Enfermedades de los ojos en perros

Las enfermedades oculares en perros más frecuentes son las siguientes:

• Prolapso de la glándula lacrimal del tercer párpado
• Conjuntivitis
• Queratoconjuntivitis seca
• Epífora
• Úlceras corneales
• Cataratas
• Uveítis anterior
• Glaucoma
• Queratitis
• Tumores palpebrales

A continuación, hablaremos en detalle sobre cada una de estas afecciones oculares, explicando sus síntomas principales y tratamientos.

Comenzamos este repaso por las enfermedades de los ojos en perros por un trastorno frecuente, conocido como ojo de cereza, que no es más que la exposición de la glándula lacrimal que se localiza en el tercer párpado. Esta glándula fuera de su lugar irrita la superficie ocular, pudiendo ser causa de conjuntivitis. Este problema es defecto congénito en razas como el cocker o el beagle.

El tratamiento debe ser quirúrgico. Como esta glándula produce buena parte de las lágrimas, si se extirpa podemos tener problemas de sequedad ocular, por eso es más recomendable recolocarla, aunque debemos saber que, con el tiempo, el problema podría repetirse.

Esta enfermedad de los ojos en perros cursa con inflamación en la conjuntiva, produciendo enrojecimiento y secreción. Hay varias causas detrás de la conjuntivitis canina, como una alergia, que afectaría a los dos ojos, o cuerpos extraños, donde solo habría uno afectado. La conjuntivitis puede ser de diferentes tipos:

• Serosa: con secreción clara, transparente y acuosa, generalmente causada por viento o polvo. Produce picor.
• Mucoide: con secreción mucosa que se origina en folículos del tercer párpado tras reacción provocada por cualquier irritante o infección.
• Purulenta: con presencia de pus por la acción de bacterias. Esta secreción formará costras sobre los párpados.

El tratamiento pasa por averiguar la causa. Hay que limpiar bien el o los ojos afectados y aplicar el antibiótico indicado por el veterinario.

Esta enfermedad ocular en perros también se denomina ojo seco. La causa es un trastorno en las glándulas lacrimales que deriva en una producción insuficiente de lágrimas, lo que hace que la córnea se seque. El signo característico de esta enfermedad es la aparición de una secreción espesa, mucosa o mucopurulenta, porque las lágrimas tienen una capa acuosa, que es la que se ve afectada en la queratoconjuntivitis, y otra capa mucosa. Si observamos esta secreción en nuestro perro, que suele acompañarse de un ojo sin brillo, debemos acudir al veterinario porque, si tardamos en tratar, puede verse afectada la córnea y producirse ceguera.

Hay diferentes causas para explicar el ojo seco, como enfermedades inmunomediadas, lesiones en las glándulas lacrimales por moquillo, Addison, etc. Otros casos son idiopáticos. El veterinario llega a este diagnóstico midiendo el volumen lacrimal del ojo con el test de Schirmer. El tratamiento, a base de inmunosupresores, va a ser de por vida. Existe una opción quirúrgica pero resulta controvertida.

Podríamos definir la epífora como la enfermedad de los ojos en perros que se caracteriza por un lagrimeo continuo. Esa humedad sobre la piel puede hacer que esta se inflame e infecte. Se trata principalmente de un problema estético, pero puede ser síntoma de enfermedades o revelar la presencia de algún cuerpo extraño, de ahí la necesidad de consultar con el veterinario.

La epífora es habitual en razas como el caniche, el maltés o el pequinés, que van a presentar un manchado marrón rojizo bajo el ojo. La reacción de las lágrimas con la luz es la responsable de estas manchas. Puede darse medicación que evita esta reacción, con lo que, aunque el lagrimeo continúa, desaparece la coloración. Otra opción terapéutica es la cirugía, pero, tras ella, podría producirse el efecto contrario, es decir, un ojo seco.

La úlcera corneal es una lesión que afecta a la capa media e interior de la córnea. La mayor parte de las veces esta enfermedad de los ojos en perros tiene su origen en un traumatismo, pero otras úlceras pueden asociarse a queratoconjuntivitis seca, diabetes o síndrome de Addison.

