáscaras. El virus también se localiza en los huevos.

En la gravedad también van a influir las condiciones del ave como su edad o estado inmunitario y puede haber complicaciones bacterianas asociadas. Las jóvenes son más susceptibles. Algunas aves afectadas pueden permanecer asintomáticas y solo podríamos notar la disminución en la puesta de huevos.

La enfermedad de Newcastle en patos suele presentarse de esta manera, aunque se han identificado síntomas como diarrea, signos neurológicos, anorexia y muerte súbita. Esta situación también puede darse en la enfermedad de Newcastle en canarios y otras paseriformes, aunque algunas de estas especies sí desarrollan síntomas de gravedad. Destaca la enfermedad de Newcastle en loros porque pueden ser portadores. De ahí la importancia de controlar su procedencia.

Enfermedad de Newcastle: tratamiento

La enfermedad de Newcastle puede diagnosticarse con un kit rápido tipo test que realice el veterinario. Es importante asegurar el diagnóstico porque la sintomatología puede confundirse con la de otras patologías como la gripe aviar. Los animales con enfermedad de Newcastle deben ser aislados.

No existe tratamiento contra ella, pero sí protocolos de vacunación para prevenir su aparición, aunque puede seguir produciéndose la eliminación del virus. Estas vacunas para pollos, palomas y pavos resultan eficaces cuando las cepas no son excesivamente virulentas. Pueden administrarse en pulverización o en el agua de la bebida.

Si tenemos aves y queremos aumentar la familia debemos asegurarnos de que las nuevas están vacunadas. Los protocolos de vacunación deben estar desarrollados por profesionales y adaptados a cada caso, ya que se corre el riesgo de contribuir a la difusión de la enfermedad.

¿La enfermedad de Newcastle se contagia a humanos?

La enfermedad de Newcastle es una patología zoonótica, lo que quiere decir que sí puede llegar a transmitirse a los seres humanos, en los que causa síntomas leves de gripe y conjuntivitis, por lo que no supone un grave riesgo para la salud. Se ven afectados, sobre todo, los profesionales que tienen contacto con las vacunas y están expuestos de manera habitual a grandes cantidades del virus. Los cuidadores de las aves no parecen verse afectados.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Miller, Patti J. Newcastle Disease in Poultry en Merck Veterinary Manual.