En medicina veterinaria, el meloxicam para perros es un fármaco bastante utilizado, por eso es importante que los cuidadores tengan claro para qué y cómo se administra, con el objetivo de evitar efectos indeseables derivados de un uso inadecuado. También mencionaremos los efectos secundarios.
En este artículo de ExpertoAnimal daremos todas las claves para conocer este medicamento. Como siempre que hablamos de fármacos, lo primero que debemos saber es que solo el veterinario puede recetarlos y que nunca tenemos que medicar a un animal por nuestra cuenta.
¿Para qué sirve el meloxicam para perros?
El meloxicam es un principio activo con efecto antiinflamatorio y analgésico. En concreto, se trata de un antiinflamatorio no esteroideo o AINE. Por lo tanto, se utiliza cuando el animal presenta un dolor de intensidad moderada o incluso fuerte si hay implicación musculoesquelética.
Es más común su administración en tratamientos cortos. Por ejemplo, suele recetarse para los 2-3 días siguientes a la cirugía de esterilización para evitar que el animal recién operado sienta molestias y, por el mismo motivo, en el preoperatorio. También es habitual su prescripción tras operaciones traumatológicas o como analgésico para perros con artritis. Por lo tanto, es un medicamento más elegido para situaciones de curso agudo y para tratamientos de unos días de duración, aunque, por supuesto, quedará a criterio del facultativo.
Posología y presentaciones del meloxicam para perros
A la venta podemos encontrar diferentes formatos de presentación del meloxicam para perros. El veterinario, en función de cada caso, escogerá la forma de administración del fármaco más apropiada. Podemos encontrarnos el producto en líquido espeso que se le puede dar al animal directamente en la boca o ponérselo encima de la comida. También hay tabletas de meloxicam para perros, con una composición que les resulta palatable, lo que consigue que se las coman de manera voluntaria, sin tener que forzarlos.
En general, como vemos, el meloxicam puede administrarse sin problema en casa. El veterinario nos pautará la dosis adecuada a cada perro, así como los días de tratamiento. Se administra en una sola toma cada 24 horas. En algunos casos puede ser el propio veterinario quien ponga meloxicam inyectable para perros.
Dosis de meloxicam para perros
El meloxicam se administra a razón de 0,2 mg por kg de peso vivo el primer día y a la mitad, es decir, 0,1 mg por kg, el resto de días que dure el tratamiento. Es importante que tengamos presente siempre esta reducción de dosis. Si empleamos el formato líquido este suele incluir un dosificador que facilita la administración al tratarse de una jeringa que podemos cargar en función del peso del perro. Además, en este caso, el veterinario nos puede dar la pauta de administración en gotas, lo que puede ser más sencillo para los cuidadores.
Precio del meloxicam para perros
El precio de este producto va a depender del formato que nos recete el veterinario. Si es posible administrar comprimidos, es habitual que este profesional nos cobre por cada uno de ellos de manera individual. Podemos dar un precio aproximado de entre 1-2 euros por cada uno. Si, en cambio, debemos optar por el formato líquido, pagaremos todo el envase. El más pequeño contiene unos 10 ml. Su precio ronda los 16 euros.
En cuanto a dónde comprar meloxicam para perros, debemos seguir las recomendaciones veterinarias, ya que en cada país estará vigente una legislación acerca de la dispensación de medicamentos para animales. Habitualmente, estos solo pueden adquirirse en clínicas veterinarias o, al tratarse de un principio activo de uso humano, en farmacias, pero siempre con la correspondiente receta.
Efectos secundarios del meloxicam en perros
Si seguimos el protocolo de administración del meloxicam para perros propuesto por nuestro veterinario, lo normal es que no apreciemos ningún efecto adverso. Aun así, es posible que en algunos animales produzca daños a nivel renal, que incluso pueden llegar al fallo renal agudo o crónico. Precisamente por este daño a nivel de los riñones no es un medicamento recomendado cuando el perro ya está deshidratado o hipotenso.
Otros síntomas de sensibilidad hacia este fármaco son anorexia, vómitos, diarrea o letargo. Estas complicaciones suelen darse al inicio del tratamiento y, en la mayoría de los casos, remiten al retirarlo, aunque, más infrecuentemente, podrían ser causa de lesiones graves o mortales, como comentamos en el caso del sistema renal. Además, una dosis inadecuada puede causar una intoxicación con sintomatología sobre todo digestiva.
No podemos utilizar meloxicam en perras gestantes o lactantes ni en cachorros menores de 6 semanas o de un peso inferior a los 4 kg. En caso de animales que padezcan alguna enfermedad previa como las cardíacas, renales, hepáticas o hemorrágicas, es imprescindible consultar con el veterinario antes de su uso.
Si sospechamos que el fármaco ha dañado a nuestro perro, inmediatamente debemos ponerlo en conocimiento de nuestro veterinario. Sobre todo, en los casos de afectación renal es básico que el tratamiento se inicie lo antes posible. Incluso con una atención temprana el pronóstico es reservado.
¿Metacam y meloxicam para perros son lo mismo?
Metacam y meloxicam para perros son lo mismo. Hay diferentes empresas farmacológicas que comercializan el meloxicam y cada una lo hace bajo un nombre distinto. Uno de ellos es Metacam, pero podemos encontrar el principio activo meloxicam con otras denominaciones que, como hemos dicho, dependen de la empresa que lo fabrique y comercialice.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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