Especies dominantes – Definición y ejemplos

Una comunidad natural se compone de tal forma que sus especies ejercen influencia sobre la manera en que funciona todo el ecosistema. Pero no todas tienen la misma abundancia y la desaparición de algunas afectará en mayor grado que otras.

Si bien existe gran variedad de opiniones entre los ecólogos, en cuanto a cómo definir a una especie dominante, podemos decir que se refiere a que una especie es más abundante que otra dentro de un sistema. Sin embargo, este término también hace referencia a la influencia y control que tienen algunas especies sobre otras y sobre toda la estructura de su comunidad. Por lo que, además de esto, el rol que cumple en su entorno también la definirá como una especie dominante, y muchas veces éstas son especies clave para su ecosistema.

Características de las especies dominantes

De esta forma, podríamos resumir las características de las especies dominantes de esta manera:

• Son las especies más abundantes dentro de un sistema.
• Consumen una mayor parte de los recursos, por lo que contribuyen con más productividad, es decir, que producen mayor biomasa (materia orgánica).
• En general, se adaptan mejor al entorno.
• Tienen menos probabilidades de desaparecer de esa comunidad.
• Son más resistentes a las enfermedades, excepto aquellas que sean muy sensibles o vulnerables, por ejemplo, a causa de un brote por algún patógeno.

Así es que este papel puede tenerlo una o varias especies y podrá variar dentro de cada nivel de la cadena trófica, ya que muchas veces, por ejemplo, la dominancia la tienen especies depredadoras cuya desaparición podría afectar a la abundancia de otras especies, como algunos herbívoros, por ejemplo.

Entonces, como mencionamos antes, las especies dominantes pueden llegar a tener un impacto significativo en el funcionamiento del ecosistema y estructura de la comunidad. Es por ello que es muy importante identificar la o las especies dominantes en una comunidad determinada para así poder determinar la manera en que una investigación es llevada para conservar un ambiente o a especies particulares. Es así que este tipo de organismos se vuelven vitales para su entorno y mediante investigaciones se podrán predecir los impactos potenciales de la pérdida de especies y otros aspectos del cambio estructural en los ecosistemas.

Por todo esto, la identificación de estas especies se vuelve importante (aunque a veces sea difícil) debido a la pérdida de biodiversidad que tenemos en la actualidad, así como para comprender de qué manera responderían a las condiciones ambientales cambiantes. El hecho de que la mayoría de las especies dominantes sean abundantes no garantiza su persistencia en el tiempo, lo que suele dar una falsa tranquilidad a los investigadores, por lo que es importante monitorear su abundancia en el tiempo y espacio. De este modo, muchas de estas especies se vuelven, además, especies clave, lo cual le suma un valor a la hora de su conservación.

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Las especies dominantes pueden ser especies o grupos funcionales (especies con un rol ecológico similar) que, como mencionamos, son influyentes en su entorno, así como comunes y conspicuas. Pueden ser especies muy abundantes y estar definidas por su gran biomasa, otras pueden ser dominantes por el rol que cumplen en su hábitat o ser especies depredadoras y competitivas. A continuación, mostraremos algunas de las especies dominantes más significativas.

Salmón del Pacífico (Oncorhynchus kisutch)

Durante sus migraciones, forman cardúmenes de miles de individuos, y son la fuente de alimento de muchos depredadores, tanto marinos como terrestres. Son una pieza muy importante en la red trófica que además contribuye a la fertilización del suelo y el bosque. Su eliminación podría afectar profundamente a todo su ecosistema.

Conejo de monte o europeo (Oryctolagus cuniculus)

Esta especie de conejo, además de ser la única especie silvestre presente en Europa, representa una proporción importante de la dieta de muchos depredadores, como el lince, cuya dieta es muy específica y se alimenta en gran medida de esta especie. Por otro lado, el conejo no posee una especie equivalente que ejerza un rol ecológico similar, y su adaptabilidad a casi cualquier ambiente lo vuelve una especie dominante y clave en los ambientes mediterráneos, ya que también actúa como un ingeniero del ecosistema, es decir, que modela el paisaje a nivel estructural.

Sin embargo, no hemos de confundir los conejos de monte con las libres, por ello, te dejamos este otro artículo sobre Diferencias entre conejos y liebres.

Mejillones (numerosas especies)

Los mejillones son organismos muy abundantes que compiten por el espacio entre las rocas de la zona intermareal del Pacífico Norte en Estados Unidos con otras especies, como algas o percebes, que también requieren de un sustrato duro para establecerse. Por su gran biomasa, tienen la capacidad de expulsar a estas especies en muy poco tiempo.

Este es un ejemplo de una especie dominante que, al ser un supercompetidor, limita la biodiversidad del ecosistema, ya que al poseer un elevado número de individuos, la diversidad de especies de su alrededor será pobre.

Cangrejos de río (varias especies)

Estos animales juegan un papel importante en el procesamiento de la materia orgánica, así como en la transformación y flujo de energía. Poseen un gran éxito de establecimiento en diversos tipos de hábitats, y esto hace que se comporten como especies dominantes. Se alimenta en varios de los niveles tróficos, ya que es considerado un generalista oportunista y, además, sirve de alimento a muchos depredadores.

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