Insulinoma en perros - Síntomas, causas y tratamiento

Insulinoma en perros - Síntomas, causas y tratamiento

El insulinoma canino es un tumor que afecta al páncreas endocrino. En concreto, es una neoplasia que involucra a las células beta pancreáticas, las cuales que producen una liberación excesiva y mantenida de insulina, que a su vez provoca una disminución de los niveles de glucosa en la sangre. Aunque se pueden encontrar tanto proliferaciones benignas como malignas, por desgracia en la especie canina son más frecuentes las formas malignas (carcinomas).

Si quieres conocer más acerca del insulinoma en perros, no te pierdas el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que detallamos los síntomas, causas y tratamiento de esta enfermedad tumoral.

¿Qué es un insulinoma en perros?

Antes de definir qué es un insulinoma, es importante que expliquemos la estructura y la función del órgano que se ve afectado por esta patología: el páncreas. El páncreas es una glándula que se compone de dos partes, cada una de las cuales tiene una función determinada:

  • El páncreas exocrino: se relaciona con el aparato digestivo, puesto que secreta el jugo pancreático, necesario para la digestión de los alimentos.
  • El páncreas endocrino: contiene los llamados islotes de Langerhans, que a su vez están formados por células alfa (secretoras de glucagón), células beta (secretoras de insulina) y células delta (secretoras de somatostatina). Es decir, está relacionado con el sistema endocrino, en concreto, con el sistema hormonal que regula los niveles de glucosa en la sangre.

Conocida la estructura y la función del páncreas, podemos pasar a explicar en qué consiste esta patología. El insulinoma canino es un tumor de las células beta pancreáticas, es decir, de las células encargadas de la producción de insulina. La insulina es una hormona que se librea como respuesta a la presencia de glucosa en sangre y que permite que la glucosa penetre en las células para ser utilizada como fuente de energía. En el insulinoma, las células tumorales producen una secreción excesiva y permanente de insulina, lo que conlleva que los animales se mantengan continuamente en un estado de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre).

Dentro del insulinoma, podemos encontrar proliferaciones benignas (adenoma) y malignas (carcinoma). Los carcinomas pancreáticos tienen una tasa de mortalidad alta y suelen metastatizar con frecuencia en el mesenterio, hígado, bazo y nódulos linfáticos regionales, aunque por suerte se trata de tumores poco frecuentes en la especie canina.

El insulinoma canino suele aparecer en perros de edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, aunque son más frecuentes en edades avanzadas (a partir de los 9 años). No existe una predisposición sexual, pero sí racial, con una mayor incidencia en el pastor alemán, el golden retriever, el caniche, el setter irlandés, el fox terrier y el boxer.

Síntomas de insulinoma en perros

Los signos clínicos asociados al insulinoma canino se producen como consecuencia de la hipoglucemia mantenida y de la estimulación del sistema simpático adrenal. En concreto, en los perros con insulinoma se puede observar:

  • Debilidad y letargo: por el déficit de glucosa a nivel del sistema nervioso central.
  • Conductas anormales, nerviosismo.
  • Debilidad del tercio posterior, calambres y fasciculaciones musculares.
  • Colapso.
  • Ataxia (incoordinación).
  • Crisis convulsivas.

Otros signos clínicos menos frecuentes que se pueden detectar en estos pacientes son: poliuria y/o polidipsia, polifagia, anorexia, aumento de peso, diarrea, síncope, inclinación de la cabeza, incontinencia urinaria y ceguera.

Causas de insulinoma en perros

La etiología exacta del insulinoma en perros se desconoce. Como todas las neoplasias, el insulinoma se produce por una alteración genética que da lugar a una proliferación celular desorganizada. Sin embargo, se desconoce cuál es la causa concreta que desencadena esta alteración genética.

Diagnóstico de insulinoma en perros

El diagnóstico del insulinoma canino debe basarse en los siguientes puntos:

  • Historia clínica y exploración física: como ya hemos señalado, los perros con esta patología presentan signos clínicos asociados fundamentalmente a la hipoglucemia mantenida.
  • Analítica sanguínea (hemograma y bioquímica): el parámetro más indicativo del insulinoma canino es la detección de un estado de hipoglucemia en ayunas (valores inferiores a 60 mg/dl), la cual se debe a la producción excesiva de insulina por las células tumorales. No obstante, para confirmar la hipoglucemia no basta con una determinación aislada, sino que es necesario realizar una curva con mediciones cada hora, a lo largo de un periodo de ayunas de 8 horas.
  • Análisis histopatológico: se realiza una vez extirpado el tumor y permite confirmar el diagnóstico. Microscópicamente, las neoplasias de células pancreáticas están formadas por células bien diferenciadas, con escasas mitosis pero gran facilidad para metastatizar.

