Gato manul o gato de pallas - Características, tipos y hábitat

Gato manul o gato de pallas - Características, tipos y hábitat

El gato manul (Otocolobus manul) es un carnívoro perteneciente a la familia felidae. También es conocido como gato de pallas debido a que fue el zoólogo Peter Pallas quien hizo la primera identificación de este animal. Aunque inicialmente este científico identificó a este gato como Felis manul, posteriormente se hizo un cambio en la designación de la especie. En la actualidad, es la única del género Otocolobus.

Esta especie se ha intentado domesticar, teniéndose desde años en cautiverio, exhibida en algunos zoológicos. De igual forma, se ha pensado en el gato manul como doméstico, pero realmente es un animal silvestre. En este artículo de Expertoanimal te presentamos todas las características del gato manul, su distribución y estado de conservación.

Características del gato manul o gato de pallas

El gato manul es similar a un gato doméstico, solo que de mayor tamaño. Pesa comúnmente entre 2 y 5 kg y mide hasta unos 65 cm, con una larga cola de punta negra que oscila los 21-31 cm de longitud. Tiene un pelaje largo, denso y nada uniforme en cuanto a las tonalidades. La coloración del gato manul en general es gris, pero con presencia de tonalidades amarillentas o rojizas. En varias zonas del cuerpo la punta de los pelos es blanca, lo que le da una apariencia gélida característica; también presenta manchas y franjas negras en varias partes. Por lo general, la zona alrededor de la boca e incluso más debajo de esta es blanca o pálida unicolor.

El cuerpo de este félido es rechoncho, de patas cortas, las cuales presentan un pelaje similar al resto del cuerpo. La cabeza es de tamaño pequeño y los ojos anchos, los cuales están rodeados de una franja blanca y, a diferencia de los demás gatos salvajes, se contraen en forma circular y no alargada. Como el resto de los felinos, tiene bigotes. La dentadura trasera es la típica de los carnívoros, pero no posee el primer par de premolares superiores.

Tipos de gato manul o de pallas

El gato manul pertenece al grupo de los gatos leopardo, donde se encuentra el género Octolobus, al cual pertenece este animal, y el Prionailurus, al que pertenecen el resto de especies del grupo. En el 2005, se reconocieron tres subespecies de gato manul:

  • Otocolobus manul manul
  • Otocolobus manul nigripectus
  • Otocolobus manul ferrugineus

Sin embargo, en 2017, un grupo de científicos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, publicó una revisión de la taxonomía de los felinos sugiriendo que se reconozcan por el momento solamente a: Otocolobus manul manul y Otocolobus manul nigropectus.

Si te gustan los felinos, no te pierdas este artículo con todos los tipos de felinos que existen.

¿Dónde vive el gato manul? – Hábitat

Una vez vistas las principales características del gato manul o gato de pallas, así como las subespecies que existen, veamos dónde se encuentra. Así pues, el gato manul es nativo de los siguientes países:

  • Afganistán
  • Bután
  • China
  • India
  • República Islámica de Irán
  • Kazajstán
  • Kirguistán
  • Mongolia
  • Nepal
  • Pakistán
  • Federación Rusa
  • Turkmenistán

El hábitat óptimo para el gato manul son áreas mezcladas de pastizales y estepas con arbustos, barrancos rocosos y laderas de colinas. Sin embargo, es capaz de vivir en otros ecosistemas con características contrastantes, tanto con poca lluvia como humedad, pero con temperaturas bastante variadas. Puede desarrollarse en hábitats con presencia de nieve estacional, pero sin que sea perenne y excedan los 15-20 cm de grosor. Los espacios combinados con rocas, barrancos y vegetación son ideales para camuflarse.

A pesar de la variedad de hábitats en los que puede estar, requiere de manera obligatoria de ecosistemas con madrigueras, las cuales utiliza con diversos fines. Raramente se le observa en áreas totalmente descubiertas o llanuras planas, a menos que sea para cazar o mientras se moviliza hacia otra región.

