Mi cobaya no come

Mi cobaya no come

Las cobayas (Cavia porcellus) son roedores mamíferos de pequeño tamaño, muy populares como animal de compañía desde hace décadas. Para su salud es básico ofrecerles una alimentación equilibrada y, por ello mismo, resulta urgente consultar con nuestro veterinario de referencia si observamos que nuestra cobaya no come.

Precisamente, en este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar las causas que pueden explicar la falta de apetito de las cobayas, cómo debe ser una alimentación adecuada y qué es lo que debemos hacer para solucionar la inapetencia. Si te encantan las cobayas pero tu cobaya no come, ¡sigue leyendo!

Problemas en la boca

La dentadura de las cobayas está en permanente crecimiento. Por este motivo es muy importante que desgasten sus dientes con ayuda de la alimentación. En ocasiones este desgaste no se produce y se originan problemas bucales que, además de afectar a los propios dientes, pueden provocar heridas e infecciones, además de sarro.

El dolor que siente al alimentarse es el responsable de que nuestra cobaya no coma. En estos casos veremos que la cobaya ni siquiera come heno e incluso ni bebe. Es motivo de visita rápida al veterinario ya que, sin ingerir comida ni bebida, nuestra cobaya puede deshidratarse muy rápido.

La solución suele pasar por un limado de los dientes (siempre realizado por el veterinario), de ser esta la causa, y un tratamiento a base de antibióticos para combatir la infección y de analgésicos para evitar el dolor. Si seguimos las indicaciones de nuestro veterinario y no surgen complicaciones, en poco tiempo nuestra cobaya debería estar comiendo con normalidad.

Patologías respiratorias

En algunos casos podemos observar que la cobaya no come ni bebe ni se mueve. Podría estar pasando por un proceso respiratorio, como puede ser una neumonía. A veces, si nos fijamos, podremos ver una secreción acuosa en fosas nasales y ojos. Se trata también de una urgencia veterinaria.

No siempre los problemas respiratorios tienen un origen infeccioso. Las cobayas también pueden padecer tumores, como el adenocarcinoma, que se detectan en radiografías o ecografías y que producen síntomas similares a los de la neumonía. Este tipo de tumor es bastante habitual en cobayas que pasan de los tres años de edad. En este punto hay que señalar la importancia de acudir a un veterinario especializado en estos animales, ya que hay diferencias considerables con otros pacientes más habituales como son los perros y los gatos.

En función de los resultados de las pruebas, el veterinario establecerá el tratamiento adecuado. Además, como al sentir malestar la cobaya no come, es muy importante mantenerla hidratada, ayudándola a beber y a alimentarse.

Problemas digestivos

Otra causa que puede explicar que las cobayas no coman ni beban ni se muevan se encuentra en su sistema digestivo y, en este punto, es importante resaltar, de nuevo, lo esencial de una correcta alimentación. No ofrecer los alimentos que nuestra cobaya necesita puede producir malestar digestivo que se manifiesta, por ejemplo, como gases u obstrucciones.

Nuestra cobaya no come y, además, podremos notarle el abdomen inflamado o endurecido. En esta situación también puede observarse dolor a la palpación o con el simple manejo. Es motivo de consulta veterinaria para que este profesional determine la causa del problema. A veces, un cuerpo extraño es el responsable de provocar una obstrucción. Con una radiografía o ecografía podrá determinarse el motivo y tratarse con medicación o intervención.

Carencia de vitamina C

Esta deficiencia provoca una enfermedad conocida como escorbuto. Las cobayas, al igual que nos sucede a los humanos, no son capaces de fabricar esta vitamina en su cuerpo, por lo que deben ingerirla de los alimentos. Por ello, resulta imprescindible conocer la lista de frutas y verduras recomendadas para cobayas.

Si nuestra cobaya no come la suficiente cantidad de vitamina C en sus alimentos y no la suplementamos, puede desarrollar esta enfermedad. La vitamina C se relaciona con la síntesis de colágeno, que es una proteína que interviene en la formación de huesos, cartílago y tejido conectivo (piel, ligamentos, tendones, etc.). Así, su carencia se va a manifestar en la aparición de los siguientes problemas:

  • Dermatológicos, como modificación del color de la piel o pérdida de pelo.
  • Debilidad de los dientes, que incluso pueden caer solos.
  • Anemia.
  • Problemas digestivos.
  • Hemorragias, siendo característico el sangrado de encías.
  • Peor respuesta del sistema inmune.
  • Fragilidad de los huesos.
  • Apetito disminuido, la cobaya no come y, como consecuencia, observaremos que pierde peso.
  • Letargo, la cobaya no se mueve.
  • Cojeras o desequilibrios al deambular.
  • Heces anormales.

Cualquiera de estos síntomas es motivo de consulta veterinaria y, además de tratarlo, la solución pasa por mejorar la alimentación estableciendo una cantidad diaria adecuada de vitamina C.

Factores emocionales

Además de los aspectos físicos que hemos expuesto en los apartados anteriores, podemos encontrarnos con cobayas que no comen ni beben ni se mueven por motivos como el estrés o la tristeza. Estos animales son muy sensibles a los cambios y, si estos se producen, pueden afectarles al punto de perder el apetito y el ánimo.

Como hemos resaltado ya en varias ocasiones, es muy importante que nuestra cobaya coma y beba porque, de no hacerle, puede deshidratarse rápidamente, de ahí la trascendencia de acudir a la consulta veterinaria sin demora. Si este es el problema, debemos observar a nuestro amigo e introducir las mejoras que lo animen, como pueden ser más atenciones, compañía, otra alimentación, un lecho más grande y/o más limpio, etc.

La importancia de la alimentación de las cobayas

A lo largo de los apartados anteriores hemos visto la importancia de prestar atención a una cobaya que no come y, en ocasiones, ni bebe ni se mueve, ya que puede estar detrás una patología de gravedad. También, como hemos ido señalando, va a ser crucial ayudar a nuestra cobaya a manternerse hidratada y alimentada.

Para conseguirlo podemos suministrarle agua con una jeringuilla, siempre poco a poco y por el lateral de la boca, en el hueco de detrás de los dientes, para evitar atragantamientos. En cuanto a la alimentación, podemos animarla a comer ofreciéndole una papilla o un potito de bebé, también administrado en jeringuilla (podemos añadirle agua para que sea más líquido).

Eso sí, debemos consultar con nuestro veterinario para asegurarnos que la composición de estos alimentos sea la más adecuada. Una vez que nuestra cobaya vuelva a comer, su alimentación debe ser rica en fibra para que le ayude a desgastar los dientes y, a la vez, favorezca el tránsito intestinal. No hay que olvidar que las cobayas son completamente herbívoras. Una dieta correcta debe contener los siguientes alimentos, expresados en porcentajes orientativos:

  • Entre un 75 y 80 % de heno. Tiene que ser su alimento fundamental.
  • Como mucho un 20 % de pienso (¡específico para cobayas!).
  • Del 5 al 15 % de verduras, muy importante que sean ricas en vitamina C (como espinacas, col o perejil).
  • Consumo ocasional (solo como premio) de frutas y cereales. No se deben dar a diario.
  • Suplemento de vitamina C (ácido ascórbico) en la dosis recomendada por el veterinario.

Este sería una dieta modelo para cobayas adultas. En cobayas menores de seis meses o hembras gestantes habría que ajustarla, ya que las necesidades nutricionales se modifican.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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