¿Los animales piensan?

¿Los animales piensan?

Los seres humanos llevamos siglos estudiando el comportamiento de los animales. La etología, que es como se denomina esta disciplina científica, pretende, entre otras cuestiones, resolver si los animales piensan o no. Ya que hemos hecho de la inteligencia una de las "claves" para diferenciarnos del resto de los animales.

En este artículo de ExpertoAnimal explicaremos los conceptos claves de los estudios dirigidos a valorar las capacidades sensitivas y cognitivas de los animales. ¿Los animales piensan? Te lo explicamos todo sobre la inteligencia animal.

¿Qué es pensar?

Si queremos llegar a alguna conclusión sobre si los animales piensan o no, lo primero es definir que es lo que entendemos por la acción de pensar. Pensar procede del latín pensare, que tenía el significado de pesar, calcular o pensar. El Diccionario de la Real Academia Española lo define como formar o combinar ideas o juicios en la mente. El diccionario señala varias acepciones entre las que destaca examinar mentalmente algo con atención para formar un juicio, tener la intención de hacer algo o formar en la mente un juicio u opinión sobre algo.

Todas estas acciones enseguida nos traen a la mente otro concepto del que no se puede desvincular el pensamiento y que no es otro que la inteligencia. Este término puede definirse como la facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea de la realidad. Determinar qué especies animales pueden considerarse inteligentes ha sido un motivo de estudio constante a lo largo del tiempo.

Atendiendo a la definición dada, la práctica totalidad de animales podría considerarse inteligente, pues consiguen aprender y, en otras palabras, adaptarse a su entorno. Y es que la inteligencia no es solo resolver operaciones matemáticas o similar. Por otra parte, otras definiciones incluyen la capacidad de utilizar instrumentos, crear cultura, esto es, poder transmitir enseñanzas de padres a hijos, o, simplemente, apreciar la belleza de una obra de arte o de un atardecer. Además, la capacidad de comunicación mediante lenguaje, aunque sea utilizando símbolos o signos, se considera muestra de inteligencia al suponer un elevado nivel de abstracción para unir significados y significantes. La inteligencia, como vemos, depende de dónde la sitúe el investigador.

El tema de la inteligencia animal resulta controvertido e involucra tanto al ámbito científico como al filosófico y religioso. Y esto es así porque, al autodenominarnos Homo sapiens, estamos marcando una diferencia entre nuestra especie y el resto, lo que, en cierta manera, nos legitima para explotar al resto de animales por considerarlos, en cierta manera, inferiores.

Por lo tanto, no puede perderse de vista la ética en la investigación de esta cuestión. También es importante que memoricemos el nombre de una disciplina científica, la etología, que se define como el estudio comparado del comportamiento animal.

Por otra parte, los estudios siempre cuentan con el sesgo antropocentrista al estar planteados por los humanos, que además, son los que interpretan los resultados desde su óptica y su manera de comprender el mundo, que no tiene por qué ser la misma que la de los animales donde va a predominar más, por ejemplo, el olfato o el oído. Y eso sin mencionar la ausencia de lenguaje, hecho que limita nuestra comprensión. También habría que valorar las observaciones en el entorno natural frente a las creadas artificialmente en laboratorios.

Las investigaciones continúan en curso y van arrojando nuevos datos. Por ejemplo, a la luz de los conocimientos actuales desde el Proyecto Gran Simio se solicita que estos primates obtengan los derechos que les corresponden como homínidos que son. Como vemos, la inteligencia tiene repercusiones a nivel ético y legislativo.

Descubre más sobre la declaración universal de los derechos de los animales en ExpertoAnimal.

¿Los animales piensan o actúan por instinto?

Vista la definición de pensar, para contestar a esta pregunta toca determinar el significado del término instinto. El instinto alude a las conductas innatas, por lo tanto, no aprendidas, que se transmiten a través de los genes. Por ello, todos los animales de una misma especie van a responder de la misma manera ante un determinado estímulo. Los instintos se dan en los animales pero no olvidemos que también en los humanos.

Los estudios planteados con el objetivo de resolver la cuestión de si los animales pueden pensar, en general consideraron que los mamíferos superaban en inteligencia a reptiles, anfibios o peces que, a su vez, eran superados por las aves. Dentro de ellos, los primates, los elefantes y los delfines destacaban como más inteligentes. El pulpo, considerado como poseedor de una inteligencia considerable, constituye una excepción a esta máxima.

Dentro de los estudios sobre el pensamiento animal, también se ha valorado si poseen o no capacidad de razonamiento. Razonar puede definirse como el establecimiento de una relación entre ideas o conceptos distintos para obtener conclusiones o formar un juicio. Atendiendo a esta descripción del concepto sí podemos considerar que los animales razonan, pues en algunos se ha apreciado que son capaces de utilizar elementos para solucionar un problema que se les presenta sin recurrir al ensayo-error.

¿Los animales piensan y sienten?

Los datos que hemos expuesto hasta ahora sí permiten aceptar que los animales piensan. Sobre si sienten también encontramos pruebas. En primer lugar podemos diferenciar la capacidad de sentir dolor físico. Para ello se ha establecido que aquellos animales con sistema nervioso sí pueden sentir dolor de una manera semejante al que experimentamos los humanos. Por lo tanto, por poner un ejemplo sobre el que se pretende polemizar, categóricamente los toros sí sienten dolor en el ruedo.

Pero la cuestión también está en determinar si padecen, es decir, si experimentan un sufrimiento psicológico. El hecho de sufrir estrés, que puede ser medible de manera objetiva atendiendo a las hormonas que se segregan, parece dar una respuesta afirmativa. La depresión que se describe en animales o que algunos fallezcan tras ser abandonados sin que medie causa física también confirmarían esta suposición. De nuevo, los resultados de estudios al respecto suponen un cuestionamiento ético y nos deben hacer reflexionar sobre nuestro trato al resto de animales del planeta.

Descubre qué son las libertades del bienestar animal y cómo se relacionan con el estrés en ExpertoAnimal.

Ejemplos de inteligencia animal

La capacidad de algunos primates para comunicarse a través del lenguaje de signos, el uso de herramientas de estas especies, de cefalópodos o de aves, la resolución de problemas más o menos complejos, las ratas que dejan de ingerir alimentos que han sentado mal a sus congéneres o el uso de las aguas termales que hacen los macacos de Japón son ejemplos que se han trabajado en el estudio permanente que desenvolvemos los humanos para resolver la cuestión de si los animales piensan. Para saber más podemos leer los estudios de Desmond Morris, Jane Goodall, Dian Fossey, Konrad Lorenz, Nikolaas Timbergen, Frans de Waall, Karl von Frisch, etc.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Los animales piensan?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Curiosidades del mundo animal.