La incontinencia urinaria en perros consiste en la evacuación inadecuada de orina y suele producirse porque el perro pierde el control voluntario de la micción. Es normal, en estos casos, la eneuresis nocturna, es decir, nuestro perro se orina dormido. También podemos notar que orina con más frecuencia o que pierde orina cuando está nervioso o estresado.
Es importante tener claro que no lo hace a propósito, sino que no lo pueden evitar, por lo tanto, nunca hay que reñirles. En este artículo de ExpertoAnimal hablaremos sobre la incontinencia urinaria en perros, las causas que la provocan y su tratamiento.
Incontinencia urinaria por déficit hormonal
Este tipo de incontinencia urinaria en perros es más frecuente en hembras esterilizadas de mediana edad en adelante. Su origen en hembras es el déficit de estrógenos, mientras que en machos se produce por falta de testosterona. Estas hormonas ayudan a mantener el tono muscular del esfínter. El perro sigue orinando como de costumbre pero, cuando se relaja o se duerme, pierde orina. El veterinario puede prescribirnos fármacos para aumentar el tono del esfínter y corregir así el problema.
Incontinencia urinaria neurogénica
Esta incontinencia urinaria en perros se produce por lesiones en la médula espinal que afectan a los nervios que controlan la vejiga, lo que va a disminuir su tono muscular y su capacidad de contracción. Así, la vejiga va a llenarse hasta que el peso desborde el esfínter, provocando un goteo intermitente sobre el que el perro carece de control. El veterinario puede medir la fuerza de contracción de la vejiga y determinar dónde se encuentra el daño. Es una incontinencia difícil de tratar.
Incontinencia urinaria por hiperdistensión de la vejiga
Este tipo de incontinencia urinaria en perros está producida por una obstrucción parcial de la vejiga que puede ser debida a cálculos en la uretra, tumores o estenosis, es decir, estrechamientos. Aunque la sintomatología es similar a la de la incontinencia neurogénica, los nervios que acaban en la vejiga no se ven afectados. Para tratar este problema se debe eliminar la causa de la obstrucción.
Incontinencia urinaria por insuficiencia renal
Los perros que padecen enfermedad renal no pueden concentrar su orina. La producen en grandes cantidades, lo que hace que aumenten su consumo de agua para recuperar líquidos, que es lo que, a su vez, les hace orinar más y en grandes cantidades.
En este tipo de incontinencia urinaria en perros van a necesitar poder evacuar con mayor frecuencia, así, si vive dentro de una casa tendremos que ofrecerles más oportunidades de pasear. De lo contrario, no podrán evitar miccionar en casa. La enfermedad renal puede ser aguda o crónica y observaremos síntomas en el perro como adelgazamiento, aliento con olor a amoníaco, vómitos, etc. El tratamiento se basa en un pienso específico y medicación en función de la sintomatología.
Micción por sumisión o incontinencia urinaria por estrés
Este tipo de incontinencia urinaria en perros es frecuente y se reconoce fácilmente porque veremos la expulsión de pequeñas cantidades de orina cuando el perro está nervioso, asustado en situaciones de estrés. Es frecuente que observemos que el perro se orina si le regañamos o si se expone ante ciertos estímulos.
Se produce por la contracción de los músculos de la pared abdominal a la vez que se relaja la musculatura que afecta a la uretra. Existe medicación que puede aumentar el tono muscular y también podemos ayudar al perro limitando todas aquellas situaciones que le desencadenan estrés o miedo. En ningún caso hay que castigarlo, ya que agravaría el problema.
Sídrome de disfunción cognitiva
Esta afección afecta a perros ancianos y en ella se producen diferentes alteraciones cerebrales consecuencia de la edad. El perro puede verse desorientado, cambia sus patrones de sueño y actividad, presenta comportamientos repetitivos como dar vueltas en círculo y, también, puede orinar y defecar en el interior del hogar.
Este tipo de incontinencia urinaria en perros debe diagnosticarse primero descartando causas físicas, ya que estos perros también podrían estar padeciendo enfermedad renal, diabetes o síndrome de Cushing. Como hemos dicho, debemos ofrecerle a nuestro perro más oportunidades para salir y, en ningún caso, reducirle la cantidad de agua que pida.
Además, los perros más mayores pueden padecer trastornos musculoesqueléticos que limiten su actividad. En estos casos, simplemente, el animal no quiere moverse porque siente dolor. Podemos facilitarle los desplazamientos a las zonas de evacuación, además de buscar la causa de su malestar y, si es posible, tratarla.
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Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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