¿Es posible tener un dragón de Komodo como mascota?

¿Es posible tener un dragón de Komodo como mascota?

La pregunta que nos planteamos en este post lleva implícita una trampa engañosa, pues la primera reacción del articulista es pronunciar un rotundo y categórico "no" como respuesta definitiva. Pero planteando de nuevo la pregunta desde diversas perspectivas, el atolondrado articulista se percata de que se puede responder también: "depende".

Si nos planteamos la pregunta como si fuera una ecuación compleja, nos daremos cuenta de que bajo determinadas circunstancias la ecuación puede tener dos resultados válidos, que incluso pueden aparentemente contradecirse. Después de haberme precipitado en una temeraria negación inicial, que a pesar de todo aún mantengo, también soy consciente de que dependiendo de algunas circunstancias personales muy especiales se puede afirmar que es del todo posible tener un dragón de Komodo como mascota.

Si prosigues leyendo ExpertoAnimal, te argumentaremos las distintas circunstancias por las cuales es posible convivir con un dragón de Komodo como mascota en tu hogar. Al final del artículo también mostraré los diversos motivos que desaconsejan adoptar un dragón de Komodo como animal de compañía.

Morfología y hábitos del dragón de Komodo

El varano o dragón de Komodo - Varanus Komodoensis -, es el mayor lagarto del mundo, y habita en diversas islas del archipiélago indonésico. Pesa en edad adulta entre 70 y 140 kg, y puede llegar hasta los 3,5 metros de longitud. La cola es tan larga como el cuerpo. A pesar de su aspecto macizo y pesado es capaz de correr a 20 Km/h cuando persigue a una presa. Es un excelente nadador y trepa muy bien a los árboles, sobre todo durante su juventud, ya que se refugian en ellos para huir de los varanos mayores que viven en el suelo. El canibalismo es habitual en esta especie exclusivamente carnívora, aunque la carroña constituye su principal alimento.

El dragón de Komodo no mastica su alimento, lo despedaza y traga los trozos, o emplea otra técnica cuando desea tragarse entera a su presa, por ejemplo una cabra. Una vez introducida en su garganta parte de su presa, arremete de frente contra un árbol para lograr embutir el cadáver en su interior, no dejando de hacerlo hasta lograr su propósito. Una vez que logra asimilar la presa entera en su interior, se retira hacia un lugar soleado para acelerar la digestión. Cuando termina dicha digestión regurgita una bola de pelo, dientes, cuernos y pezuñas, cuyos restos no logra digerir.

También tiene otros métodos para cazar y alimentarse: su saliva es altamente venenosa y contiene bacterias patógenas que provocan graves infecciones. El dragón de Komodo es capaz de morder, envenenando así a su presa, y seguirla lenta y minuciosamente durante días hasta que el animal muere.

Finalmente alertamos de que el dragón de Komodo llega a la edad adulta entre los 3 y 5 años de edad. Puede vivir hasta 50 años.

Circunstancias favorables para tener un dragón de Komodo como mascota

Tal y como prometía al inicio del artículo, a continuación expongo los diferentes casos que pueden llegar a posibilitar tener un dragón de Komodo como mascota:

Caso 1

La primera circunstancia que posibilita que uno pueda tener a un dragón de Komodo como bestezuela doméstica es sencilla, aunque poco habitual: no ser humano.

Si eres un Orco, o algo similar, amante de las bestias pavorosas y consideras que un dragón de Komodo sería una mascota ideal para darle un aire más hogareño a la oscura gruta donde vives, podrías plantearte la adopción del varano de Komodo.

Está en tu mano convencer a tu cónyuge para que acepte la presencia de un dragón de Komodo en la cueva. Debes hacerle ver que los más pequeños se lo pasarían bomba jugando con el bicho.

Caso 2

Esta segunda premisa es mayoritaria, ya que existen multitud de personas que son fieles "colaboradoras" de las protectoras de animales. En concreto hablo de los individuos que, de forma tenaz y continua, no cesan de traer a sus extrañas y no tan extrañas mascotas a los centros de acogida para animales, refugios y santuarios.

Pitones, boas constrictor, aligators, iguanas adultas, diablos de Tasmania, pirañas, junto a una legión de perros, gatos y otras bestezuelas son "desadoptadas" alegremente por dichos personajes que cambian de mascota como quien se cambia de camisa.

Tras conseguir en el mercado de animales fraudulento esta especie protegida, se le puede tener por casa hasta que crezca lo suficiente para comerse al gato o al perro. Este será un buen momento para abandonarlo en la protectora de animales e ir a por otro bicho "guay".

Caso 3

La tercera circunstancia que aconseja tener a un dragón de Komodo como mascota, es ser una persona simplemente muy, muy especial. Algunos los calificarían como personas anómalas de gustos y aficiones muy peculiares. Y yo no soy nadie para negarles la razón a la mayoría de gente que piensa así, pero dicha circunstancia no es óbice para que algunos individuos les apetezca destacar en algo, por insólito y funesto que sea su deseo.

¿Han oído hablar de individuos que se presentaron como víctimas voluntarias a llamamientos desde la red por parte de asesinos caníbales? Pues a estos peculiares individuos tener un dragón de Komodo como mascota en casa les iría como anillo al dedo. Disfrutarían un montón (litros de adrenalina), sobreviviendo por los pelos cada jornada, hasta el gozoso día que el dragón de Komodo lograse morderlos.

La saliva venenosa del gran saurio tardaría dos días en surtir su mortal efecto, pero con un poco de suerte se comería al voluntarioso tipo más pronto, ante su atenta, expectante y complacida mirada.

Circunstancias desfavorables para tener un dragón de Komodo como mascota

Tras mostrar las diversas razones por las cuales tener a un hermoso dragón de Komodo como mascota no es una idea tan descabellada (sobre gustos no hay colores), toca hablar de nosotros: los sensatamente aburridos individuos que consideramos absurdo adoptar a un poderoso animal feroz e implacable, que con sus hasta tres metros y medio de longitud y 140 kg de peso podría causarnos ciertos problemillas en casa.

Al margen de que puede envenenarnos, aplastarnos, mordernos, lacerarnos con sus enormes garras, reventarnos con sus coletazos y despedazarnos vivos, aunque le demos mucho alimento y agua suficiente, existen tres razones añadidas más para desaconsejar al dragón de Komodo como mascota:

  • La primera es que huelen realmente mal y pringan de baba todos los muebles.
  • La segunda es que no hay forma humana de que hagan sus necesidades en el arenero (aunque habilitáramos la bañera para dicho menester), y ponen perdida la casa.
  • Una tercera razón que desaconseja la tenencia de un dragón de Komodo en casa es que se trata de una especie vulnerable que está protegida. Por consiguiente su comercio es ilegal.

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