La serpiente pitón como mascota

La serpiente pitón como mascota

Tener una serpiente pitón como mascota, un reptil que puede crecer de forma desmesurada, conlleva una gran responsabilidad hacia uno mismo, tu familia, los vecinos y la propia mascota.

No es cosa de broma, la serpiente pitón como mascota es un peligro latente que no debe ignorarse.

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¿Por qué quieres una pitón como mascota?

Ésta es una pregunta muy seria que debes plantearte sin remisión. Si uno deseara comprarse una pistola, una granada o cualquier arma que lo pusiera a él y su entorno en un peligro potencial, la respuesta: ¡Porque me gustan las pitones!, es extremadamente inmadura si no se conocen muy a fondo las reacciones y la idiosincrasia de estas grandes serpientes.

Además cualquier arma puede guardarse bajo llave, en un cajón o en un armario fuera del alcance de los niños. Una pitón no admite este tipo de enclaustramiento, está viva y adquieren una fuerza descomunal.

Si la respuesta a esta imprescindible pregunta es que precisas tener dicha serpiente para trabajar como striper masculino o femenino, o bien eres un herpetólogo que trabaja comúnmente con distintas clases de ofidios, adelante: sácate la licencia correspondiente y adopta a la pitón.

Motivos por los cuales no es conveniente tener una pitón en casa

Tener un animal que puede estrujarte a ti, o a cualquier miembro de tu familia, para zampárselo seguidamente, no parece a priori la mejor de las decisiones. Pero cuando somos adultos algunos nos volvemos muy peculiares, y ciertamente convivir con un ser tan peligroso es una peculiaridad espectacular.

El espacio que precisa una pitón adulta - un terrario de 3x1x2 metros como mínimo, y con temperatura y humedad constante - es otro motivo disuasorio, a menos de que de este modo impidas que venga a convivir con vosotros algún familiar indeseable.

La alimentación: primero ratones, luego ratas congeladas o vivas y posteriormente conejos vivos, es un espectáculo que a mí no me seduce; pero comprendo que existen personas muy peculiares que pueda fascinarles la cosa.

Amantes de los reptiles

Está científicamente reconocido que bajo nuestro cerebro de mamífero existe un cerebro reptiloide ancestral que se encarga de las funciones más atávicas y primarias.

Quizá por este motivo y también porque en mi horóscopo chino yo soy serpiente, considero que estos animales poseen una belleza y un encanto natural. Tener pequeñas serpientes coloridas como muestra de tu aprecio por dichas mascotas está muy bien. Sobre gustos no hay colores y existen serpientes pequeñas y mansas cuyo peligro máximo es que puedan morderte accidentalmente porque tus dedos huelan a pollo.

Pero decidirse a adoptar una pitón reticular, una peligrosa birmana o cualquier otra especie de ellas sin previa experiencia o sin disponer del espacio adecuado es optar por un fracaso anunciado, casi con total seguridad.

Incidentes con las pitones y otras constrictoras

La red está plagada de incidentes, accidentes y catástrofes horrorosas sucedidas entre personas y grandes serpientes constrictoras. Ejemplos:

Serpiente cuya convivencia con la familia duraba 10 años. Su dueño era un profesional con tienda de reptiles y repentinamente un fatídico día la pitón escapó de su terrario cuyas paredes de cristal llegaban hasta el techo. La pitón escapó por un orificio en el techo, se desplazó por unos conductos de ventilación y llegó a la habitación donde dormían los niños. Cayó desde el techo y mató a dos niños. Una catástrofe terrible. Esto sucedió el 7 de agosto de 2013 en Canadá. La serpiente era una pitón roja africana de unos 5 metros.

Accidentes sucedidos cuando el cuidador alimentaba a su pitón o boa y el animal tras morderlo ha intentado abrazarlo mortalmente, provocándole graves lesiones y experiencias terroríficas. Esto ha pasado centenares de veces.

Un incidente simpáticamente macabro sucedió durante una consulta telefónica en una emisora de radio. El radioyente le comentaba al especialista invitado que su serpiente que tenía suelta por su piso, cada mañana la encontraba mansamente acostada a su lado de la cama y estirada al máximo. La respuesta del herpetólogo fue brutal: la mansa pitón se medía con su dueño, esperando pacientemente crecer lo suficiente para comérselo entero.

El carácter de los animales

Todas las especies animales ostentan unos rasgos característicos comunes a cada especie. Pero luego existe la idiosincrasia particular de cada espécimen. Un animal manso puede tener un mal día por encontrarse mal, incómodo, hambriento, en celo... Igual como sucede con el animal racional humano. Incluso a semejanza de los humanos, hay animales con mal carácter permanente.

Pero, la verdad, yo prefiero enfrentarme mil veces con un periquito huraño que desagradecido intente picotearme los dedos a través de los barrotes de su jaula, que a una mansa pitón de cinco metros bien alimentada, que tenga un solo mal día. El tamaño siempre importa.

La decisión final: Quiero a toda costa una pitón

Si finalmente decides adoptar a una pitón, a pesar de no tener que dedicarte al striptease ni ser un especializado herpetólogo, investigador de las grandes constrictoras; o sea, que a tu peculiar personalidad le "mola" tener por compañía a un enorme ser potencialmente aterrador... adelante.

Encontrar a tu pitón no te va a ser muy difícil y tienes dos opciones: la primera consiste en acudir a un refugio de reptiles. Existen muchísimas personas que después de un mes o dos de tener a la serpiente la abandonan, por este motivo, tú puedes hacerte cargo y decidir adoptar.

También puedes acudir a un centro de animales acreditado y mejor si está especializado en reptiles con la homologación correspondiente. Atiende las preguntas, consejos y recomendaciones del experto si intuyes que es un profesional responsable. Si ves que el tipo intenta venderte la pitón sin más... huye.

No engañes al profesional mintiéndole sobre el gran piso que posees, el enorme tiempo disponible y el montón de pasta que tienes para mantener durante unos 30 años a la pitón, día tras día.

El cuarto de la abuela no es un lugar idóneo a pesar de tu amor hacia las pitones, Media hora a la semana para alimentar a la pitón no es suficiente. Que la abuela limpie el terrario de tu pitón no constituye ninguna buena idea. Cargar con un "abuelicidio" por irresponsable en tu historial no te conviene.

Aparte del precio de la serpiente, deberás pagar la licencia especial de animales peligrosos. Luego comprar o construir un terrario con una temperatura entre los 27º-35º y humedad regulable. No vale una caja que contenía cartones de tabaco y una palangana de los chinos para el agua.

Compra un congelador para guardar las ratas congeladas. Meterlas al lado de las bolsas de panga, patatas bravas, helados o pizzas no es conveniente.

Por último adquiere un buen seguro de responsabilidad civil que cubra los desmanes que pueda provocar la bestia si se escapa y aparece en casa de los vecinos - un caso clásico y recurrente-. Hazte también un seguro de vida para ti y otro para tu abuela, por si acaso.

Conclusiones

Espero que mis comentarios con ánimo humorístico hayan desanimado a los ilusionados, pero poco informados posibles compradores de pitones o boas. Deseo que dichos comentarios no hayan molestado a los aficionados a las serpientes que sean serios, responsables, informados, cuidadosos y que atienden perfectamente a su mascota.

He intentado hacer hincapié en que una pitón no es un juguete, como no lo es ninguna otra mascota, y que precisa de cuidados rigurosos y especializados. Ellos lo saben mejor que nadie, y a pesar de todas las complejas y costosas circunstancias, prosiguen con gran pasión su lícita afición.

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