Mi gato sangra por la nariz, ¿qué hago?

Como hemos dicho, la epistaxis consiste en la pérdida de sangre por la nariz. En los gatos nos podemos encontrar con que este sangrado proceda del exterior de la nariz, ya que no es extraño que, entre congéneres, se arañen por juego o peleas. Este último punto será más frecuente en gatos con acceso al exterior, sobre todo si son machos no castrados que acostumbran a pelearse por cuestiones territoriales y de acceso a hembras en celo.

Por lo tanto, si nuestro gato sangra por la nariz, por fuera, ¿qué hacer? En estos casos se recomienda la castración del gato y el control, o incluso la restricción, del acceso al exterior. Aunque estas heridas externas no sean graves, las peleas reiteradas pueden producir importantes lesiones y transmitir enfermedades para las que no hay cura, como la inmunodeficiencia o la leucemia felina. Además, debemos controlar que estas heridas se curen bien, ya que, por las características de la piel de los gatos, pueden cerrar en falso y acabar desarrollando una infección que va a requerir tratamiento veterinario. Si se trata de heridas superficiales lo normal es que en poco tiempo dejen de sangrar y que veamos solo que nuestro gato tiene sangre seca en la nariz. Podemos desinfectarlas, por ejemplo, con clorexhidina.

Veremos algunas causas comunes de epistaxis en gatos en los apartados siguientes.

Puede que la causa de sangrado nasal que nos encontremos con más frecuencia sean los estornudos. Que nuestro gato estornude y sangre por la nariz puede explicarse por la presencia de un cuerpo extraño en su interior. En estos casos veremos un acceso repentino de estornudos y puede que el gato se frote la nariz con las patas o contra algún objeto para intentar librarse de la molestia. Salvo que veamos el objeto asomar, debemos acudir a nuestro veterinario para que lo extraiga si el cuadro no remite.

El sangrado se explica por la rotura de algún vaso o por lesiones provocadas por el cuerpo extraño. Este sangrado suele consistir en unas gotitas que veremos salpicadas por suelo y paredes. Por este mismo motivo, podremos ver que un gato tiene mocos con sangre, lo que sucede también en infecciones bacterianas o fúngicas que se cronifican. Si nuestro gato sangra por la nariz en estas circunstancias, ¿qué hacemos? Debemos visitar a nuestro veterinario para que prescriba un tratamiento adecuado. Curando la infección, dejará de sangrar por la nariz.

Hay situaciones de sangrado nasal en las que no podemos esperar a que este remita solo, pues, incluso aunque sea el único síntoma que observemos, nuestro gato necesita una completa valoración veterinaria para descartar daños más graves. Estas situaciones serían las siguientes:

• Traumatismos: en estos casos el gato sangra por la nariz por un golpe, como puede ser el recibido por un coche o, muy frecuentemente, por la caída desde una altura. El veterinario debe averiguar de dónde procede el sangrado.
• Envenenamientos: la ingesta de algunos tóxicos puede producir hemorragias nasales, anales o bucales. Supone una emergencia veterinaria ya que corre riesgo la vida del gato.
• CID: es la coagulación intravascular diseminada que se produce en cuadros graves de diferentes alteraciones, como puede ser un golpe de calor o una infección vírica. Es difícil revertirlo, por lo que se trata de una urgencia que requiere inmediata asistencia veterinaria. La epistaxis en gatos también puede aparecer en otros problemas de coagulación.
• Tumores: se requiere un rápido diagnóstico veterinario, pues su pronóstico puede mejorar si los detectamos en fases iniciales.

Por lo tanto, en estos casos, si nuestro gato sangra por la nariz, ¿qué hacemos? Acudir inmediatamente a un centro veterinario.

Además de las particularidades que hemos comentado, si nuestro gato sangra por la nariz podemos seguir los siguientes consejos:

• Lo más importante es la tranquilidad, mantener la calma nosotros para que el gato no se ponga nervioso.
• Puede ser necesario recluirlo en un espacio pequeño, como puede ser el cuarto de baño o, si lo vemos muy nervioso al punto de poder causarse más daño, podemos tener que meterlo en su transportín.
• El collar isabelino también puede ayudarnos a evitar que el animal se rasque y, por tanto, se produzca más heridas.
• Debemos buscar de dónde procede el sangrado.
• Aunque en gatos es difícil por las dimensiones de su nariz, podemos intentar aplicarle frío en la zona. Si usamos hielo debe estar siempre envuelto en una tela. El objetivo es que el frío produzca vasoconstricción de forma que remita la hemorragia.
• De observar el punto de sangrado podemos presionarlo, de manera constante, con una gasa.
• En caso de heridas en la nariz que producen sangrado, debemos limpiarlas y desinfectarlas.
• Si la hemorragia no remite, desconocemos la causa o se trata de alguna de las que hemos considerado graves, debemos acudir inmediatamente a nuestro centro veterinario de referencia.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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