Mi perro está obsesionado con beber agua

Mi perro está obsesionado con beber agua

Los perros pueden tomar mucha agua por diversos motivos. Por ejemplo, si el animal está deshidratado o se expone a un calor excesivo, puede sentir una intensa sensación de sed e ingerir un gran volumen de agua para recomponer su organismo. No obstante, algunos peludos convierten el acto de beber agua en una especie de compulsión, transformando una necesidad biológica en un comportamiento obsesivo.

Si tu perro está obsesionado con beber agua, podrás conocer las causas y posibles soluciones en este artículo de ExpertoAnimal. Desde luego, reafirmamos la necesidad de consultar a tu veterinario de confianza al observar cualquier cambio en el comportamiento de tu mejor amigo.

¿Realmente está obsesionado?

Un perro totalmente sano requiere un consumo diario de 70 ml de agua por cada kg de peso. De esta forma, un perro de 10 kg ingerirá 700 ml de agua al día, aproximadamente. Si el tuyo consume un volumen similar, no debes preocuparte. Ahora bien, si dicha cifra se ve alterada, debes analizar la cantidad que toma para determinar si realmente se trata de un comportamiento obsesivo (estereotipia), o de una alteración producto del desarrollo de una enfermedad. A continuación, hablaremos del trastorno obsesivo compulsivo y de las causas que lo provocan.

Potomanía: obsesión por beber agua

En la terminología médica, “potomanía” o “polidipsia psicógena” denominan un cuadro clínico que se caracteriza por la sensación de sed excesiva en la ausencia del estímulo fisiológico. Es decir, el individuo siente la necesidad de beber agua aunque su cuerpo no emita la señal biológica de la sed. Este fenómeno es traducido físicamente por medio de un comportamiento obsesivo en relación al consumo de agua.

La potomanía puede afectar a seres humanos, animales domésticos (perros y gatos, principalmente) y algunas especies salvajes en cautividad. Muchos tutores ignoran este comportamiento obsesivo en su mascota por considerarlo de bajo riesgo, pero el consumo excesivo de agua no es beneficioso para la salud de ningún animal. Si no es tratada debidamente, la potomanía puede provocar desde náuseas hasta insuficiencia cardíaca, y provocar la muerte del animal. Además, si tu perro está obsesionado con el agua, es una señal de que su organismo presenta algún desequilibrio. Por ello, no dudes en consultar a tu veterinario de confianza al percibir cualquier conducta inusual en tu mejor amigo.

Síntomas relacionados con la potomanía en perros

El excesivo consumo de agua puede perjudicar severamente el equilibrio de fluidos en el organismo, además de comprometer progresivamente la actividad renal. Como consecuencia, tu perro puede presentar los siguientes síntomas:

  • Náuseas.
  • Calambres.
  • Cansancio y somnolencia excesiva.
  • Parálisis.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Decaimiento de la capacidad cognitiva.
  • Convulsiones.
  • Coma.

Por qué tu perro está obsesionado con el agua: orígenes psicológicos

Por lo general, la potomanía, así como toda estereotipia(o comportamiento obsesivo), encuentra sus orígenes en trastornos psicológicos o emocionales. Un animal de compañía puede desarrollar esta conducta obsesiva por estar ansioso, poco estimulado física y mentalmente, por vivir en un ambiente estresante, o por ser sometido a un encarcelamiento prolongado.

Todos los canes, independiente de su tamaño o raza, necesitan ejercitar diariamente su cuerpo y su mente para gastar energía y permanecer física y mentalmente sanos. Un perro que pasa muchas horas solo, que experimenta una rutina sedentaria o vive en un ambiente poco estimulante, puede desarrollar una serie de problemas de comportamiento derivados del cúmulo de tensión, del estrés o del aburrimiento.

Los perros que no han sido socializados correctamente también son más vulnerables al desarrollo de manías y trastornos compulsivos. Nuestros peludos necesitan ser socializados tempranamente para aprender a relacionarse con sus juguetes, con sus objetos, con su comida, con personas y con otros animales. Si no ha sido posible, este proceso también puede llevarse a cabo durante la edad adulta. Para ello, no te pierdas nuestro artículo sobre "Cómo socializar a un perro adulto".

