
"Mi gato anda raro con las patas de atrás", "mi gato no se sostiene con las patas traseras" o "mi gato arrastra las patas traseras" son frases que pueden decir los cuidadores de pequeños felinos cuando notan que su gato presenta inestabilidad o incoordinación en el tercio posterior del cuerpo, afectando a las patas traseras.
Esto se conoce como ataxia, y la ataxia posterior puede deberse a diversas causas, muchas de ellas de origen muscular o neurológico. Si quieres conocer las principales causas que pueden explicar por qué tu gato anda raro con las patas de atrás, continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
1. Ataxia espinal
La ataxia espinal es una de las principales causas por las que tu gato puede no andar bien con las patas traseras. Este tipo de ataxia en felinos consiste en un trastorno neurológico que afecta el equilibrio y la coordinación, como consecuencia de un daño, compresión, inflamación o mal funcionamiento de la médula espinal. Esto puede deberse a las siguientes causas:
- Traumatismos.
- Tumores espinales.
- Malformaciones congénitas.
- Hernias discales.
- Infecciones como virus o toxoplasmosis.
- Enfermedades degenerativas o mielitis.
Este problema provoca que los gatos presenten tambaleo o incoordinación en las patas posteriores, dificultad para saltar, cruce de las patas traseras, paraparesia posterior, caídas frecuentes, debilidad y, en algunos casos, arrastren una o ambas patas traseras.
Tratamiento
El tratamiento de la ataxia espinal en gatos depende de la causa que la origina. Se pueden emplear fármacos como antiinflamatorios, vitaminas o antibióticos; recurrir a la cirugía si hay tumores o hernias; y aplicar fisioterapia para fomentar una buena movilidad. Los cuidados paliativos serán la opción cuando la causa no sea tratable.
2. Tromboembolismo aórtico
Una de las causas que pueden explicar por qué un gato arrastra las patas traseras es el tromboembolismo aórtico, una peligrosa condición que consiste en la aparición de un coágulo sanguíneo formado en el corazón, el cual se moviliza hasta alojarse en la bifurcación de la arteria aorta. Esto bloquea el flujo de sangre hacia las patas traseras, por lo que los gatos afectados pierden de forma repentina la funcionalidad de estas extremidades, provocando una alarmante ataxia y, con mayor frecuencia, incapacidad para moverlas (parálisis).
Además de la ataxia o parálisis, los gatos afectados por tromboembolismo aórtico también presentan dolor intenso y ausencia de pulso en las patas traseras, que se sienten frías o adquieren una coloración azulada debido a la falta de irrigación sanguínea. Entre las causas más comunes de tromboembolismo aórtico en felinos se encuentra la cardiomiopatía hipertrófica (HCM), así como otras enfermedades cardíacas que predisponen a la formación de trombos.
Tratamiento
El tratamiento debe enfocarse en controlar el dolor con opioides como buprenorfina o metadona, además del uso de una terapia antitrombótica con clopidogrel o heparina de bajo peso molecular. También puede ser necesaria la oxigenoterapia y el manejo del fallo cardíaco si está presente.
3. Traumatismos
La ataxia posterior o incoordinación de las patas traseras puede ser causada por lesiones medulares en la región toracolumbar, traumatismos en la columna vertebral o fracturas y luxaciones vertebrales provocadas por golpes, atropellos, accidentes o caídas desde gran altura. Por ejemplo, si el traumatismo ha causado un daño entre los segmentos T3 y L3 —es decir, en la zona toracolumbar—, se ve afectado el tercio posterior del cuerpo de nuestros pequeños felinos, lo que puede provocar los siguientes síntomas:
- Tropiezos o caídas.
- Incoordinación o debilidad en las patas posteriores.
- Dolor al tocar la columna.
- Arrastre de una o ambas patas traseras.
- Reflejos anormales en las extremidades traseras.
- Incontinencia urinaria o fecal si el traumatismo ha sido lo suficientemente severo.
Tratamiento
Si tu gato no puede caminar con las patas traseras, el tratamiento de la ataxia posterior derivada de un traumatismo depende de la gravedad del daño. Cuando no hay fracturas ni compresiones importantes, el manejo puede ser conservador, incluyendo reposo estricto, suplementos neuroprotectores, uso de fármacos antiinflamatorios como AINEs o corticoides, y fisioterapia. En casos más graves, como fracturas, compresiones severas o hernias, puede ser necesario recurrir a una cirugía descompresiva o estabilización vertebral.

4. Problemas neuromusculares o de los nervios periféricos
Cuando un gato anda raro con las patas de atrás, pero no se evidencia daño en la médula espinal, deben considerarse trastornos neuromusculares o de los nervios periféricos que van desde la médula hasta las patas traseras, así como alteraciones en las uniones neuromusculares o en el músculo esquelético. Los signos clínicos que pueden indicar un problema neuromuscular o de los nervios periféricos que causa ataxia posterior incluyen debilidad, incoordinación y pérdida de reflejos en las patas traseras, a veces acompañadas de dolor o atrofia muscular. Algunos de los trastornos más comunes de los nervios periféricos o neuromusculares son:
- Neuropatía diabética en gatos con diabetes mal controlada, que se manifiesta con plantigradismo y debilidad en las patas traseras.
- Deficiencia de tiamina (vitamina B1).
- Intoxicaciones (por metronidazol u otros medicamentos, o por plomo).
- Miopatías inflamatorias, hereditarias, parasitarias (toxoplasma) o asociadas a hipopotasemia.
- Síndrome de Eaton-Lambert o Miastenia Gravis, que implican un fallo en la unión neuromuscular con fatiga progresiva, presencia de megaesófago y debilidad.
- Exposición a toxinas como organofosforados, piretroides o metales pesados.
Tratamiento
El tratamiento de un gato con estos problemas dependerá de la causa neuromuscular o nerviosa que presente. Por ejemplo, en el caso de una neuropatía diabética, será necesario controlar la diabetes mediante la administración de insulina y el control de la glucemia; si hay hipopotasemia, se deberá suplementar potasio; y en el caso de toxoplasmosis, se tratará con clindamicina. Además, la fisioterapia, la rehabilitación y el uso de suplementos neuromusculares como la L-carnitina o la vitamina B12 pueden desempeñar un papel fundamental en la recuperación.
5. Tumor
El fallo de las patas traseras en gatos también puede ser causado por tumores que afectan el sistema nervioso, especialmente en gatos de edad avanzada. Algunos de los tumores que pueden provocar debilidad o incoordinación en las patas traseras son los siguientes:
- Linfoma de la médula espinal: afecta la médula espinal en la región toracolumbar y es el tumor más común en gatos. Provoca síntomas como parálisis o paresia parcial, ataxia en las patas traseras y pérdida de control de los esfínteres.
- Tumores óseos: como el osteosarcoma, mieloma múltiple o condrosarcoma, que afectan los huesos de la columna vertebral. Estos tumores pueden causar ataxia posterior al invadir o comprimir la médula espinal.
- Hemangiosarcoma o hemangioblastoma: tumores de los vasos sanguíneos que pueden crecer cerca de la médula espinal e invadirla, provocando compresiones medulares y síntomas como ataxia posterior.
- Meningioma: tumor benigno extramedular frecuente en gatos mayores. Cuando afecta la zona toracolumbar, puede causar ataxia en las patas posteriores.
- Tumores metastásicos: no se originan en la médula o columna, sino que provienen de otros órganos y alcanzan estas estructuras, provocando metástasis, invasión de vértebras o de la médula espinal, y alteraciones neurológicas como la ataxia posterior.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del tipo de tumor:
- Linfoma espinal: la quimioterapia es la mejor opción.
- Tumores óseos: la cirugía es el tratamiento más indicado si es viable, mientras que la radioterapia puede ayudar a controlar el crecimiento y el dolor.
- Osteosarcoma o mieloma múltiple: también puede utilizarse quimioterapia.
- Tumores vasculares: se opta por la quimioterapia si hay diseminación, cirugía si el tumor es accesible y está localizado, o radioterapia como medida paliativa.
- Meningioma: lo ideal es la cirugía de extirpación combinada con radioterapia si el tumor es accesible.
- Tumores metastásicos: el tratamiento dependerá del tipo de tumor primario, aunque generalmente, al encontrarse en una fase avanzada, se opta por un enfoque paliativo basado en el manejo del dolor y el uso de corticoides para reducir la inflamación.
Como ves, si tu gato anda raro con las patas de atrás, arrastra la patas traseras o las tiene paralizadas, no dudes en visitar al veterinario.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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