Hernia inguinal en perros - Síntomas, causas y tratamiento

Hernia inguinal en perros - Síntomas, causas y tratamiento
Imagen: http://marinduquevet.ph/

La hernia inguinal en perros es una protrusión que podemos observar en la zona de la ingle. En este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar con detalle en qué consiste una hernia, qué riesgo supone para la salud de nuestro perro cuando se localiza en la zona inguinal y cuál es el tratamiento de elección.

También explicaremos por qué son más peligrosas en las hembras y por qué en su caso lo más habitual es que tengamos que recurrir a una intervención quirúrgica para repararlas. Descubre a continuación todo sobre el diagnóstico y el tratamiento de la hernia inguinal en perros.

¿Qué es la hernia inguinal en perros?

Una hernia inguinal en perros es una protrusión de grasa o intestino a través de un abertura de la pared abdominal que debería haberse cerrado durante el desarrollo del cachorro. Son hereditarias, lo que quiere decir que es fácil que, si conocemos a los padres o a los hermanos de nuestro perro, alguno de ellos presente también una hernia inguinal o en el ombligo.

La hernias inguinales, al igual que las umbilicales, pueden atrapar asas de intestino en su interior, pudiendo provocar obstrucciones intestinales. Además, algunas hernias se estrangulan, lo que sucede cuando se interrumpe el suministro de sangre hacia el contenido de la hernia por una constricción en lo que se conoce como cuello o anillo herniario. En el caso de las hembras, más afectadas por las hernias inguinales, el útero puede llegar a quedarse encarcelado en la hernia.

Las hernias pueden diferenciarse en función de si es posible volver a introducirlas si las presionamos hacia el interior con el dedo o no. Así, se habla de hernias reductibles, si lo conseguimos, o encarceladas o incarceradas, si no resulta posible. En este último caso podrían estrangularse.

Hernia inguinal en perros cachorros

En cuanto a la edad, a veces no es posible apreciar la hernia inguinal en perros cachorros y no es hasta la madurez que detectaremos un bulto en la zona de la ingle. De hecho, no es raro diagnosticar la hernia inguinal en perros mayores. Este aspecto supone un riesgo, ya que la hernia inguinal en perras es más común y, si estas no están esterilizadas, durante una gestación, un parto o alguna patología uterina, el propio útero podría quedarse encarcelado en ella.

Causas de hernia inguinal en perros

Parece haber una predisposición genética detrás del retraso del cierre abdominal, lo que propicia la aparición de las hernias. Por ello se considera que hay razas que tendrán un mayor riesgo de sufrir una hernia, como el cocker spaniel inglés, el pequinés o el border collie. Pero, en ocasiones, algunas hernias son adquiridas, es decir, el animal no nace con ellas, sino que se desarrollan tras un traumatismo, una gestación o por obesidad.

Síntomas de hernia inguinal en perros

La protrusión de grasa o intestino que implica la hernia inguinal en perros se puede observar como un abultamiento de mayor o menor tamaño que podremos ver o palpar en la ingle. Su consistencia puede ser más o menos dura y, como hemos visto, las habrá que podamos mover hacia el interior del cuerpo del perro, mientras que otras permanecerán fijas.

En estos casos de hernias encarceladas, si el animal manifiesta dolor a la palpación, debemos acudir de inmediato al veterinario, pues la hernia podría estar estrangulándose. Se trata de una emergencia, ya que puede llegar a originarse una insuficiencia renal o hepática con un resultado fatal. En los casos más graves, los perros pueden presentar otros signos clínicos como:

  • Vómitos.
  • Anorexia.
  • Aumento de la frecuencia de las micciones.
  • Fiebre.
  • Letargo.

Diagnóstico de hernia inguinal en perros

El diagnóstico se realiza al observar el abultamiento que forma la hernia. También se debe someter al animal a un reconocimiento completo para tener información sobre su estado general. El veterinario deberá determinar el tamaño de la hernia y el tipo y la cantidad de su contenido. Para obtener estos datos puede recurrirse a la ecografía.

Tratamiento de la hernia inguinal en perros

No existen remedios caseros que mejoren o reparen una hernia. Circula el mito de que las hernias se solucionan vendando o poniendo sobre ellas una moneda, pero este tipo de remedios no tienen ninguna base científica, no solucionan el problema e incluso podrían resultar contraproducentes.

En vista de los riesgos que implica una hernia inguinal, siempre se recomienda repararlas, lo que solo puede hacerse mediante una intervención quirúrgica. Esta se indica en todos los casos, aunque en la hernia inguinal en un perro macho, si es pequeña, es posible pautar un seguimiento y esperar, ya que en muchos casos se cerrará espontáneamente.

Si no es así, sí que debemos operar. Hay que tener en cuenta que factores más o menos controlables como la obesidad u otros eventuales, como un traumatismo, pueden hacer que una hernia de pequeñas dimensiones aumente su tamaño y cause problemas.

Cirugía de hernia inguinal en perros

La cirugía de hernia inguinal en perros consiste en realizar una incisión abdominal para descubrir la hernia y recolocar los órganos afectados en su lugar. Si algún fragmento intestinal presenta daños habrá que eliminarlo y volver a conectarlo. A veces es necesario recurrir a un injerto.

El éxito y las posibles complicaciones dependerán de las características de la hernia. La recuperación de la hernia inguinal en perros comienza una vez se despierta de la anestesia. En ese momento podrá volver a casa, donde deberemos encargarnos de seguir las indicaciones del veterinario para el posoperatorio.

Recuperación de hernia inguinal en perros

La mayoría de los perros que se someten a una intervención quirúrgica para reparar una hernia inguinal se recuperan sin problema, la intervención es un éxito y el perro puede retomar una vida completamente normal. Pero esto no debe hacernos olvidar que, en algunos casos, es posible que se presenten complicaciones posoperatorias. Por eso es importante que controlemos la evolución y sigamos escrupulosamente las indicaciones del veterinario. Por último, un pequeño porcentaje de perros fallecerá a consecuencia de estas complicaciones.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Carlson y Giffin. 2002. Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.
  • Waters, D. J., Roy, R. G. y Stone, E. A. (1993). «A retrospective study of inguinal hernia in 35 dogs». Vet Surg 22(1): 44-49.