¿Los cerdos sudan?

Seguramente nos preguntemos, tras haber leído la introducción, si en este caso se cumple el saber popular o es una exageración o falsa atribución sobre si los puercos sudan o no. Al respecto cabe decir que, efectivamente, estamos ante un mito o creencia popular infundada, pues los cerdos no tienen la capacidad de sudar de la misma forma que nosotros.

Entonces, ¿por qué los cerdos no sudan? Debemos saber que estos mamíferos, anatómicamente, carecen de las glándulas sudoríparas responsables de generar el sudor, algo que sí presentamos nosotros, los humanos. Por este preciso motivo un cerdo no puede sudar.

Al ser uno de los animales que no sudan, esto hace que los cerdos recurran a otros métodos de regulación térmica corporal, como es el revolcarse en el lodo o sumergirse en agua. Incluso sabemos que, en situaciones desesperadas en los que carece de un medio húmedo para refrescarse, pueden revolcarse en sus propios excrementos y orines para poder sobrevivir al calor y la falta de humectación de su piel.

Ahora ya sabes que es falso decir que los cerdos sudan. Aunque quizás haya podido sorprenderos, no son ni mucho menos los únicos animales que no sudan. En general, los mamíferos suelen presentar mecanismos de autorregulación de la temperatura corporal. Aunque, los métodos cambian sensiblemente de unos a otros.

Los primates, los úrsidos o los humanos poseemos unas glándulas, las glándulas sudoríparas, que son las encargadas de segregar el sudor, el cual tiene la función de refrescar nuestro organismo. Sin embargo, no todos los mamíferos tienen estas glándulas, este es el caso de los perros o los gatos, así como los roedores. Ellos, tienen otras tácticas para controlar su temperatura corporal.

¿Los gatos sudan? En el caso de los gatos, debemos que sí que sudan. Lo hacen a través de almohadillas, barbilla, ano y labios. Además, una de estas estrategias de autorregulación es el conocido "acicalamiento corporal" que realizan de forma incesante. Pues gracias a su propia saliva, mantienen su pelaje y piel húmedos, siendo esto muy refrescante. ¿Los perros sudan? Sí, ellos también, a través de la lengua, el jadeo y las almohadillas.

Por el contrario, anfibios y reptiles en general son animales que carecen de mecanismos internos para regular su temperatura, por lo que necesitan el calor del sol o de otras fuentes externas para mantener su cuerpo a una temperatura adecuada para ellos.

Como hemos visto, los cerdos no pueden sudar, entonces, ¿de dónde ha salido esta famosa expresión de que los puercos sudan? Para conocer los orígenes de esta frase, debemos remontarnos a siglos atrás, en Reino Unido. Es allí donde se gestó la expresión, pues hace referencia no al cerdo como animal, si no a lo que en inglés se conoce como "pig iron", que es un producto que se obtiene tras fundir el hierro en un horno especial, en español esto recibe el nombre de arrabio.

La expresión inglesa sería "Sweating like a pig" y se refiere a que cuando el hierro se funde, a altísimas temperaturas, y posteriormente es vertido en moldes para que tome la forma deseada, se utiliza un molde llamado "pig". El nombre venía del parecido de este molde con la forma de las mamas del cerdo. Y sudar se refería a que para saber si el hierro se había solidificado el signo perceptible era una capa de líquido sobre su superficie, el sudor del cerdo.

Imagen: https://www.nairaland.com

Cuando decíamos que los cerdos han sido maltratados por el saber y las creencias populares, no nos referíamos únicamente al mito de que sudaban en exceso, pues existen otros mitos que los atañen. Uno de ellos, y quizás el más extendido, es que los cerdos son animales sucios. No es raro escuchar referencias a los cerdos cuando alguien no se ducha o lleva alguna mancha en la ropa, por ejemplo.

De nuevo, estamos ante una desacertada creencia, pues los cerdos son animales limpios siempre que cuenten con espacio suficiente y un medio en buenas condiciones. Si se cumplen estos requisitos el cerdo realizará sus deposiciones lejos de su lugar de recreo, de donde come, duerme y se relaciona con otros cerdos.

Sin embargo, estos animales son sumamente sensibles a las condiciones térmicas. De hecho está demostrado que ante temperaturas superiores a los 29 ºC o ante el confinamiento, el cerdo comienza a mostrar comportamientos anómalos, defecando y orinando donde puede y en ese caso sí, dejando la pocilga hecha un asco.

Además no ha de dejar de destacarse que los cerdos son animales muy inteligentes y sensibles, por lo que siempre han de ser tratados con respeto y proporcionándoles unas condiciones de vida dignas.

Cuando hablamos de cerdos quizás o tenemos en cuenta la gran cantidad de razas diferentes que podemos encontrar. Algunas de las más frecuentes y extendidas son:

• Vietnamita: conocido por ser un cerdo de pequeño tamaño y muy popular hasta hace poco como mascota. Son una buena elección solo si conocemos al detalle sus necesidades y tenemos en cuenta que, aunque más pequeño, no deja de ser un cerdo.
• Ibérico: esta raza española es famosa en el mundo entero por su uso en la industria cárnica, sin embargo se trata de una raza especialmente amistosa. Su pelo es oscuro, normalmente o rojo o negro.
• Yorkshire: provenientes del condado de York, en Inglaterra, de color rosado y de cuerpo largo y ancho. Tienen una gran capacidad reproductiva, existiendo registros de camadas de más de 12 lechones.
• Landrace: raza europea, con origen en Dinamarca, de color blanco y el cuerpo más alargado que cualquier otra raza.
• Hampshire: tienen unos colores diferentes a los de otras razas, pues presentan un patrón en el que se mezclan el blanco y el negro. Tienen una franja de color blanco en la parte anterior del cuerpo, abarcando sus patas delanteras.
• Duroc: de origen estadounidense, son de anatomía rústica y tienen una grandes capacidades adaptativas, su piel es de un tono que va del rojo amarillento al oscuro.

Imagen: https://www.pisaagropecuaria.com.mx/

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