¿Los toros sienten dolor?
Al observar brevemente un festejo en el que se usan toros o vaquillas podemos observar que el animal no está demostrando su comportamiento habitual, está alterado, asustado, busque o no una vía de escape, no está tranquilo. En su cuerpo se están llevando a cabo una serie de procesos que le avisan de un potencial daño.
Cualquier situación novedosa, aunque no sea peligrosa, puede provocar estrés a un animal que nunca ha vivido esa situación concreta. Por lo que, el simple hecho de montar en un camión de transporte a un toro, ya sea con dirección al matadero, la plaza o la calle, provoca una respuesta de estrés y miedo. Los toros sufren en los encierros y no sólo por las lesiones que pueden sufrir.
En este artículo de ExpertoAnimal analizaremos si los toros sienten dolor y cómo son capaces de soportarlo durante la lidia.
Índice
¿Qué es el dolor?
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor define el dolor como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con el daño tisular real o potencial, o que se describe en términos de dicho daño".
El dolor que experimentamos los animales es único en cada individuo, es decir, es subjetivo y no sólo porque cada cual tenemos un umbral de dolor diferente, sino porque el dolor no es sólo un síntoma físico, también puede ser psicológico y social, pudiendo afectar a la conducta natural de los animales.
El significado biológico del dolor es la prevalencia del individuo. Las sensaciones dolorosas activan áreas del cerebro que pueden tener como resultado el ataque, huida o evitación del estímulo que provoca el dolor.
Los animales no humanos no tienen comunicación verbal, por lo tanto, diagnosticar cuánto está sufriendo puede ser complicado, pero presentan los mismos o muy similares patrones neuronales que perciben el dolor, neurotransmisores idénticos y receptores parecidos al de la especie humana.
Tipos de dolor
Existen varias formas de clasificar el dolor según los distintos científicos, pero casi todos coinciden en estos tipos:
- Dolor agudo y dolor crónico: un dolor es considerado agudo si tiene una duración inferior a seis meses y aparece casi instantáneamente después del daño del tejido. El impulso nervioso viaja hasta el sistema nervioso central por neuronas de alta velocidad. Es una respuesta inmediata a la activación del sistema nociceptivo (sistema encargado de percibir el dolor). El dolor crónico tiene una duración mayor a los seis meses, tarda alrededor de un segundo en aparecer después del daño tisular y va aumentando lentamente. Suele estar relacionado con procesos patológicos crónicos.
- Dolor rápido y dolor lento: depende de la fibra (tipo de neurona) que conduzca el impulso doloroso, existen vías rápidas y vías lentas. El dolor rápido es conducido por las fibras A y correspondería al dolor rápido y punzante de pincharse el dedo con una aguja. El dolor lento viaja a través de las fibras C, es un dolor más duradero y tardamos más en percibirlo, por ejemplo un golpe en el brazo, lo sentimos, pero el dolor profundo aparece segundos más tarde, no es tan inmediato como pincharse.
- Dolor somático y dolor visceral: el primero se caracteriza por ser un dolor bien localizado en la zona dañada y no suele venir acompañado de otras reacciones cómo el vómitos o nauseas. Este dolor aparece cuando se dañan la piel, los músculos, las articulaciones, ligamentos o huesos. El segundo, el dolor visceral, aparece cuando se han producido daños a nivel de los órganos internos. No es un dolor tan localizado, sino más difuso, extendiéndose más allá del órgano afectado.
- Dolor nociceptivo y dolor neuropático: el dolor nociceptivo es el dolor normal, el que es provocado por daños fisiológicos, ya sea somático o visceral. Este tipo de dolor activa al sistema nervioso, formado por los nervios nociceptores periféricos, vías centrales de sensación dolorosa y la corteza cerebral. Por otro lado, el dolor neuropático o anormal, tiene como característica que no es común y sólo aparece en alguno individuos. Este dolor aparece cuando algo no va bien en el sistema nervioso. Un ejemplo de dolor neuropático es el dolor del miembro fantasma, personas que han perdido una extremidad y sienten dolor en esa parte de su cuerpo que ya no existe.
Regulación del estrés y el dolor en el toro de lidia
El toro utilizado para la lidia es una subespecie que ha sido seleccionada durante siglos para que muestre bravura, agresividad y fortaleza durante las corridas de toros. Por esto, en los estudios sobre el sufrimiento del toro, es muy difícil diferenciar si el comportamiento del animal es debido al dolor o al estrés.
Las conclusiones que se pueden extraer de estos estudios es, en primer lugar, que el dolor que sufre el toro durante la lidia es un dolor de tipo somático, por los órganos afectos son la piel, músculos, articulaciones, ligamentos y huesos. Así mismo, es un dolor de tipo agudo, porque pone en marcha al sistema nervioso nociceptivo.
En estudios sobre estrés, se tomaron medidas de distintas hormonas, como el cortisol, para analizar cuánto estrés sufre durante la lidia. Se observó que nada más salir al ruedo, las concentraciones de estas hormonas eran muy altas, pero que poco a poco disminuía, hasta llegar al estoque, cuando le clavan la espada.
Esto demuestra dos cosas: que el toro sale al ruedo con niveles de estrés muy altos pero que es capaz de elaborar una respuesta rápida para adaptarse.
El toro de lidia y la adaptación al dolor
Entonces, ¿por qué dicen que los toros no sienten dolor? Como dijimos, el toro ha sido seleccionado por el ser humano durante siglos, "perdonándoles" la vida sólo a aquellos que presentaban mayor bravura o combatividad. Aquellos animales que, a pesar de las heridas, siguen combatiendo, presentan una mayor adaptación al dolor.
Esto no significa que los toros de lidia no sufran o no sientan el dolor, sólo que están más adaptados a soportar el sufrimiento. Todas las vías encargadas de percibir el dolor se activan, los niveles hormonales se elevan ante el estrés, es sólo que el toro, por su selección antrópica, ha desarrollado una fuerte adaptación. Además, se han detectado grandes concentraciones de opiáceos en sangre, lo que demuestra un proceso analgésico fuerte.
La muerte no suele ser un proceso agradable, la mayoría de animales morirán sufriendo, ya que no tienen los avances médicos que tenemos una parte de la especie humana. La desconexión progresiva de los órganos resulta en un dolor lento y profundo, por lo que, cómo muere un toro en la plaza, tampoco es placentero, mucho menos si muere debido a la multitud de las heridas infringidas.
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- Illera, J. C., Gil, F., & Silván, G. 2007. Regulación neuroendocrina del estrés y dolor en el toro de lidia (Bos taurus L.): estudio preliminar/stress and pain neuroendocrine regulation in bullfighting (Bos taurus L.): preliminary study. Revista Complutense de Ciencias Veterinarias, 1(2), 1.
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- Rozas, L. A. C. 2014. Concentraciones de hormonas opiáceas y su relación con la respuesta al dolor en el toro de lidia (Doctoral dissertation, Universidad Complutense de Madrid).
