Epilepsia en perros - Causas, síntomas y tratamiento

Para empezar explicaremos qué es la epilepsia en perros o epilepsia canina. Hablamos de un trastorno crónico a nivel cerebral caracterizado por una actividad neuronal anormal que se manifiesta a través de episodios convulsivos recurrentes. Un típico ataque de epilepsia en perros se va a dividir en cuatro fases, que son las siguientes:

1. Pródromo: momento previo al inicio de la crisis epiléptica. Su duración oscila desde unas horas hasta varios días, aunque no se presenta en todos los perros. Pueden detectarse cambios de comportamiento, como un mayor apego al cuidador o inquietud.
2. Aura: supone el inicio de la crisis, pero, en la actualidad, se la prefiere considerar una crisis epiléptica sensorial, caracterizada por cambios de comportamiento como agresividad o miedo.
3. Fase ictal: es la fase en la que se producen las convulsiones en perros típicas. La crisis puede ser parcial o generalizada. Dura desde unos segundos hasta varios minutos y, en principio, es autolimitante.
4. Fase posictal: es el periodo posterior a la crisis, en la que el cerebro no se ha recuperado por completo, por eso los perros pueden seguir mostrando signos clínicos durante unos segundos o hasta varios días. Estos son descoordinación, desorientación, nerviosismo o ansiedad ante la comida o el agua.

Según los signos clínicos que presente el perro en estas fases, a su vez se pueden clasificar en focales, generalizadas o focales que evolucionan a generalizadas, como explicaremos más adelante. Para saber más sobre la epilepsia en perros te recomendamos leer este otro artículo de ExpertoAnimal sobre Ataques epilépticos en perros - Causas, síntomas y tratamiento.

Las causas de los ataques epilépticos en los perros se dividen en extra o intracraneales. Las primeras pueden producirse por tóxicos, como los organofosforados, la estricnina o el etilenglicol, o por desórdenes a nivel metabólico, como una hipoglucemia o desequilibrios electrolíticos. Las causas intracraneales provocan la conocida como epilepsia estructural, como veremos en el siguiente apartado. De todas formas, hay que saber que no siempre se consigue encontrar una causa.

Además, puede ser más frecuente la epilepsia en perros mayores por el crecimiento de tumores cerebrales o problemas metabólicos a causa de enfermedades hepáticas o renales, más comunes en las edades más avanzadas.

Según sus causas, las crisis epilépticas caninas pueden ser estructurales, si se deben a una patología cerebral identificable, o idiopáticas, que, a su vez, pueden ser genéticas, probablemente genéticas o sin causa conocida.

Epilepsia idiopática en perros

Como acabamos de señalar, este tipo de epilepsia puede clasificarse en:

• Genética: se relaciona con un gen identificado que está presente en determinadas razas, como el border collie, el boyero de Berna, el caniche, el dálmata, el golden, el labrador, el pastor alemán, el pastor belga, el pastor australiano o el schipperke, entre otras.
• Probablemente genética: se sospecha un origen genético porque se observa una alta prevalencia en algunas razas o en una misma familia. Aún no se ha confirmado, pero se cree que es lo que sucede en razas como el cocker spaniel, el schnauzer mini, el San Bernardo o el husky siberiano.
• De causa desconocida: agrupa las epilepsias en las que no se encuentra una causa estructural ni el ejemplar afectado pertenece a las razas en las que se constata o sospecha epilepsia genética.

Epilepsia estructural en perros

En este tipo de epilepsia hay un origen claro, que es una patología intracraneal que se diagnostica tras la realización de diferentes pruebas de diagnóstico por imagen o análisis del líquido cefalorraquídeo. Hay múltiples causas, como enfermedades vasculares, inflamatorias o infecciosas, anomalías congénitas, traumatismos, neoplasias o patologías degenerativas.

El síntoma característico van a ser las convulsiones, que aparecen entre los seis meses y los cinco años de edad, aproximadamente. Además, para que podamos hablar de epilepsia, los ataques epilépticos en estos perros deben ser recurrentes y parecidos. Estas convulsiones, con el tiempo, se irán sucediendo de forma más frecuente. El perro puede llegar a perder la consciencia. También apreciaremos que el perro hipersaliva, vomita o se hace sus necesidades encima.

En función de los síntomas, las crisis epilépticas pueden ser focales, generalizadas o focales que evolucionan a generalizadas, dependiendo de la afectación del cerebro. Con más detalle:

• Focales: el origen está en una zona de un hemisferio cerebral y los signos incluyen movimientos bruscos de la cabeza, parpadeos, sacudidas de extremidades, micción, defecación, hipersalivación, pupilas dilatadas, vómitos, ansiedad, miedo o agresividad.
• Generalizadas: ambos hemisferios cerebrales están afectados. Pueden ser secundarias a una crisis focal y, a su vez, se dividen en varios tipos en función de los signos clínicos. Así, habrá crisis epilépticas generalizadas tonicoclónicas, tónicas, clónicas, mioclónicas o atónicas. Entre los signos clínicos de todas ellas destaca la hipersalivación, la micción, la defecación, los movimientos de pedaleo, las sacudidas bruscas o una pérdida de tono muscular.
• Focales que evolucionan a generalizadas: la denominación se debe a que comienzan afectando una zona del cerebro, pero, posteriormente, se extienden a ambos hemisferios. Este tipo de crisis es la que con más frecuencia sufren los perros. Incluye signos motores, comportamentales y pérdida de consciencia.