Tratamiento de insulinoma en perros

¿El insulinoma en perros tiene cura? En algunos casos sí es posible extirparlo por completo, sin embargo en otros el resultado no es el deseado. Existen dos posibles tratamientos del insulinoma en perros, que se establecen según la edad y el estado general del paciente.

Tratamiento quirúrgico

El objetivo de la cirugía es extirpar el tumor pancreático (total o, cuando no sea posible, parcialmente) y extirpar las posibles metástasis presentes en el mesenterio, el hígado o los nódulos linfáticos.

El tratamiento quirúrgico es recomendable, ya que aunque solo sea posible realizar una extirpación parcial, los síntomas remitirán durante un periodo de tiempo variable (de meses a algo más de un año) y ayudará al éxito de la terapia médica. No obstante, la cirugía se desaconseja en pacientes en estado crítico, debido a los riesgos anestésicos.

Pese a que la cirugía sea el tratamiento de elección en todos los pacientes estables, se debe tener en cuenta que pueden aparecer una serie de complicaciones postoperatorias:

  • Pancreatitis: debida al manejo del páncreas durante la cirugía. Para prevenir su aparición, se debe realizar un manejo suave del páncreas durante la cirugía, instaurar una fluidoterapia adecuada antes, durante y después de la operación, y administrar una alimentación postoperatoria adecuada.
  • Diabetes mellitus: al extirpar el tumor, puede que el páncreas no sea capaz de sintetizar la cantidad suficiente de insulina porque el resto de células beta quedan atrofiadas. En estos casos, se debe administrar insulina exógena hasta que el páncreas recupere su capacidad funcional de producir insulina.
  • Hipoglucemia mantenida: se produce cuando existen metástasis que continúan produciendo insulina. En estos casos, se requiere un tratamiento médico adicional.

Tratamiento médico

El tratamiento médico será necesario tanto en perros en los que la cirugía esté contraindicada, como en perros en los que se ha realizado una extirpación incompleta del tumor. A su vez, dentro del tratamiento médico distinguimos dos situaciones:

  • Tratamiento de crisis hipoglucémica aguda: es una situación de urgencia en la que los animales sufren una crisis convulsiva. En estos casos, los cuidadores deben estar prevenidos y actuar con rapidez, frotando una solución azucarada (como mermelada o miel) en la cavidad oral. La mucosa oral tiene la capacidad de absorber con rapidez la glucosa contenida en estos alimentos, resolviéndose así la crisis convulsiva en unos 30-120 segundos.
  • Tratamiento de la hipoglucemia crónica o mantenida: el objetivo de esta parte del tratamiento es paliar los síntomas derivados de la hipoglucemia y prevenir la aparición de crisis agudas. No se deben emplear protocolos quimioterápicos, dado que todos provocan graves efectos secundarios. Por ello, el tratamiento médico únicamente debe ir encaminado a incrementar la absorción de glucosa en el intestino y a disminuir la secreción de insulina. En concreto, se debe realizar un tratamiento dietético con comidas frecuentes, evitando los periodos de ayuno prolongado. Se recomienda una combinación de alimento seco y húmedo, junto con la práctica de ejercicio muy suave. Al tratamiento dietético se le debe sumar un tratamiento farmacológico, con glucocorticoides o diazóxido.

 

Pronóstico de insulinoma en perros

Por desgracia el pronóstico del insulinoma canino es de reservado a malo, dado que la mayoría de estos tumores son malignos.

La esperanza de vida de perros con insulinoma depende del tratamiento que se instaure:

  • En perros que solo reciben tratamiento médico: la esperanza de vida es de 12 meses.
  • En perros que se someten a un tratamiento quirúrgico: un tercio fallece por complicaciones intra o postoperatorias, otro tercio vive menos de 6 meses y el tercio restante puede tener una esperanza de vida de 12 a 14 meses.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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