Malta para conejos - Usos y dosis

La malta es una pasta espesa de color marrón más o menos oscuro que se suele comercializar en tubos como los de la pasta de dientes, lo que facilita su dosificación y hace cómodo tanto su uso como su almacenaje.

Es un producto de origen vegetal a base de cebada que pasa por un proceso de malteado, de ahí su nombre, que consiste en el germinado, el secado y el tueste. Funciona como un complemento o suplemento alimenticio y, aunque normalmente la vinculamos a los gatos, lo cierto es que también hay malta para conejos.

El principal uso de la malta en los gatos es la prevención de las bolas de pelo y las temidas complicaciones que llegan a ocasionar. Esta misma indicación sirve también en el caso de los conejos. En otras palabras, la malta contribuye a favorecer el tránsito digestivo y la consiguiente evacuación de las heces cuando aparece el estreñimiento, lo que evita o disminuye el riesgo de formación de bolas de pelo, ya que los conejos, como los gatos, también pueden tragar cantidades considerables de pelo durante su aseo, lo que será especialmente importante en los conejos de pelo largo durante la muda.

Pero hay que tener claro que la malta no es un fármaco que pueda solucionar, por ejemplo, una obstrucción. Por lo tanto, si sospechamos de un problema digestivo, hay que acudir al veterinario directamente y no esperar en casa dando malta. Este tipo de trastornos pueden llegar a causar la muerte del conejo al ocasionar el llamado íleo paralítico. Es cierto que la malta posee efecto laxante que puede contribuir a la expulsión de una bola de pelo ya formada, pero en estos casos será solo una pieza más del tratamiento que tendrá que instaurar el veterinario y que suele incluir fluidoterapia, distintos fármacos y medidas de manejo como el ejercicio o los masajes en el abdomen.

No hay una dosificación única de malta para conejos, ya que va a depender de las características del pelaje del animal o de si está o no en época de muda. Por eso lo mejor es que prestemos atención a las recomendaciones que ofrezca el fabricante, ya que puede haber variaciones según la malta que compremos, y las cotejemos con el veterinario. Aunque se trate de un producto que se puede comprar sin necesidad de receta, es más que aconsejable consultar con este profesional antes de darle nada al conejo, incluso si se trata de un complemento y no de un fármaco. Además, la malta suele darse a conejos adultos. Si el tuyo todavía es joven, pregúntale al veterinario cuándo puede comenzar a consumirla.

En general, es posible ofrecer malta 1-2 veces por semana e incrementar el consumo hasta 3-4 veces durante los períodos de muda. En cuanto a la cantidad, la dosis será similar al tamaño de un garbanzo. Como vemos, la malta puede darse con frecuencia, pero hay que tener en cuenta la cantidad administrada a la hora de calcular la ración de alimento diaria del conejo, especialmente si estamos ante un ejemplar con problemas de sobrepeso. La idea es ofrecerle la malta puntualmente, como si fuese un premio.

A la venta podemos encontrar maltas en pasta de diferentes fabricantes. Las hay especiales para conejos, pero también es posible utilizar, en algunos casos, la malta comercializada para los gatos, siempre que no se le hayan añadido otros ingredientes no aptos para conejos.

En cualquier caso, lo mejor es buscar la más natural posible. Algunas tan solo llevan extracto de malta, pero a otras se les añaden, por ejemplo, fibras, fruta, aceites vegetales, ácidos grasos o vitaminas, que pueden aportar otros beneficios como el cuidado del pelaje o de la flora intestinal. Eso sí, hay que evitar los conservantes, los colorantes, los azúcares y cualquier otro ingrediente que pueda ser perjudicial para el conejo, como los lácteos.

En general, la malta en pasta no es muy bien aceptada por los conejos, aunque puede encontrarse en diferentes sabores. También se comercializa con el nombre de jalea de malta para conejos. En cualquier caso, la forma más habitual de ofrecerla es manchando con ella las patitas delanteras del conejo para que sienta el impulso de limpiarse y, con esta acción, la trague, aunque no siempre será la dosis completa. Otra alternativa es mezclarla con el alimento o, incluso, si no queda más remedio, podría administrarse con mucha precaución y una jeringuilla.

Pero, si nuestro conejo se resiste o no queremos arriesgarnos a que lo ponga todo perdido con la malta, tenemos la opción de dársela como parte de un snack. En el mercado encontraremos este tipo de galletitas para conejos rellenas de malta, lo que puede facilitar su ingesta. Igualmente se trataría de un alimento complementario para ofrecer a modo de premio las veces que consideres.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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