Hipotermia en gatos - Causas, síntomas y tratamiento

La hipotermia se considera un cuadro sintomático complejo ocasionado por el descenso de la temperatura corporal. La temperatura ideal para gatos adultos y sanos debe rondar los 38 y 39ºC ^[1]. No obstante, cuando la temperatura baja de los 36ºC, empezaremos a observar temblores y otros síntomas característicos de la hipotermia. De esta manera, cuando nos encontremos con una temperatura baja en gatos, debemos considerar la posibilidad de que el animal esté sufriendo una hipotermia felina.

En la mayoría de los felinos domésticos, el cuadro hipotérmico aparece tras la exposición al frío y otras condiciones climáticas severas. Algunas de las causas de la hipotermia en gatos pueden ser:

• Patologías: también pueden dificultar la regulación natural de la temperatura corporal en los felinos, como suele ocurrir ante un cuadro de hipotiroidismo.
• Alteraciones en el sistema inmunológico: provocan que el animal sea mucho más vulnerable a padecer los síntomas de la hipotermia.
• Sistema inmunológico no desarrollado: los gatos bebés son especialmente vulnerables ante un caso de hipotermia, ya que todavía no pueden regular su temperatura corporal por sí mismos, y su sistema inmunológico todavía está formándose.
• Cambios y condiciones adversas del clima: es fundamental prevenir a nuestros pequeños felinos de las condiciones adversas y de los cambios climáticos durante el invierno y acudir de forma urgente al especialista si nuestro felino es un gato cachorro.

Si te estás preguntando qué hacer en caso de hipotermia en gatos, es imprescindible resaltar que un cuadro de hipotermia en gatos requiere atención inmediata, especialmente si hablamos de un gato recién nacido o bebé. El descenso radical de la temperatura corporal de un animal puede provocar el fallecimiento repentino o bien ocasionar daños irreversibles en la salud.

¿Cómo subir la temperatura a un gato?

En el centro veterinario se pueden llevar a cabo diversos pasos para tratar al gato con hipotermia en cuestión:

• Si el animal está mojado, se procederá a secarlo con una toalla.
• Se trasladará al gato a un ambiente ligeramente cálido y controlado.
• Se procederá a realizar un calentamiento externo.
• Puede ser necesario el uso de un enema o de fluidoterapia.
• Se mantendrá al gato en observación hasta que el veterinario dé el alta.

Nunca se debe:

• Frotar el cuerpo del animal.
• Bañarle en agua caliente.
• Aplicarle agua tibia directamente.
• Utilizar mantas térmicas

Estos remedios pueden quemar la piel del felino, aún cuando se utiliza la mínima potencia. Ante una temperatura corporal baja en gatos, es imprescindible acudir al veterinario, ya que se debe determinar si existe alguna patología que esté provocando el descenso de la temperatura o bien si este cuadro ha podido provocar daños graves en el organismo del animal.

Aún así, en ExpertoAnimal vamos a ofrecerte algunos consejos de primeros auxilios que puedes seguir si te encuentras ante una emergencia y el veterinario está a una distancia considerable. El objetivo consistirá en tratar de evitar aún más el descenso de la temperatura y mantener al gato con vida:

Como hemos mencionado anteriormente, lo primordial es acudir con tu felino a un veterinario, pero a continuación vamos a exponerte algunos de los primeros auxilios dependiendo de la situación en la que encontremos al gato con hipotermia.

¿Qué pasa si un gato se moja?

Los gatos que están acostumbrados a realizar paseos solos en el exterior de su hogar, pueden mojarse, ya sea por la nieve, por la humedad del aire o por las lluvias. Si observas que tu felino se ha mojado por cualquier motivo, no dudes en secarlo inmediatamente. La humedad en su cuerpo, combinada a las bajas temperaturas externas, favorece la aparición de los síntomas de hipotermia. Debes utilizar simplemente toallas secas para secarlo y proporcionar calor a su cuerpo.

Proporcionar calor al cuerpo del gato

Si identificamos el descenso de la temperatura corporal en nuestro gato antes de la aparición de los síntomas, o cuando dichos signos todavía son leves, podemos optar por abrigar a nuestro felino, envolviéndolo en una toalla seca o colocarle un abrigo para gatos.

También podemos utilizar nuestra propia temperatura corporal para trasmitirle calor. Por ejemplo, cargarlo envuelto en la toalla en nuestros brazos. Ello genera una sensación de bienestar muy positiva y también ayuda a mantener a nuestro felino seguro y tranquilo.

No obstante, si nuestro felino ya desarrolló síntomas como temblores, falta de apetito o letargo, debemos optar por una fuente de calentamiento externo. Podemos colocar al gato en una caja de cartón o en un transportín y, a su lado, botellas con agua tibia, nunca caliente. Después se debe acudir al veterinario.

Equilibrar los niveles de glucosa

El organismo del gato, así como el de todos los mamíferos, adopta ciertos mecanismos para compensar temporalmente el descenso de la temperatura corporal y evitar así efectos drásticos en el organismo. Para intentar mantener estable su temperatura interna, el cuerpo empieza a quemar sus reservas energéticas.

Como consecuencia, el animal sufre una rápida hipoglucemia, es decir, la bajada de los niveles de azúcar en su corriente sanguíneo. Eso puede provocar un severo estado letárgico, que conduce progresivamente al coma. Para evitar este proceso degenerativo y estabilizar los niveles de glucosa rápidamente, podemos ofrecer 1 cucharadita de miel a nuestro gato.

Revisar su cuerpo para identificar posibles heridas de congelamiento

Si tu gato ha estado expuesto a temperaturas muy bajas o padeció frío de forma prolongada, es probable que desarrolle algunas heridas o quemaduras características del congelamiento. Para identificarlas, deberás revisar todo su cuerpo, poniendo especial atención en su las regiones con menor concentración de pelos, como orejas, patas, cola y ano. Si encuentras lesiones o zonas enrojecidas, no dudes en comentárselas a tu veterinario.

Urgencias veterinarias

Aunque hayas seguido estos pasos y tu gato presente una mejoría notable, será fundamental acudir al veterinario, para descartar que la hipotermia haya afectado a la salud de tu felino. No obstante, en los casos más graves, cuando el animal ya presenta pérdida de conciencia e incluso un coma, será imprescindible envolver al gato en una toalla y acudir rápidamente a un centro veterinario.

Ante un caso grave que ponga en riesgo la vida del animal se deben emplear técnicas más complejas, como el uso de enemas, terapia intravenosa, uso de electrolitos, fluidoterapia y hasta oxigenoterapia.

Prevenir la hipotermia en los gatos y en los perros no solo es posible, sino que es recomendable y necesario. Si conseguimos mantener estable la temperatura corporal de nuestros amigos peludos con la llegada de la estación más fría del año, evitamos daños innecesarios a su salud.

• Medir la temperatura corporal diariamente en invierno: esta es una medida preventiva muy eficiente en gatos que tienen acceso al exterior, pues nos permite verificar el descenso de la temperatura corporal antes de la aparición de cualquier síntoma de hipotermia.
• Acondicionar el hogar: con la llegada del invierno, también debemos preparar nuestro hogar para proporcionar calidez y bienestar a nuestros animales. La calefacción será nuestra mejor aliada para mantener la temperatura ambiente entre 24ºC y 26ºC.
• Accesorios imprescindibles: también será fundamental ofrecer un nido o cama a nuestro gato, con una manta dentro e incluso podemos poner un abrigo a nuestro compañero, de esta forma estará caliente y abrigado. Estos consejos se deben tener especialmente en cuenta si tenemos un gato sin pelo.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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