Costumbres del gato de pallas o gato manul

El gato de pallas es de costumbres principalmente solitarias. En sus hábitats tienen amplios rangos de distribución, siendo el de los machos mayor que el de las hembras, pero es posible que en algunos casos los territorios de ambos lleguen a superponerse. Es un animal territorial, a tal punto que el macho es capaz de marcar con su orina el área.

Dependiendo de la época, sus hábitos de mayor actividad pueden variar. Una acción común en este felino es el uso de cuevas o madrigueras, que pueden ser abandonadas por otros animales o utilizar espacios entre las fisuras rocosas de las zonas donde habita. Estos lugares los utiliza para esconderse de sus depredadores, que no son pocos, ya que está limitado por no ser un buen corredor. Además de resguardarse en estas madrigueras, también las usa para reproducirse, dar a luz y regular la temperatura corporal en las épocas en que estas descienden de manera considerable.

¿Qué come el gato manul?

El gato manul o gato de pallas es un cazador carnívoro especializado que utiliza el camuflaje que le brinda su coloración para pasar desapercibido y capturar por sorpresa a sus presas.

La principal presa de este félido son los comúnmente llamados picas o conejos de rocas, animales que pertenecen al orden de los lagomorfos. Como su dieta está principalmente basada en estos animales, ha logrado desarrollar estrategias para su captura bastante eficientes. Sin embargo, también puede incluir en su alimentación roedores como los jerbos, meriones, topillos, hámsteres y ardillas terrestres.

De manera menos usual, el gato manul llega a consumir aves, marmotas pequeñas, liebres, reptiles o invertebrados, e incluso cadáveres y bayas.

Reproducción del gato manul

El tiempo del celo en las hembras es bastante corto, puesto que dura unas 42 horas aproximadamente. Tienen un periodo de gestación que ronda los 66-75 días, en el lapso de abril a mayo, con camadas de hasta 6 gatos.

Las hembras dan a luz en madrigueras de las rocas o de otro tipo y los recién nacidos, que nacen ciegos como otros gatos, se mantienen en ellas hasta 2 meses aproximadamente. Cerca de los 5 meses de vida, un gato manul inicia sus actividades de caza.

Debido a que no es una especie adaptada para el cautiverio, cuando se reproduce en estas condiciones, las crías tienen una alta tasa de mortalidad. Por su parte, en el hábitat natural, probablemente las camadas numerosas compensan las condiciones extremas en las que a veces se encuentran y la presión que ejercen sus depredadores.

Estado de conservación del gato manul o de pallas

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha considerado al gato manul o gato de pallas como de menor preocupación, sin embargo, establece que su tendencia poblacional se encuentra en descenso. Algunos aspectos biológicos propios de la especie la hacen vulnerable, tal es el caso de su alimentación y hábitat especializados. Por otro lado, como hemos mencionado, requiere de madrigueras para desarrollar aspectos vitales y en algunas regiones utiliza las que construye la marmota siberiana, la cual se encuentra amenazada.

Su amplio rango de distribución dificulta su resguardo en el establecimiento de áreas protegidas. El desarrollo de ciertas actividades como la ganadería, áreas de cultivo y extensión de espacios urbanos fragmentan y alteran el hábitat de este félido de una forma importante. Por otro lado, además de sus depredadores naturales como ciertas aves rapaces, lobos y perros silvestres, la introducción de otros tipos de perros domesticados y la caza directa de este gato afectan también su nivel poblacional.

Entre las principales acciones de conservación del gato manul o gato de pallas se ha establecido un plan desde 2019 para aumentar los estudios sobre la especie y promover su supervivencia. Por otro lado, se ha incluido en el apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, lo cual regula su caza en la mayoría de los países e incita a la protección del hábitat de este animal. Sin embargo, es necesario el establecimiento de más medidas, así como el seguimiento y optimización de las ya desarrolladas.

En este otro artículo explicamos cómo proteger a los animales en peligro de extinción con el fin de concienciar acerca de lo mucho que pueden ayudar los pequeños cambios.

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Bibliografía
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