Mi perro cojea al levantarse de dormir - Causas y qué hacer

La artritis consiste en la inflamación de las articulaciones, concretamente del cartílago articular y la membrana sinovial. En función de su etiología, las artritis pueden ser infecciosas (cuando existen agentes infecciosos implicados) o no infecciosas (cuando el daño articular se produce por el depósito de inmunocomplejos, ya sea por enfermedades inmunomediadas, inflamaciones crónicas o neoplasias).

Independientemente de su origen, las artritis suelen cursar con dolor articular y cojera. Es habitual que la cojera empeore tras periodos prolongados de reposo, y también por cambios en el clima (fundamentalmente por frío).

El tratamiento de este proceso dependerá del tipo concreto de artritis que afecte al animal. De forma general, las artritis infecciosas se tratan con antibióticos y lavados articulares, mientras que las artritis no infecciosas, al ser procesos inmunomediados, suelen tratarse con fármacos inmunomoduladores. Además, es recomendable combinar la terapia específica con otros tratamientos coadyuvantes (como analgésicos, condroprotectores, nutracéuticos o fisioterapia).

Te damos más detalles de la Artritis en perros: signos clínicos y tratamiento a continuación.

La artrosis (también conocida como osteoartritis o enfermedad degenerativa articular) es una enfermedad articular crónica que se caracteriza por la degeneración y pérdida del cartílago articular y por la formación de hueso nuevo alrededor de la articulación. A medida que va progresando, es habitual que aparezcan signos clínicos como dolor articular y cojera en frío.

La artrosis en los perros puede tener un origen primario o secundario. La artrosis primaria suele afectar a los animales de edad avanzada y aparece como consecuencia del envejecimiento normal de las articulaciones.

Su tratamiento se puede abordar desde distintos enfoques, aunque en el caso de la artrosis primaria, suele optarse por un tratamiento conservador basado en los siguientes puntos:

• Control de peso: la grasa favorece la formación de mediadores inflamatorios que perpetúan el proceso inflamatorio. Además, el exceso peso corporal produce una sobrecarga adicional de las articulaciones, la cual empeora el proceso degenerativo de las mismas. Por ello, el control de peso es, sin duda, uno de las aspectos más importantes en el tratamiento de la artrosis.
• Actividad física moderada y regular: se deben evitar las actividades de alto impacto (como correr y saltar) y los paseos extenuantes. El régimen de ejercicio debe ser suave pero diario, para así fortalecer los músculos que rodean las articulaciones y que dan soporte y estabilidad a las articulaciones.
• Control del dolor: se puede abordar con Antiinflamatorios no Esteroideos, con otros analgésicos (como gabapentina, tramadol, etc.) o con acupuntura.
• Condroprotectores: el sulfato de condroitina, la glucosamina y los suplementos con ácidos grasos omega-3 son los recomendados con mayor frecuencia.
• Rehabilitación: incluyendo fisioterapia, hidroterapia, terapia con láser, acupuntura, etc. En conjunto, ayudan a mejorar la movilidad articular y a aumentar la masa muscular.

Te damos más información sobre la Artrosis en perros: síntomas y tratamiento en el siguiente post de ExpertoAnimal. ¡No te lo pierdas!

Como hemos visto en el apartado anterior, la artrosis puede tener una causa primaria. Sin embargo, en los perros, la artrosis suele aparecer con carácter secundario a otras enfermedades ortopédicas, que ocasionan una inestabilidad en las articulaciones y terminan desencadenando el desarrollo de una enfermedad degenerativa articular.

A continuación, mencionamos algunas de las principales patologías que pueden derivar en el desarrollo de artrosis y que, por tanto, pueden desencadenar la aparición de una cojera en frío en los perros.

Displasia de cadera

Se trata de una patología hereditaria muy común en perros grandes y gigantes. Se produce como consecuencia del desarrollo anormal de la articulación de la cadera, que da lugar a una luxación o subluxación de la articulación y una incongruencia en la misma.

La evolución de la patología da lugar a lesiones en las superficies articulares, las cuales cronifican y originan un proceso de enfermedad degenerativa articular. Por ello, en fases avanzadas es habitual observar una cojera en frío del tercio posterior, que mejora levemente con el ejercicio.

La resolución de la displasia de cadera es quirúrgica. Se han descrito una gran variedad de técnicas quirúrgicas, cuya finalidad es tratar el dolor y restablecer la funcionalidad locomotora de la articulación de la cadera. Estas técnicas se dividen en tres grupos, en función de su finalidad:

• Técnicas preventivas: que evitan o retrasan el desarrollo de enfermedad degenerativa articular (como la sinfisiodesis, la triple osteotomía pélvica o la doble osteotomía pélvica).
• Técnicas curativas: que solucionan la progresión de la enfermedad y eliminan radicalmente el dolor (como la artroplastia o la colocación de una prótesis de cadera).
• Técnicas paliativas: que reducen el dolor, pero sin eliminar el daño articular (como la denervación de la cápsula articular).

Los perros con displasia de cadera nunca deben utilizarse como reproductores, pues se trata de una enfermedad hereditaria. Recordemos que realizar una cría responsable, además de ser necesario para respetar el bienestar de nuestros animales, también es crucial para no perpetuar las patologías de carácter hereditario.

Necrosis avascular de la cabeza del fémur en fases avanzadas

Es una enfermedad del desarrollo que afecta a perros jóvenes, especialmente de razas pequeñas. En estos animales se produce una interrupción del aporte sanguíneo a la cabeza y el cuello del fémur, lo que termina produciendo la necrosis del hueso a este nivel.

Inicialmente no produce sintomatología clínica pero, con el tiempo, van apareciendo signos clínicos como cojera y dolor intenso a nivel de la cabeza del fémur. En fases avanzadas de la enfermedad, se produce artrosis en la articulación de la cadera que ocasiona una cojera en frío.

El tratamiento es necesariamente quirúrgico y consiste en realizar una resección completa de la cabeza y el cuello del fémur. La tasa de éxito de este tratamiento es muy elevada; además, no es necesario reposo y la recuperación final es considerablemente rápida.

Patologías articulares mal curadas

Casi cualquier enfermedad articular que no se haya tratado debidamente va a terminar ocasionando, a largo plazo, un proceso degenerativo en la articulación (artrosis). Algunos de los ejemplos más frecuentes son los siguientes:

• Rotura del ligamento cruzado anterior no tratada: tras la rotura, el ligamento no se regenera ni tampoco se puede sustituir, por lo que es necesario realizar una técnica quirúrgica que sustituya la fijación en la rodilla. De esta manera se corregirá la inestabilidad articular y se prevendrá la aparición de enfermedad degenerativa articular.
• Fracturas articulares: son aquellas que afectan a alguno de los extremos óseos que conforman una articulación. Todas las fracturas articulares se deben reducir quirúrgicamente con la mayor precisión posible, pues de lo contrario se generará una incongruencia en la articulación que a largo plazo favorecerá el desarrollo de artrosis.
• Fracturas de rótula: ya sean fracturas transversas, longitudinales o conminuta, necesitan tratamiento quirúrgico para evitar el desarrollo de artrosis.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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