Hiperplasia endometrial quística en perras - Causas y tratamiento

Hiperplasia endometrial quística en perras - Causas y tratamiento

La hiperplasia endometrial quística (HEQ) es una patología uterina que afecta con frecuencia a la perra y a otras hembras mamíferas. Se trata de un proceso hormono-dependiente en el que se produce una proliferación de las glándulas endometriales del útero. Pese a que no es una enfermedad grave, habitualmente evoluciona hacia el desarrollo de endometritis y piómetra.

Si quieres conocer más acerca de la hiperplasia endometrial quística en perras, sus causas y tratamiento, te recomendamos que leas el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que explicamos además los síntomas y diagnóstico de esta patología reproductiva.

¿Qué es la hiperplasia endometrial quística?

La hiperplasia endometrial quística (HEQ) es un proceso patológico que se­ caracteriza por la proliferación de las glándulas endometriales uterinas y la hipersecreción de estas glándulas, lo que origina un acúmulo de exudados en la luz del útero. Esta hiperplasia e hipersecreción de las glándulas endometriales facilita la formación de quistes, de ahí el nombre de la enfermedad.

Se trata de una patología reproductiva que afecta con frecuencia al útero de las perras y de otras hembras mamíferas, como la oveja y la gata. En concreto, afecta al 25% de las perras, de las cuales el 75% son nulíparas (nunca han parido).

Aunque se puede presentar a cualquier edad a partir de la pubertad, de media suele aparecer a los 7,5 años. Esto se debe a que, en cada ciclo estral, el útero se va sensibilizando al efecto de las hormonas, hasta que finalmente se desarrolla la hiperplasia endometrial. Un aspecto característico de la HEQ es que se produce principalmente durante la fase lútea (diestro) del ciclo estral, por lo que puede considerarse como una enfermedad diestral.

Aunque se trata de una patología no inflamatoria del útero, la presencia de secreciones uterinas puede favorecer una contaminación ascendente de origen vaginal, que conduce a la formación de:

  • Una endometritis: inflamación del endometrio.
  • Una piómetra: acúmulo de exudado purulento dentro del útero. Descubre más sobre la Piómetra canina: sus causas, síntomas y tratamiento en este artículo de ExpertoAnimal que te recomendamos.

Al ser procesos que suelen aparecer conjuntamente, habitualmente se habla de "complejo hiperplasia endometrial quística – piómetra en perros".

Causas de la hiperplasia endometrial quística en perras

Durante el ciclo estral o ciclo reproductivo, el útero sufre una serie de cambios morfológicos bajo la influencia de los estrógenos y la progesterona. La hiperplasia endometrial quística se produce como una respuesta anormal del útero a estas hormonas. En concreto, primero se produce una influencia por parte de los estrógenos, que incrementan el número de receptores de estrógenos y progesterona. A continuación, actúa la progesterona favoreciendo la proliferación del endometrio e incrementando la secreción de las glándulas uterinas.

Por tanto, podemos decir que existen dos factores que actúan de forma conjunta para dar lugar a la HEQ en la perra:

  • Niveles elevados de estrógenos (hiperestrogenismo): para que se produzca la HEQ tiene que haber una alta influencia de estrógenos, ya que estos provocan un aumento en el número de receptores de estrógenos y de progesterona. La causa del hiperestrogenismo puede ser endógena (por quistes ováricos o tumores de células de la granulosa, que producen estrógenos) o exógena (por administración de fármacos).
  • Estímulos continuos de progesterona: la progesterona aumenta la secreción de las glándulas endometriales, reduce la contracción muscular del útero y cierra el cuello uterino. Los estímulos continuos de progesterona pueden aparecer durante la fase del diestro del ciclo estral, o tras su administración exógena (habitualmente por fármacos progestágenos utilizados para inhibir el celo).

Síntomas de la hiperplasia endometrial quística en perras

Los signos clínicos asociados a la HEQ quística en las perras dependen fundamentalmente de su estadio de desarrollo:

  • Cuando la HEP está poco desarrollada, la sintomatología es inexistente, es decir, las perras se mantienen asintomáticas.
  • Cuando la HEP progresa, es frecuente que aparezca infertilidad y flujo vaginal de tipo mucoso.

Sin embargo, como hemos explicado en apartados anteriores, la HEQ suele evolucionar hacia el desarrollo de endometritis y piómetra. En estos casos, veremos signos más graves como:

  • Flujo vaginal purulento
  • Anorexia y depresión
  • Poliuria y polidipsia
  • Fiebre
  • Distensión abdominal
  • Vómitos y diarrea

Si no se trata con urgencia, las bacterias y endotoxinas presentes en el útero pueden pasar al torrente sanguíneo, originando un shock séptico o endotóxico, seguido de fallo multiorgánico y muerte del animal.

Diagnóstico de la hiperplasia endometrial quística en perras

Para el diagnóstico de la HEQ en las perras se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Momento del ciclo estral: en perras con signos compatibles con HEQ es importante valorar el momento del ciclo estral en el que se encuentran. Como hemos señalado, la hiperplasia de las glándulas endometriales suele producirse durante la fase de diestro, pero lo signos no suelen aparecer hasta pasadas 2-12 semanas del último celo.
  • Citología vaginal: la imagen del frotis vaginal será normal, dado que la alteración se encuentra a nivel uterino. No obstante, cuando el proceso se complica con una infección (piómetra), se pueden observar en el frotis polimorfonucleares degenerados y bacterias intra y extracelulares.
  • Ecografía: en estadios iniciales, apenas se observan cambios en la imagen ecográfica del útero. Sin embargo, a medida que la patología progresa, se puede observar un endometrio engrosado con elevaciones irregulares quísticas y presencia de secreción en la luz uterina.

Tratamiento de la hiperplasia endometrial quística en perras

El tratamiento de la HEQ en las perras se puede abordar desde dos puntos de vista:

  • Tratamiento conservador: se basa en un tratamiento farmacológico a base de aglepristone, con el fin de bloquear los receptores de progesterona. Sin embargo, debemos tener en cuenta, que aunque el tratamiento conservador sea efectivo, el proceso puede reaparecer en el siguiente ciclo estral.
  • Tratamiento quirúrgico: consiste en realizar una castración (ovariohisterectomía) de la perra. A diferencia del tratamiento farmacológico, el tratamiento quirúrgico es curativo y definitivo, dado que consigue eliminar la influencia hormonal que desencadena la patología. No dudes en consultar este artículo con más información sobre Castrar a un perro: precio, posoperatorio, consecuencias y beneficios.

Recuerda que la castración consigue reducir los niveles hormonales y evitar o resolver muchos de estos procesos hormono-dependientes. Por ello, te recomendamos que consideres la esterilización como una buena opción para prevenir estas y otras múltiples patologías reproductivas en la perra.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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  • Sánchez, A; Arias, F. (2017). Fundamentos y consideraciones de la patología endometrial canina. Rev. Investig. Vet Peru; 28(1)