Famotidina para gatos - Dosis, para qué sirve y efectos secundarios

Famotidina para gatos - Dosis, para qué sirve y efectos secundarios

La famotidina es un fármaco del grupo de los antagonistas de los receptores H2, unos receptores que permiten la unión de la histamina para inducir la secreción de ácidos gástricos. Al bloquear estos receptores, la histamina tiene limitada su unión y, por tanto, la secreción de ácidos gástricos, mejorando la sintomatología de enfermedades relacionadas con una hipersecreción de estos ácidos. También tiene efectos protectores de la mucosa gástrica, mejora las náuseas y el tránsito gastrointestinal.

¿Quieres conocer la posología de la famotidina en gatos? Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal para saber los usos que tiene en estos animales, así como la dosis, los efectos secundarios y las contraindicaciones de este principio activo.

¿Qué es la famotidina?

La famotidina es un fármaco perteneciente a los medicamentos denominados antagonistas del receptor H2. El H2 es un receptor de la histamina, que es el estimulante paracrino de los ácidos del estómago más destacado y se librea tras la acción de la gastrina. Si este receptor está ocupado por la famotidina, la histamina no se puede unir, por lo que se limita la secreción de ácido estomacal, ayudando en trastornos derivados del exceso en la producción de ácido gástrico (trastornos hipersecretores) o en aquellos trastornos agravados por el mismo, como la inflamación del esófago o esofagitis, la inflamación gástrica o gastritis, las úlceras gastrointestinales al crear un ambiente más alcalino (menos ácido) y el reflujo gastroesofágico. Como efectos añadidos es un potencial de acelerador del tránsito gastrointestinal y un efecto protector de la mucosa digestiva.

Con respecto al metabolismo de la famotidina, pasa a través del líquido cefalorraquídeo y la leche materna. El efecto de la inhibición de los ácidos gástricos tiene un efecto limitado de horas, por lo que se requieren dosis diarias para el tratamiento de estos trastornos en los gatos. El metabolismo de la famotidina es hepático y la eliminación mayoritaria es renal.

Imagen: visionanimal.com

¿Para qué sirve la famotidina en gatos?

Tal y como acabamos de comentar explicando el mecanismo de acción de la famotidina, podemos sacar la conclusión de que este principio activo es útil para aquellos gatos que tengan problemas de hipersecreción o relacionados con el ácido del estómago, es decir, ante problemas como los siguientes:

  • Úlceras gástricas o gastrointestinales
  • Esofagitis o inflamación del esófago
  • Reflujo gastroesofágico
  • Gastritis o inflamación gástrica urémica por enfermedad renal crónica o por estrés
  • Trastornos hipersecretores de ácido gástrico

Además de para tratar estos problemas, la famotidina tiene potencial para aumentar el movimiento del tracto gastrointestinal, lo que se conoce como peristaltismo al bloquear la acetilcolinesterasa, hecho que desemboca en un aumento de la acetilcolina que induce los movimientos del bolo alimenticio por el tracto gastrointestinal, siendo útil en los procesos de constipación o estreñimiento. La famotidina también se puede usar para proteger la mucosa gastrointestinal tras el uso continuado de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), que inducen el daño en la mucosa.

Por último, también se puede usar este fármaco para tratar las náuseas relacionadas con el uso de algunos medicamentos, la enfermedad renal, la diabetes, la pancreatitis, el cáncer, el colon irritable y las intoxicaciones. Un gato con náuseas presenta signos como anorexia, relamerse los labios, rechazar el alimento, babear, tragar saliva constantemente y vómitos.

Dosis de famotidina para gatos

En los gatos, la famotidina se usa a una dosis de 0,5 a 1,1 miligramos por kilogramo de peso corporal por vía oral cada 12 o cada 24 horas. Generalmente, encontramos comprimidos de famotidina de 10, 20 o 40 miligramos, aunque también la podemos encontrar en formato polvo para su suspensión oral, a una concentración de 8 miligramos por mililitro. Dependiendo de si es en suspensión oral o en comprimidos, así como del peso del gato y de la formulación específica de cada medicamento, tu veterinario te dirá exactamente la cantidad de producto para obtener la dosis requerida de famotidina para que sea efectiva en el tratamiento de los trastornos comentados. Es muy importante no automedicar al animal ni alterar la dosis especificada por el veterinario sin su previo consentimiento.

Contraindicaciones de la famotidina en gatos

El uso de famotidina está contraindicado en las siguientes situaciones:

  • Gatos geriátricos o muy enfermos.
  • Gatos con enfermedad hepática.
  • Gatos con enfermedad renal.
  • Gatos con hipersensibilidad a los antagonistas H2.
  • Gatos con hipersensibilidad a algún excipiente del medicamento.
  • Gatas gestantes a término.
  • Gatas lactantes por poder pasar a la leche y bloquear la producción de ácido gástrico de los gatitos, inhibir el metabolismo de otros fármacos y producir signos nerviosos por estimulación del sistema nervioso central.

Además, la famotidina es un inhibidor de los recepores H2 de la histamina, estando contraindicado su uso cuando los gatos estén siendo tratados también con otros fármacos con los que tienen interacciones. Estos son principalmente algunos antibióticos como las cefalosporinas debido a que la famotidina puede alterar su farmacocinética, las sales de hierro, los antiácidos orales como el hidróxido de magnesio o de aluminio, así como antifúngicos como el ketoconazol o el itraconazol, debido a que estos requieren de un ambiente ácido para su absorción al ser bases débiles y cuando un gato está tratado con famotidina el ambiente se vuelve más alcalino, es decir, menos ácido, limitando la absorción de estos antifúngicos. También es importante destacar que el uso de la famotidina puede ocasionar un aumento de la enzima alanina aminotransferasa hepática o ALT.

Efectos secundarios de la famotidina en gatos

La famotidina puede producir algunos efectos secundarios en los gatos, aunque no son frecuentes, y pueden ser:

  • Disminución del apetito o anorexia.
  • Vómitos.
  • Diarrea.
  • Boca seca.
  • Inquietud.
  • Ritmo cardíaco alterado.
  • Taquipnea o respiración rápida.
  • Colapso.
  • Temblores musculares.
  • Hipersecreción de ácido gástrico tras el cese del tratamiento.
  • Acumulación del principio activo en gatos con enfermedad hepática o renal.

Nuevamente, insistimos en que debe ser un profesional de la veterinaria quien indique el uso de este fármaco, así como la dosificación y frecuencia. Un mal uso de medicamentos en gatos, o cualquier otro animal, puede conllevar graves consecuencias.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • González, M.A. (2008). Vademecum de Farmacologia Veterinaria en perros y gatos. Editorial Trillas Sa De Cv.