Si has acudido recientemente a tu veterinario y los exámenes han indicado la fosfatasa alcalina alta, probablemente tendrás muchas dudas al respecto. Por ello, en este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar a qué se debe una fosfatasa alcalina alta en perros.
Se trata de una enzima que se relaciona habitualmente con problemas vinculados al hígado, pero que también puede elevarse en trastornos óseos y otras enfermedades. Los valores de este parámetro podemos conocerlos a través de una analítica de sangre y rl veterinario nos prescribirá esta prueba si nuestro perro presenta síntomas clínicos o en las revisiones periódicas, sobre todo si es mayor de 7 años.
A continuación te explicaremos qué significa la fosfatasa alcalina alta en perros, las causas y el tratamiento.
¿Qué significa la fosfatasa alcalina alta?
La fosfatasa alcalina alta en perros puede relacionarse con múltiples trastornos, como pueden ser:
- Problemas hepatobiliares (colangiohepatitis, hepatitis crónica, cirrosis, rotura de la vesícula, pancreatitis, etc.).
- Problemas musculoesqueléticos (osteosarcoma, osteomielitis, etc.).
- Problemas endocrinos (hiperadrenocorticismo, hipertiroidismo, diabetes, etc.).
- Problemas intestinales.
- Neoplasias (hemangiosarcomas, linfomas, carcinomas, etc.).
- Una inanición grave también aumenta este parámetro.
Otras causas de fosfatasa alcalina elevada pueden ser fisiológicas. Por ejemplo, los cachorros la tienen elevada sin que suponga ninguna patología. En este caso indica que los huesos se encuentran en crecimiento.
Pero además, la administración de algunos fármacos también puede elevar la fosfatasa alcalina. Algunos de estos son los anticonvulsivos, antihelmínticos, antimicrobianos, antifúngicos o glucocorticoides.
El diagnóstico de la fosfatasa alcalina alta en perros
Debido a las numerosas condiciones con las que se puede relacionar tanto patológicas como fisiológicas, para saber qué significa una fosfatasa alcalina elevada nuestro veterinario va a atender a otros parámetros desvelados en la analítica, así como a la sintomatología que manifieste nuestro perro.
Por ejemplo, un cachorro con la fosfatasa alcalina alta será normal. En cambio, un perro adulto con este parámetro elevado y otros signos como ictericia y un aumento de la micción y la sed, estará orientando el diagnóstico hacia algún problema hepático.
Esto quiere decir que el valor de la fosfatasa alcalina por sí mismo no sirve para decirnos qué es lo que tiene nuestro perro, por ello es básico que el veterinario examine todas las pruebas y prescriba más de ser necesario. Además, si nuestro perro está tomando alguna medicación debemos informar al facultativo por si pudiese estar detrás del aumento de la fosfatasa alcalina, como hemos visto.
¿Cómo bajar la fosfatasa alcalina alta en perros?
La fosfatasa alcalina nos indica que hay algo que no funciona bien en el organismo de nuestro perro, salvo, lógicamente, en los casos en los que esta elevación resulta fisiológica. Para que este parámetro pueda disminuir es necesario que iniciemos un tratamiento en función de la causa que ha originado el aumento.
Dada la multiplicidad de afecciones que pueden estar detrás de esta elevación no es posible hablar de un único tratamiento, ya que este dependerá de la enfermedad de origen. Por mencionar algunas de las más comunes podemos comentar que si es la diabetes la causa de una fosfatasa alcalina alta, nuestro perro tendrá que ser tratado con insulina y seguir una dieta alimenticia especial. Si estamos ante una hepatitis puede ser necesario un tratamiento antibiótico. Además, conviene saber que si el hígado ha quedado dañado de manera irreversible nuestro perro padecerá una insuficiencia hepática.
Recomendaciones generales
Como vemos, hay muchas enfermedades que pueden desembocar en una fosfatasa alcalina alta en perros. Varias presentarán síntomas inespecíficos, es decir, comunes a diferentes patologías que, además, podrán presentarse de manera aguda o crónica. Algunas de ellas son graves y otras van a necesitar tratamiento de por vida.
Por todo ello es muy importante que si nuestro perro presenta cualquier síntoma como un aumento en la ingesta de agua, una evacuación mayor de orina, coloración amarillenta de las mucosas, vómitos, mala condición corporal, fiebre, dolor, falta de apetito o, al contrario, un aumento considerable del hambre, etc., acudamos a nuestro veterinario. No debemos demorarlo ya que en buena parte de las patologías es clave un tratamiento precoz.
Aunque nuestro perro no presente ningún indicio de enfermedad debemos acudir a revisiones veterinarias, por lo menos, anuales y, si el perro tiene más de 7 años, esas visitas a la clínica deben incluir un examen completo y analíticas de sangre y orina. Esta medida nos permitirá detectar una fosfatasa alcalina alta, así como otros parámetros alterados, e intervenir precozmente.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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