En este vídeo del canal de Blake E puedes ver un cuadro real de epilepsia canina:

En primer lugar, lo más importante es que el veterinario consiga hacer un diagnóstico acertado, ya que la epilepsia se puede confundir con síncopes, alteraciones neurológicas o incluso narcolepsia o dolores muy intensos.

Si nos interesa saber cómo curar la epilepsia en perros, tenemos que tener claro que, aunque se dispone de fármacos, pueden no ser del todo eficaces. Por ello el objetivo del tratamiento, será la disminución de la frecuencia de las convulsiones y su gravedad. También es importante saber que estas pastillas para la epilepsia en perros pueden tener efectos secundarios como la sedación, aunque los perros suelen acostumbrarse en unas semanas, al punto de tolerarlos. Si se descubre una causa para la epilepsia, esta debe ser tratada.

Llegados a este punto es posible que te preguntes si la epilepsia en perros tiene cura. Lo cierto es que estamos ante una enfermedad crónica. Esto quiere decir que puede controlarse, pero no curarse. Por eso la medicación contra la epilepsia puede pautarse de por vida y hay que realizar controles periódicos de seguimiento.

Contra la epilepsia existen varios fármacos, por lo que el veterinario podrá ir probándolos hasta dar con el más eficaz para nuestro perro. Para el éxito del tratamiento es muy importante que sigamos las pautas de administración que nos prescriba este profesional, ya que es clave que mantengamos niveles correctos del medicamento en sangre para que sea efectivo.

Tratamiento natural para la epilepsia en perros

Sobre el tratamiento natural de la epilepsia, se está estudiando el efecto beneficioso de diversos suplementos alimenticios y dietas. Para más información debemos consultar con nuestro veterinario, pues no todas las recomendaciones han demostrado mayor eficacia que un placebo.

Si tu perro tiene convulsiones, ante todo, mantén la calma. Seguidamente, hay que hacer lo siguiente:

1. Si hay niños y/o otros animales en la estancia, habrá que sacarlos de allí. De este modo, podremos atender mejor cualquier ataque epiléptico en nuestro perro.
2. Después, retiraremos cualquier objeto que pueda lastimarlo.
3. Luego bajaremos la intensidad de la iluminación de la habitación, ya que podría generarle estrés y malestar, y grabaremos el ataque de epilepsia con el móvil para poder enseñárselo al profesional.
4. Acto seguido llamaremos a un veterinario de urgencias, puesto que algunas crisis epilépticas en perros pueden ser mortales.
5. Mientras hablamos con el veterinario por teléfono, cronometraremos el tiempo que dure el ataque, sobre todo si se prolonga más de 3 minutos.
6. Esperaremos al lado de nuestro can a que finalice la convulsión, es decir, no lo dejaremos solo. Si nuestro veterinario nos da indicaciones, es importante seguirlas. También es importante no tratar de despertarlo, ya que el perro no es consciente de su ataque epiléptico.
7. Cuando el ataque epiléptico haya finalizado, cómo calmar a un perro con epilepsia pasa por reconfortarlo hablándole de forma suave, sin gritarle ni forzarle a levantarse.
8. Por último, acudiremos al veterinario o solicitaremos que acuda uno a nuestro domicilio.

Las consecuencias de un ataque de epilepsia en perros pueden ser graves e incluso mortales. Desgraciadamente, si las convulsiones no cesan, puede morir un perro de un ataque epiléptico. Es muy importante cronometrar el tiempo que dure la crisis. Si esta se prolonga más de 5 minutos, se necesitará acudir urgentemente al veterinario y es en estos casos en los que el perro corre más riesgo de fallecer. Además, estos ataques también pueden dejar secuelas. En cualquier caso, es más probable que el animal sobreviva y deba seguir un tratamiento.

Los ataques epilépticos que se repiten con frecuencia van a alterar, por sí mismos, la calidad de vida del perro. En otras ocasiones se produce lo que se conoce como estado epiléptico refractario, cuando el perro no responde a los fármacos anticonvulsivos.

Si las convulsiones no se controlan la vida del perro correrá peligro y, además, de recuperarse, es posible que le queden secuelas. Estas incluyen descoordinación, ceguera, giros en círculos o hiperactividad.

Algunas pueden ser recuperables en cuestión de semanas, por lo que no influirían en cuántos años dura un perro con epilepsia, aunque hay casos en los que se convierten en permanentes. Son las que afectan, sobre todo, a comportamientos aprendidos.

La esperanza de vida de un perro con epilepsia dependerá de la gravedad, del tipo de epilepsia y del tratamiento veterinario. De media, se considera que los perros que sufren ataques de epilepsia pueden tener una esperanza de vida de entre 5 y 9 años, aproximadamente. En cualquier caso, recuerda que los perros valoran más la calidad que la cantidad.

Los signos clínicos de la epilepsia la convierten en una enfermedad que impresiona mucho a los cuidadores. Pero, como hemos visto, es tratable y, con control veterinario, podemos ofrecerle a nuestro perro una buena calidad de vida. En casa, sigue estas pautas:

• Administra escrupulosamente la medicación pautada por el veterinario.
• Acude a todas las revisiones periódicas que te marque este profesional.
• Ten claro cómo actuar ante un ataque epiléptico, tal y como hemos explicado con anterioridad.
• Ofrécele a tu perro la mejor calidad de vida posible, lo que incluye buena alimentación, ejercicio regular, compañía y un entorno libre de estrés.
• Infórmate sobre la enfermedad y resuelve todas tus dudas hablando con el veterinario. Es la mejor forma de garantizarle a tu perro con epilepsia los cuidados que necesita.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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