Metimazol para gatos - Dosis, usos y efectos secundarios

Metimazol para gatos - Dosis, usos y efectos secundarios

En este artículo de ExpertoAnimal vamos a hablar del metimazol para gatos, un medicamento que los veterinarios prescriben para los ejemplares aquejados de hipertiroidismo. Esta enfermedad que afecta a la glándula tiroides solo puede ser diagnosticada por el veterinario y, por supuesto, solo a este profesional le compete recetarnos este fármaco y señalarnos qué dosificación es la adecuada. Por otra parte, los gatos que consumen metimazol tienen que someterse a un estricto seguimiento veterinario.

Sigue leyendo para saber qué es exactamente este medicamento, para qué sirve el metimazol para gatos y cuáles son sus posibles efectos secundarios.

¿Qué es el metimazol?

El metimazol o tiamazol es un derivado de la tionamida y pertenece al grupo farmacoterapéutico de los preparados antitiroideos. Este nombre ya permite anticipar cuál es su función, que no es otra que el tratamiento del hipertiroidismo, una enfermedad en la que la glándula tiroides produce una cantidad de hormonas más alta de lo normal. Así, el metimazol actúa bloqueando la síntesis de estas hormonas. En concreto, en 1-3 semanas reduce los valores de T4. El metimazol para gatos es un fármaco que se absorbe con rapidez y se elimina sobre todo por la orina.

¿Para qué sirve metimazol para gatos?

La indicación para usar este medicamento es clara: el hipertiroidismo. Si a nuestro gato le diagnostican esta enfermedad, el veterinario nos recetará metimazol en cualquiera de los siguientes casos:

  • Estabilizar el tiroidismo antes de proceder a la extirpación de la glándula tiroides.
  • Tratar el hipertiroidismo a largo plazo, pero hay que saber que no se cura la enfermedad, solo se controla el estado del gato. Por eso se valoran otras opciones, como la tiroidectomía quirúrgica o el tratamiento con yodo.

Hay que saber que el hipertiroidismo es más frecuente en gatos de avanzada edad, se debe a alteraciones en la tiroides benignas o malignas y suele presentarse de forma más o menos grave. Una pérdida de peso acentuada, acompañada de un incremento del apetito y de la sed, hiperactividad, taquicardia, mal aspecto del manto, diarrea o vómitos son signos que deben hacernos acudir al veterinario. Además, en gatos de más de siete años de edad se recomiendan revisiones veterinarias al menos anuales, precisamente para detectar precozmente este tipo de enfermedades.

Dosis de metimazol para gatos

Encontramos varios formatos de metimazol en comprimidos recubiertos y en solución oral, por lo que podremos escoger según la presentación mejor tolerada por nuestro gato. Tanto para estabilizarlo antes de la tiroidectomía quirúrgica como para el tratamiento del hipertiroidismo a largo plazo, la dosis de inicio será la misma, esto es, de unos 5 mg al día.

Se recomienda dar el metimazol al gato con la comida y repartir la dosis en dos tomas, una por la mañana y otra por la tarde, aunque también puede administrarse en dosis única. De todas formas, esta dosis de inicio es indicativa. Solo el veterinario puede decidir cuánto metimazol necesita nuestro gato. Siempre se intentará dar la dosis más baja que consiga el efecto que se persigue. En cualquier caso, nunca se prescribe más de 20 mg por día. Existe también el metimazol transdérmico, que resulta una buena opción para gatos que no aceptan los fármacos por vía oral o les provocan molestias digestivas. Solo hay que aplicarlo en la zona interna de la oreja. Descubre en este otro artículo Cómo dar medicina a un gato.

Los gatos tratados con metimazol deben tener acceso a cantidad suficiente de agua durante las 24 horas del día, pues este fármaco puede provocar la concentración de la sangre, por ello tienen que estar bien hidratados. Si siempre es importante dar a nuestro gato tan solo fármacos recetados por el veterinario, en el caso del metimazol es crucial. De hecho, en función de la dosis que se prescriba, el gato va a tener que estar monitorizado y siempre será necesario realizarle analíticas de sangre regularmente.

Además, antes de comenzar el tratamiento también hay que hacerle un análisis de sangre que incluya la medición de la hormona T4 sérica total. La dosis se ajusta en función del resultado de este parámetro y de su evolución al seguir el tratamiento.

Contraindicaciones del metimazol para gatos

Hay algunos gatos para los que no se recomienda utilizar el metimazol. Son los que se encuentran en estas situaciones:

  • Enfermedades sistémicas como la diabetes o la insuficiencia hepática.
  • Enfermedades autoinmunes.
  • Alteraciones en los glóbulos blancos.
  • Alteraciones en la plaquetas o problemas de coagulación.
  • Gestación y lactancia.
  • Si el gato está tomando algún otro medicamento y el veterinario lo desconoce, hay que informarlo para asegurarse de que no se produzcan interacciones. También cuentan las vacunas.
  • Por supuesto, no es adecuado para gatos con alergia a este principio activo.

Además, hay que tener en cuenta que algunos otros gatos, como los que padecen enfermedad renal, solo podrán utilizar el metimazol una vez que el veterinario pondere cuidadosamente las ventajas y los inconvenientes tanto de administrar el fármaco como de no hacerlo. Esto se debe a que el metimazol reduce la filtración glomerular, de ahí que, si se decide medicar, sea imprescindible someter al gato a un estricto control de su función renal.

Efectos secundarios del metimazol para gatos

En primer lugar, si notamos malestar en el gato o fiebre, debemos avisar de inmediato al veterinario. En estos casos, hay que hacerle una analítica de sangre para su análisis hematológico y bioquímico. De diagnosticar algún problema, el veterinario nos pautará la medicación adecuada para controlarlo.

Por otra parte, se han notificado efectos adversos tras la administración de metimazol en gatos, aunque suelen ser leves y resolverse de manera espontánea sin que llegue a ser necesario abandonar el tratamiento. En los casos en los que estos sean más graves, sí habrá que suspender la medicación. De todas formas, se considera que las reacciones adversas son poco habituales. Entre ellas se incluyen las siguientes:

  • Vómitos.
  • Disminución o pérdida del apetito.
  • Letargo.
  • Picor intenso.
  • Irritaciones en la zona de la cabeza y del cuello.
  • Erupciones.
  • Ictericia, que es la coloración amarillenta de piel y mucosas. Se asocia a un problema hepático.
  • Anomalías hematológicas.
  • Si se administra una dosis elevada, además de estos signos, el gato puede sufrir hipotiroidismo, aunque es infrecuente.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Metimazol para gatos - Dosis, usos y efectos secundarios, te recomendamos que entres en nuestra sección de Medicamentos.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: