La leyenda del colibrí maya

La leyenda del colibrí maya

"Las plumas de los colibrís son mágicas"... al menos eso lo aseguraban los Mayas, una civilización mesoamericana que vivió entre los siglos III Y XV en Guatemala, México y otros lugares de América Central.

Los mayas veían a los colibrís como criaturas sagradas que poseían poderes sanadores a través de la alegría y el amor que transmitían hacia las personas que los observaban. Esto en cierta forma es muy cierto, incluso en la actualidad, cada vez que vemos un colibrí nos llena de emociones muy agradables.

La cosmovisión de la civilización maya tiene una leyenda para todo (en especial para los animales) y ha creado una increíble historia acerca de esta vibrante criatura. Continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal donde conocerás la curiosa leyenda del colibrí maya.

Los Mayas y sus dioses

Los Mayas tenían una cultura mística y, como mencionamos anteriormente, tienen una leyenda para todo. Según los ancianos sabios de esta civilización, los dioses crearon todo cuanto en el planeta existe, formando animales a partir de barro y maíz, dotándolos de habilidades físicas y espirituales excepcionales y misiones particulares; muchos de ellos siendo hasta la personificación de los mismos dioses. Las criaturas del mundo animal son sagradas para civilizaciones como la Maya porque confiaban que estos eran mensajeros directos de sus adoradas deidades.

El preciado colibrí

La leyenda del colibrí maya nos relata que los dioses crearon a todos los animales y a cada uno le dieron una labor especifica que cumplir en la Tierra. Cuando terminaron la repartición se percataron que les había faltado encargar una labor muy significativa para ellos: necesitan un mensajero que transportara sus pensamientos y deseos de un lugar a otro. Sin embargo, lo que sucedió fue que, además, como no contaban con esto, se quedaron cortos con los materiales para la creación de este nuevo portador, ya no tenían más barro ni maíz.

Como eran Dioses, creadores de los posible y lo imposible, decidieron hacer algo más especial. Cogieron una piedra de Jade (un mineral precioso) y tallaron una flecha que simbolizaba el recorrido. Al pasar unos días, cuando estuvo lista soplaron tan fuerte sobre ella que la flecha salió volando por los cielos convirtiéndose en un precioso colibrí multicolor.

Crearon al colibrí, frágil y ligero para que pudiese para volar alrededor de la naturaleza y el hombre sin casi darse cuenta, tomar sus pensamientos y deseos y transportarlos.

Según la leyenda los colibrís se volvieron tan populares e importantes que el hombre comenzó a sentir la necesidad de atraparlos para sus fines personales. Los Dioses enfadadados con esta irrespetuosa realidad condenaban a muerte a cada hombre que osara con enjaular a una de estas preciadas criaturas y, además, dotaron al ave de una impresionante rapidez. Esta es una de las explicaciones místicas que se les da al hecho que es prácticamente imposible coger a un colibrí... Los Dioses los protegen.

Los encargos de los dioses

Se piensa que estas aves traen mensajes del más allá y que pueden ser manifestaciones del espíritu de una persona fallecida. El colibrí también es considerado un animal mitológico sanador que ayuda a las personas con necesidad cambiándoles su suerte.

Finalmente, la leyenda se resume en que esta preciosa, diminuta y sigilosa ave tiene la importante labor de llevar de allá para acá los pensamientos e intenciones de las personas. Así que si llegas a ver a un colibrí acercándose a tu cabeza, no lo toques y permite que tome tus deseos y los lleve lejos directo a su destino.

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