Mastocitoma en perros - Síntomas, pronóstico y tratamiento

Mastocitoma en perros - Síntomas, pronóstico y tratamiento

El mastocitoma en perros, del que hablaremos en este artículo de ExpertoAnimal, es un tipo de tumor de piel muy frecuente, que puede ser benigno o maligno. Aunque afecta a perros mayores de cualquier raza, las braquicefálicas, como el bóxer o el bulldog, presentan una mayor incidencia. Tanto el pronóstico como el tratamiento van a depender del tamaño del tumor, la aparición o no de metástasis, la localización, etc. La cirugía forma parte del tratamiento habitual y no se descartan fármacos, radio o quimioterapia.

Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre el mastocitoma en perros, el protocolo de actuación, la esperanza de vida, los síntomas, etc.

¿Qué es el mastocitoma canino?

Los mastocitomas cutáneos en perros son tumores de los mastocitos, que son unas células con función inmunitaria. Intervienen, entre otros, en procesos alérgicos y en la curación de heridas, para lo que contienen histamina y heparina. De hecho, los mastocitomas liberan histamina, lo que se relaciona con la aparición de úlceras gastrointestinales, que va a ser uno de los síntomas que pueden padecer los perros afectados. Con menos frecuencia producen problemas en la coagulación debido a la liberación de heparina.

En cuanto a las causas que explican su aparición, puede haber un componente hereditario, factores genéticos, virus o traumatismos pero lo cierto es que la causa sigue siendo desconocida. Estos tumores afectan por igual a machos y hembras, generalmente a partir de los nueve años de edad.

Síntomas de mastocitoma en perros

Los mastocitomas son bultos que vamos a poder localizar en distintas partes del cuerpo de nuestro perro, sobre todo en el tronco, la zona perineal y las extremidades. Su apariencia, al igual que su consistencia, es muy variable e independiente de si se trata de un tumor maligno o benigno. Así, los hay de uno o múltiples nódulos, de crecimiento lento o rápido, con metástasis o sin ella, etc. Este hecho hace que siempre que encontremos alguna lesión de este tipo en la piel del perro debamos descartar que se trate de un mastocitoma.

El tumor puede ulcerarse, enrojecerse, inflamarse, irritarse, sangrar y perder el pelo, al igual que la zona adyacente, lo que hace que parezca que el tumor aumenta o disminuye de tamaño. Podremos ver al perro rascarse y, como hemos dicho, sufrir úlceras gastrointestinales que originan síntomas como vómitos, diarrea, anorexia, sangre en las heces o anemia.

El veterinario puede confirmar el diagnóstico mediante una citología, tomando una muestra del tumor con una aguja fina. También tendrá que valorar si existe metástasis, para lo que se examina el ganglio linfático más próximo, se hace analítica de sangre y orina y ecografía del bazo y del hígado, que es donde acostumbra a extenderse el mastocitoma canino. En estos casos, ambos órganos se encontrarán agrandados y, además, puede haber derrame pleural y ascitis. El mastocitoma también puede afectar a la médula ósea, pero es menos común.

La biopsia proporciona información sobre la naturaleza del mastocitoma, lo que permite establecer un pronóstico y un protocolo de intervención.

¿Cuánto dura un perro con mastocitoma?

En el mastocitoma en perros la esperanza de vida va a depender de la clasificación patológica del tumor, pues hay distintos grados de malignidad, de I a III, que se relacionan con la mayor o menor diferenciación del tumor. Que el perro pertenezca a una de las razas predispuestas, además de las braquicefálicas, golden, labrador o cocker, contribuye a empeorar el pronóstico. La excepción la constituyen los bóxer porque tienen mastocitomas muy bien diferenciados.

Los tumores más agresivos son los menos diferenciados. Solo la cirugía no consigue extraerlos debido a que se encuentran muy infiltrados. La media de supervivencia de estos perros, sin más tratamiento, es de tan solo unas semanas. Pocos perros con este tipo de mastocitoma sobreviven más allá del año. En estos casos, el tratamiento solo será paliativo. Además, los mastocitomas que se originan en los órganos también tienen peor pronóstico[1].

Existe otra clasificación que divide los mastocitomas en grado alto y bajo, con 2 años y 4 meses de supervivencia. La localización del mastocitoma canino y la existencia o no de metástasis también son factores a tener en cuenta.

Por último, debemos saber que el mastocitoma es imprevisible, lo que dificulta poder establecer un pronóstico.

Protocolo y tratamiento del mastocitoma en perros

El protocolo a seguir depende de las características del mastocitoma. Si nos encontramos ante un tumor solitario, bien definido y sin metástasis, la cirugía será el tratamiento de elección. Hay que tener en cuenta que las sustancias que libera el tumor pueden retrasar la cicatrización de heridas quirúrgicas. Es muy importante que la extracción incluya también un margen de tejido sano. Este tipo de casos tienen un pronóstico más favorable, aunque son posibles las recidivas. Además, si en el borde sano han quedado células tumorales hay que volver a intervenir.

En ocasiones, no va a ser posible dejar este margen o el tumor es demasiado grande, así que, además de la cirugía, se prescriben fármacos como la prednisona y/o quimio y radioterapia. La quimioterapia se emplea también en mastocitomas múltiples o diseminados.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Referencias
  1. Ríos, A. (2008): "Mastocitoma canino y felino", Clín. Vet. Peq. Anim., 28 (2), 135-142.