El lobo (Canis lupus) ha sido uno de los animales más perseguidos pues muy erróneamente se ha considerado una amenaza y hay que aclarar que si bien el lobo es un animal depredador, sólo muestra este comportamiento como parte de sus patrones alimentarios, lo que no implica que sea un animal agresivo.
Por el contrario, encontramos en el lobo una estructura familiar muy compleja y unos hábitos que actúan siempre en beneficio de la comunidad. Este extraordinario comportamiento ha sido ampliamente estudiado, en parte gracias a que los lobos se reproducen bien en cautividad, una gran suerte para la diversidad animal, ya que varias especies se encuentran en peligro de extinción.
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La estructura familiar del lobo
Los estudios sugieren que animales tan entrañables y amistosos como los perros, no actúan por vínculos familiares, sí lo hace la madre tras el parto en el proceso de cuidado y educación de sus crías, pero por ejemplo, el padre no percibe este vínculo familiar e incluso tras los años puede aparearse con su progenie.
En cambio, al estudiar a un animal tan salvaje y bello como el lobo, se han observado comportamientos muy distintos, asombrosos e incluso más humanitarios que los que muchas veces se observan en una familia humana.
Una manada de lobos puede estar formada por un número de lobos que oscile entre 6 y 20, no obstante, esto dependerá de muchos factores. Los miembros que conforman la manada son un macho alfa y una hembra beta, también conocidos como pareja reproductiva, y sus hijos, algunos de ellos pueden marcharse al llegar a una edad adulta, en cambio otros pueden seguir formando parte de la manada.
El sentido de cuidado de la manada es también asombroso, ya que cuando conviven hermanos de distintas generaciones, los hermanos mayores tienen un instinto de cuidado y protección hacia los hermanos menores.
En ocasiones, los hermanos sí pueden reproducirse, cuando hay abundancia de alimentos, en cambio, si la caza está resultando difícil para la manada, la pareja reproductiva podría incluso decidir no tener una nueva camada para así no comprometer la alimentación de la manada.
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Los lobos y su pareja
Fisiológicamente un lobo puede procrear con cualquier loba y una loba puede a su vez reproducirse con cualquier lobo, sabiendo esto, podemos afirmar que la pareja reproductiva de la manada no es únicamente una pareja con fines reproductivos.
¿Por qué? Permanecen juntos toda la vida y sabemos de antemano que esto no obedece únicamente a una cuestión de reproducción.
No se sabe con exactitud que lleva a un lobo a elegir a una determinada pareja, pero sí se sabe que cuando una pareja de lobos se aparea, permanecerán juntos en la misma manada durante toda su vida, esto pueden ser de 6 a 8 años en el hábitat natural y hasta 15 años en cautividad.
El lobo es el animal más fiel (sí, mucho más fiel que el ser humano) y sólo se reproducirá con otra pareja en el caso de que su pareja anterior haya muerto o se haya perdido.
Preparándose para la reproducción
Los lobos saben muy bien que tener a la misma pareja durante toda la vida puede no resultar muy sencillo y para colocar a su pareja como una prioridad y permanecer juntos siempre cuentan con diversos mecanismos, aunque principalmente merece la pena destacar dos:
- La hembra beta se muestra agresiva con las otras hembras de la manada. Esta actitud estresa a las hembras subordinadas y el estrés causa en el organismo de estas hembras la inhibición del celo.
- El macho alfa, al inicio de la época de apareamiento se anticipa a la ovulación de la hembra y empieza a ser muy cariñoso con la misma, mostrándole constantemente su afecto a través de diversos gestos.
El ritual de apareamiento
El periodo de receptividad por parte de la hembra se produce una vez al año y dura de 5 a 14 días, durante los cuales, se producirán múltiples coitos. Generalmente el apareamiento sucede a finales del invierno o inicios de la primavera.
El coito se da cuando el macho monta a la hembra por detrás, y puede tener una duración entre los 10 y 30 minutos, durante la cual, el lobo eyaculará múltiples veces, no obstante, lo curioso es que tras la eyaculación inicial, el macho levantará sus patas por encima de la hembra, de modo que cada lobo quedará mirando en direcciones opuestas. ¿Por qué sucede esto? Bueno, los lobos saben que uno tiene que cuidar la espalda del otro.
Mamá loba y sus cachorros
Tras 63 días aproximados de embarazo la loba dará a luz sola en su guarida pudiendo tener hasta 14 cachorros, durante el primer mes los alimentará con la leche materna y los educará, si alguno se atreve a salir antes de tiempo, mamá loba les da un susto de muerte y les gruñe, protegiéndolos así a toda costa.
Cuando el cachorro sale de la guarida, la madre ya le ha enseñado todo lo que tiene que saber acerca de un depredador.
Ya en la manada, es una prioridad el adecuado desarrollo del cachorro, y como decíamos, cuando unos miembros salen a cazar, otros quedan al cuidado de los más pequeños de la tribu. Deberán pasar entre 4 y 6 meses para que el lobo pueda valerse por sí mismo.
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