Las personas tenemos nuestros famosos 10 mandamientos del Cristianismo, que no son ni más ni menos que un conjunto de principios básicos que se deberían de seguir para poder convivir en paz y tener una vida plena según la religión cristiana.
Entonces, ¿por qué no vamos a tener los 10 mandamientos de un perro? Un simple recopilatorio de 10 reglas que debemos seguir y saber si vamos a tener (o ya tenemos) un perro.
Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal para saber todos los pasos que debes seguir para que tu perro se sienta el más afortunado del mundo a tu lado.
1. No te enfades conmigo
Es totalmente comprensible que, en ocasiones, el perro pueda hacerte enfurecer, especialmente cuando mordisquea los zapatos que te ibas a poner, destroza el jarrón favorito de tu madre o orina encima del sofá.
Aún así debes comprender que el perro tiene un cerebro como el de un niño pequeño y que no siempre es capaz de recordar todo lo que pretendemos de él. Después de realizar una fechoría no dudes que en menos de 10 minutos ya se le habrá olvidado por completo.
En lugar de enfadarte con él practica el refuerzo positivo premiándole cuando muerda su hueso, cuando se comporte tranquilamente en casa o cuando orine en la calle.
2. Dame atención y cuídame
El bienestar y por ende el comportamiento positivo del perro está directamente relacionado con el amor y el cariño que le puedas ofrecer, de este modo, los perros que tengan con sus dueños una estrecha relación serán propensos a ser más sociables, cariñosos y educados.
3. Tú tienes a muchos amigos, pero yo solo te tengo a tí...
¿Te has fijado cómo te recibe el perro cuando llegas a casa? No olvides nunca que tu perro no tiene una cuenta de facebook ni un grupo de perros con los que salir al parque de vez en cuando, él solo te tiene a ti.
Por este motivo es importante que, como dueño responsable, le incluyas de forma activa en tu vida y en tu día a día para que se sienta útil y socialmente aceptado: llévatelo de excursión, busca un camping en el que acepten perros, llévale contigo a la terraza del bar a tomar un refresco etc. todo vale para que tu mejor amigo no se sienta solo.
Cuando él está a tu lado se siente feliz, no le dejes nunca solo un período de tiempo excesivo.
4. Háblame, no entiendo lo que dices pero entiendo cómo lo haces
Los perros son tremendamente intuitivos, entenderán qué les dices aunque no entiendan exactamente tus palabras. Por este motivo, aunque sepas que no puede identificar exactamente todo lo que dices no dudes en utilizar palabras afectuosas con él. Evita los gritos y las riñas excesivas, el perro recordará (aunque no lo parezca) los malos momentos que le has echo pasar y solo conseguirás deteriorar vuestra relación.
5. Antes de pegarme, recuerda que también puedo hacerte daño y no lo hago
Algunos perros tienen mandíbulas verdaderamente poderosas, pero, ¿te has dado cuenta que ellos jamás la usan? Los perros rara vez muerden o atacan, exceptuando aquellos que tienen verdaderos traumas psicológicos, un caso aparte. Por este motivo te recordamos que no debes pegar jamás a tu mascota, eso solo agrava el problema, genera malestar y puede provocar en tu perro una situación muy grave.
6. Antes de echarme la bronca por ser flojo o desobediente, piensa qué me puede pasar
Los animales no han nacido para hacer piruetas ni obedecer todas nuestras órdenes como si de un robot se tratara. No puedes pedirle que haga siempre lo que tú quieres, el perro tiene autonomía propia, sentimientos y derechos.
Si tu perro no te obedece debes plantearte sinceramente si vuestra relación es la adecuada, si en este momento está preocupado o atento a otra cosa o si realmente estás cumpliendo con sus necesidades básicas. En lugar de culpar al perro por no obedecer, plantéate si estás haciendo tú algo mal.
7. No me dejes en la calle: no quiero morir en una perrera o atropellado por un coche
Personalmente he sentido en mis carnes la tragedia del abandono: perros que mueren viejos y solos en la perrera, perros con graves lesiones, perros asustados y tristes... ¿Abandonarías a un hijo? ¿Verdad que no? Lo mismo sucede con un perro, es de extrema crueldad abandonar a un ser indefenso. Por este motivo si no estás seguro de poder cuidarlo o de poder hacerte cargo de él en cualquier circunstancia (incluyendo irte de vacaciones, que te mudes, pagar al veterinario etc) no adoptes a un perro.
8. Cuídame cuando me haga mayor, yo lo haré cuando tú te envejezcas
Todos los cachorros son muy graciosos y a todo el mundo le gustan, pero cuando los perros se hacen mayores para algunas personas dejan de tener ese encanto y se convierten más en una obligación que otra cosa. No seas de esas personas. Un perro no hace otra cosa en su vida más que intentar darte todo lo que tiene y vivir contigo su corta pero excitante existencia.
9. Llévame al veterinario si estoy enfermo
¿Verdad que si te encuentras mal acudirías a un doctor? Lo mismo debes hacer con tu mascota, llévalo al veterinario cuando esté enfermo. Pasa de seguir remedios caseros, trucos y consejos de quienes no han visto en directo la enfermedad de tu mascota.
10. No necesito mucho, contigo y lo básico soy feliz
Tu perro no necesita un collar de oro, una caseta tamaño XL ni alimento premium, eso sí, tu perro siempre debe tener a su alcance agua fresca y limpia, sus comidas diarias, un lugar cómodo para reposar y el cariño que tu le puedas dar. No necesita grandes lujos, solo que te preocupes por él y sus necesidades.
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