La úlcera provoca mucho dolor, lagrimeo y fotofobia. Algunas pueden verse como zonas borrosas. El veterinario puede confirmar su presencia instilando fluoresceína en el ojo, ya que las tiñe de color verde. Es importante acudir rápido al veterinario porque, si el daño avanza, el perro podría perder el ojo. Se prescribe medicación y, si esta no funciona, se recurre a la cirugía. La úlcera indolente, típica de algunas razas como el bóxer, el caniche o el samoyedo, es un tipo específico de úlcera que tarda en curar.

Las cataratas suponen la pérdida de transparencia del cristalino. Algunas podremos verlas como películas grisáceas tras la pupila. Esta enfermedad de los ojos de los perros suele ser de origen hereditario. Las cataratas congénitas o juveniles se han descrito en numerosas razas como el cocker, el westy, el schnauzer, el caniche, el golden, el labrador o el husky. Aparecen antes de los seis años de edad y en ambos ojos, aunque no siempre de manera simultánea. Las cataratas adquiridas, en cambio, son consecuencia del envejecimiento o de otras enfermedades. Son cataratas seniles que comienzan en el centro del cristalino y se van extendiendo. El tratamiento es quirúrgico, aunque algunas cataratas juveniles se reabsorben espontáneamente en el plazo de un año.

Esta enfermedad de los ojos de los perros también se conoce como ojo blando. En ella se inflama el iris y el cuerpo ciliar, que continúa al iris y produce humor acuoso. Es un síntoma común a diferentes enfermedades. Produce mucho dolor, lagrimeo, enrojecimiento, fotofobia y protrusión del tercer párpado. La pupila aparece empequeñecida y le cuesta reaccionar a la luz. También es posible observar una neblina sobre el ojo.

El tratamiento de esta afección ocular pasa por averiguar la causa y comenzar a tratar de manera precoz.

Esta enfermedad de los ojos en perros es grave y puede provocar ceguera. Ocurre cuando se produce una mayor cantidad de humor vítreo del que se elimina, con lo que aumenta la presión en el interior del ojo, lo que produce alteraciones en nervio óptico y retina. Puede ser primario, hereditario en razas como el beagle, el cocker o el basset, o secundario, resultado de la complicación de otra enfermedad que será necesario tratar o de un traumatismo.

El glaucoma que se presenta de manera aguda produce dolor, lagrimeo, ojo endurecido, neblina en córnea y pupila agrandada. El glaucoma crónico agranda y protruye el globo ocular de un ojo que ya estará ciego. Precisamente para evitar esa ceguera, el glaucoma agudo debe tratarse inmediatamente, implantando una medicación que disminuya la presión intraocular. También puede recurrirse a la cirugía. En el glaucoma crónico hay que valorar la extirpación, ya que el ojo, aunque ciego, puede seguir doliendo y es propenso a sufrir lesiones.

También conocida como nube en el ojo, esta enfermedad ocular en perros consiste en la inflamación de la córnea, que se nubla y pierde transparencia. Aparece lagrimeo intenso, fotofobia y protrusión del tercer párpado.

Hay distintos tipos de queratitis en perros, como la ulcerativa, infecciosa, intersticial, vascular y pigmentaria. Todos deben ser tratados para evitar que desemboquen en ceguera.

Por último, en este repaso a las enfermedades de los ojos en perros, destacamos los tumores palpebrales, siendo el adenoma en las glándulas de Meibomio el más habitual. Son glándulas que se localizan en los párpados y producen una sustancia sebácea. Estos tumores tienen aspecto de coliflor, simples o múltiples.

Otros tumores frecuentes en los párpados son los adenomas sebáceos, que suelen ser benignos y aparecer en los perros de más edad. También pueden verse papilomas, con aspecto de verrugas, causados por el virus del papiloma oral canino. En todos los casos se recomienda extirparlos porque el roce continuado con ellos puede producir lesiones corneales.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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