Si acabas de adoptar a un perro que está obsesionado con el agua, también debes considerar la triste posibilidad de que tu mejor amigo puede tener un historial de abusos físicos y emocionales. Al sentirse inseguro para expresarse, tu peludo puede encontrar en la potomanía una válvula de escape para aliviar su tensión acumulada. Deberás tener mucha paciencia e invertir en un proceso de reeducación y resocialización, contando con la ayuda de un educador profesional y de un experto en etología canina.

La potomanía asociada al daño cerebral

Un perro también puede mostrarse obsesionado con el agua al sufrir algún daño en su hipotálamo. Una alteración orgánica en esta estructura, como un coágulo o una lesión postraumática, podría provocar la emisión anómala del estímulo de la sed, haciendo que el animal sienta la necesidad de consumir agua constantemente y parezca obsesionado con esta actitud.

El hipotálamo es la parte del cerebro responsable de controlar diversas funciones orgánicas, entre las cuales encontramos la regulación de la cantidad de agua en el cuerpo. Cuando el volumen de agua en el organismo baja, el hipotálamo emite una señal nerviosa de la sed, que comunica al perro la necesidad de ingerir líquidos. Por ello, un daño en el hipotálamo podría estar asociado al desarrollo de potomanía.

Aunque estos diagnósticos sean muy raros, es indispensable acudir a la clínica veterinaria para descartar esta posibilidad. El veterinario requerirá los estudios clínicos necesarios para determinar si la causa de la potomanía canina está asociada a un daño cerebral.

Otras causas de la obsesión del perro con el agua

Además de los trastornos psicológicos y los daños cerebrales, existen otras causas que pueden explicar por qué un perro toma mucha agua:

  • Diabetes: los perros con diabetes pueden tener una sensación de sed excesiva, lo que favorece el surgimiento de los síntomas de potomanía.
  • Alteraciones hormonales: algunos trastornos hormonales, como el hipertiroidismo, pueden interferir directamente en el metabolismo y provocar ciertas conductas inusuales.
  • Disturbios alimenticios: los perros que desarrollan un apetito excesivo o que sufren de anorexia pueden sentir sed excesiva y mostrarse obsesionadas por beber agua.
  • Tratamiento prolongado con medicamentos antiinflamatorios, diuréticos, anticolinérgicos o que contengan litio en su formula.

Cabe destacar que estas causas están más relacionadas con el aumento del consumo de agua sin llegar a ser un comportamiento obsesivo.

¿Qué hacer cuando un perro toma mucha agua?

Los síntomas físicos de la potomanía deben recibir atención inmediata para restablecer el buen estado de salud del perro. En la clínica veterinaria tu peludo podrá recibir el tratamiento adecuado para equilibrar los niveles de electrolitos en su organismo. Podrán ser aplicados medicamentos diuréticos para favorecer la eliminación del exceso de agua y estabilizar sus fluidos corporales.

El tratamiento específico para la potomanía dependerá del diagnóstico de su causa en cada paciente. No obstante, en la mayoría de los casos, la solución para la obsesión por beber agua en perros es devolver el equilibrio a la salud mental al animal. Cada tutor deberá asumir el compromiso de ofrecer un ambiente positivo y un estilo de vida más saludable a su mejor amigo. Además, será indispensable consultar un etólogo canino y un adiestrador profesional para llevar a cabo un exitoso proceso de reeducación y resocialización.

¿Puedo evitar que mi perro se obsesione con beber agua?

Las conductas obsesivas no solo pueden evitarse, sino que deben ser prevenidas para el bienestar físico y mental de los perros. La mejor prevención para la potomanía está en ofrecer una buena calidad de vida a tu mejor amigo. Ello incluye cumplir las siguientes pautas:

  • Ofrecer un ambiente positivo, donde tu perro pueda desarrollarse con seguridad.
  • Utilizar el refuerzo positivo en su educación, y jamás emplear la violencia física o emocional.
  • Proporcionar una adecuada medicina preventiva: visitas al veterinario cada 6 meses, respetar su calendario de vacunación y desparasitación, adoptar hábitos de higiene reforzados, etc.
  • Mantener una dieta equilibrada, teniendo en cuenta su edad, peso, tamaño y también sus necesidades especiales.
  • Realizar ejercicio físico regularmente, para mantener su buena salud y evitar los síntomas asociados al estrés o al aburrimiento.
  • Socializar a tu perro desde cachorro, preferentemente a partir de sus 6 primeros meses de vida.
  • Conocer y respetar las 5 libertades del bienestar animal.

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