¿Los perros ven espíritus? 👻

Es conocido que mediante el olfato los perros detectan el estado anímico de las personas. El ejemplo más palmario es la típica situación en la cual un perro tranquilo repentinamente se muestra agresivo sin ningún motivo aparente contra una persona. Cuando intentamos saber la causa de esta reacción, resulta que la persona con la que el perro se ha mostrado agresivo tiene un miedo cerval a los perros. Entonces decimos que el perro ha olido el miedo.

Otra cualidad que tienen los perros es que detectan las amenazas latentes de nuestro alrededor.

Yo tuve un galgo afgano, Naím, que no soportaba que ninguna persona ebria se aproximase a nosotros. Cuando lo paseaba por las noches, si a 20 o 30 metros detectaba a un tipo borracho, de inmediato se ponía en pie sobre las dos patas traseras, mientras emitía un prolongado, gutural y amenazante gruñido. Los individuos ebrios enseguida se percataban de la presencia imponente de Naím; y mascullando procacidades, atemorizados, daban un amplio rodeo al cruzarse con nosotros.

Yo jamás entrené a Naím para que procediese de esta forma. Siendo cachorro ya reaccionaba instintivamente de esta manera. Esta actitud defensiva es frecuente entre los perros, que reaccionan ante la presencia de personas a las que consideran conflictivas y una amenaza potencial para los miembros de la familia con la cual conviven.

Yo no soy capaz de aseverar si los perros ven espíritus. Porque ignoro si los espíritus existen, o no. Sin embargo, estoy convencidos de que existen lugares con buenas energías y energías negativas. Y estos segundos tipos de energía son captados claramente por los perros.

Un ejemplo claro ocurre tras los terremotos; cuando se usan por los equipos de socorro perros para localizar supervivientes y cadáveres entre las ruinas devastadas. De acuerdo que se trata de perros entrenados; pero la manera de "marcar" la presencia de un herido y un cadáver difiere totalmente.

Cuando detectan a un superviviente sepultado, los perros avisan ansiosos y efusivos a los bomberos, ladrando gozosos. Señalan con el hocico el punto donde las ruinas cubren al herido. Sin embargo, cuando detectan a un cadáver se les eriza el pelo del lomo, gimen, dan vueltas sobre sí, e incluso en muchas ocasiones defecan de miedo. Está claro que el tipo de energía vital que perciben los canes difiere totalmente entre la vida y la muerte.

El psicólogo Robert Morris, investigador de fenómenos paranormales, realizó durante los años 60 del siglo pasado un experimento en una casa de Kentucky en la cual habían sucedido muertes sangrientas y se rumoreaba que estaba poblada de fantasmas.

El experimento consistió en entrar de forma separada, en una habitación donde se cometieron crímenes con un perro, un gato, una serpiente de cascabel y una rata. El experimento fue filmado.

• El perro entró con su cuidador y apenas penetrar un metro, al perro se le erizó el pelo, gruñó y salió huyendo despavorido de la habitación, negándose a entrar de nuevo en ella.
• El gato entró en brazos de su cuidador. Tras unos segundos el gato se encaramó a los hombros de su cuidador, hiriéndole la espalda con sus uñas. De inmediato el gato saltó al suelo y se refugió bajo una silla vacía. Desde esta posición bufó hostil hacia otra silla vacía durante varios minutos, tras lo cual lo sacaron del cuarto.
• La serpiente de cascabel adoptó una postura defensiva/agresiva, como si se enfrentara a un peligro inminente en aquel solitario cuarto. Su atención iba dirigida hacia la silla que provocó el miedo del gato.
• La rata no reaccionó de ninguna manera especial. Sin embargo, es por todos conocida la fama que tienen las ratas en presagiar naufragios y desembarcarse de la nave las primeras para salvarse.

El experimento de Robert Morris se repitió en otra habitación de la misma casa en la cual no había sucedido ningún acontecimiento fatal. Los cuatro animales no registraron ninguna reacción anómala.

Lo que yo puedo deducir, es que la naturaleza ha dotado a los animales en general, y a los perros en particular, con unas capacidades que escapan a nuestros conocimientos actuales.

Lo que ocurre es que el sentido del olfato del perro, y también su oído, son tremendamente superiores a los mismos sentidos que poseemos los humanos. Por lo tanto, ¿captan mediante sus privilegiados sentidos estos extraños sucesos..., o bien poseen alguna capacidad superior que todavía no conocemos y que les permite ver lo que nosotros no vemos?

Si algún lector ha observado que su mascota ha vivido algún tipo de experiencia relacionada con el presente tema, le agradeceremos que nos lo cuente para poder publicarlo.

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