Glaucoma en gatos - Causas, síntomas y tratamiento

El glaucoma es un cuadro clínico caracterizado por la acumulación excesiva de humor acuoso y progresivo aumento de presión intraocular. La hipertensión ocular acelera la degeneración de la retina y del nervio óptico, por lo que el glaucoma puede provocar ceguera o pérdida parcial de la visión. A continuación, te contamos mejor cómo ocurre este fenómeno.

La porción anterior del ojo, que es parcialmente visible, está formada por el iris (la parte colorida), la pupila (círculo negro central), la esclera (la parte blanca), loscanales de drenaje y cuerpos ciliares. Los cuerpos ciliares son responsables de la producción de un líquido transparente llamado fluido intraocular (o humor acuoso), que lubrica y protege la porción anterior del ojo. Si la estructura ocular externa estuviera seca, sería vulnerable a una serie de lesiones o irritaciones por el contacto con impurezas, microorganismos o con las mismas pestañas. En un ojo saludable, identificamos un mecanismo equilibrado de humectación y drenaje, que constituye un sistema de circulación dinámico. El humor acuoso es expelido a través de la pupila para, luego, ser reconducido a los canales de drenaje, y conducido a la corriente sanguínea.

Cuando los conductos de drenaje se tapan, generan la obstrucción del sistema de circulación del fluido intraocular. Como consecuencia, el humor acuoso se acumula, llevando al aumento de la presión en el interior del ojo. Y es así como se desarrolla el cuadro clínico conocido como glaucoma.

El glaucoma es una enfermedad silenciosa que afecta de forma muy similar a gatos, perros y seres humanos. Sus primeros síntomas suelen ser generales y poco específicos, tornándolos de difícil reconocimiento en los gatos. Muchos tutores solo perciben alguna anomalía cuando el ojo de su mínimo muestra un aspecto borroso o gana una tonalidad azulada o grisácea, con una evidente dilatación pupilar. Otros, llegan a la clínica veterinaria relatando que sus gatos empezaron a caminar de forma inusual, derrumbando o golpeándose con objetos del hogar. En estas instancias, ya es probable que el felino haya perdido buena parte de su visión, lo que explica su dificultad para reconocer los obstáculos en su camino.

Para posibilitar un diagnóstico temprano del glaucoma, es importante estar atento al lenguaje corporal de tu gato para reconocer rápidamente cualquier cambio en su expresión o en su comportamiento. Las primeras señales del glaucoma en gatos son:

• Sensibilidad en los ojos y en la región ocular.
• Dolores de cabeza (probablemente, al gato no le agradará ser tocado en la cabeza o cerca de sus ojos).
• Vómito y nauseas.
• Formación de un halo azulado alrededor del iris.
• Aspecto borroso en la pupila y en el iris.
• Pupilas dilatadas.
• Caminar irregular y dificultad de localización espacial.
• Cambios de comportamiento: el gato puede esconderse con mayor frecuencia, evitar el contacto con sus tutores y otros animales, o reaccionar negativamente al ser tocado en la región ocular y en su cabeza.

El glaucoma felino puede ser primario o secundario, en función de la causa que lo provoque. Como toda enfermedad degenerativa, el glaucoma tiene una importante carga genética. No obstante, este proceso degenerativo también puede ser producido por otra enfermedad subyacente. Las inflamaciones e infecciones oftalmológicas, como la uveítis, las cataratas y las neoplasias, están entre las causas más frecuentes del glaucoma agudo en gatos. Además, las lesiones oculares por peleas callejeras, traumas o accidentes pueden desencadenar en un proceso infeccioso que favorece el desarrollo de glaucoma en felinos.

Cuando el glaucoma se desarrolla como consecuencia de un traumatismo o alguna patología subyacente, se considera secundario o agudo, mientras que cuando sucede por motivos de genética o malformación, es primario.

El tratamiento del glaucoma en los gatos dependerá de la causa, del estado de salud y del nivel de evolución del proceso degenerativo en cada animal. Cabe destacar que se puede frenar el avance del glaucoma, pero no es posible recuperar la visión perdida. Por lo general, el veterinario administrará un colirio para restablecer el sistema de drenaje ocular y equilibrar la concentración del humor acuoso. También podrán ser empleados medicamentos antiinflamatorios o analgésicos para aliviar el dolor de cabeza y la sensibilidad ocular. En caso de ser diagnosticada una enfermedad subyacente, el tratamiento también deberá contemplarla.

Cuando el proceso degenerativo es más avanzado, el veterinario podrá recomendar una intervención quirúrgica para drenar artificialmente la cavidad intraocular, utilizando la tecnología láser.

No podemos intervenir en la herencia genética de nuestros mininos, pero sí podemos ofrecerles una adecuada medicina preventiva, un ambiente positivo y los cuidados necesarios para ayudarles a fortalecer su sistema inmunológico y conservar su buena salud. Para ello, es esencial proporcionarles una alimentación equilibrada y mantenerlos física y mentalmente estimulados durante toda su vida. Recuerda también realizar visitas periódicas al veterinario cada 6 meses, además de respetar su carta de vacunación y desparasitaciones periódicas. Y no dudes en recurrir inmediatamente al profesional de tu confianza al identificar cualquier cambio en el aspecto o en el comportamiento de tu felino.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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