Mi perro ha muerto de repente: causas y qué hacer

Mi perro ha muerto de repente: causas y qué hacer

Todo aquel que conviva con un perro sabe que perderlo es una experiencia terriblemente dolorosa, especialmente si el animal fallece de manera repentina y no hemos podido prepararnos para su marcha. La muerte súbita de un perro es un hecho difícil de comprender y que suele dejar a los tutores llenos de incertidumbre, tristeza y, en muchos casos, culpabilidad.

Aunque no es lo más habitual, los canes, al igual que los humanos, pueden sufrir alteraciones fisiológicas repentinas que les lleven a la muerte cuando, previamente, estaban aparentemente sanos. En este artículo de ExpertoAnimal analizamos cuáles son las principales causas de muerte repentina en perros y qué podemos hacer ante este triste suceso.

¿Qué es la muerte súbita en perros?

La muerte repentina o súbita se entiende como aquella que se produce en un animal que no presenta síntomas previos y que está aparentemente sano y en buen estado. Evidentemente, es una muerte completamente inesperada y que, muchas veces, no se puede prever, aunque en ocasiones existen medidas preventivas para tratar de evitar estos sucesos.

¿Cuáles son las causas de muerte repentina en perros?

¿Tu perro ha muerto de repente? Las causas de muerte repentina más frecuente en perros son:

  • Cardiopatías: alteraciones cardíacas como pueden ser una cardiomiopatía dilatada, una estenosis aórtica o una insuficiencia cardíaca congestiva no aparecen de repente, pero pueden pasar desapercibidas durante su desarrollo y no manifestar una sintomatología evidente. Un animal cardiópata no diagnosticado tiene riesgo de sufrir un síncope e incluso un shock cardiovascular imprevisto, especialmente mientras realiza actividad física intensa.
  • Intoxicación: los perros son animales muy curiosos, especialmente los cachorros, y muchos tienden a llevarse a la boca todo lo que encuentran, desde algunas plantas hasta medicamentos o productos de limpieza. Estos actos pueden pasarnos completamente desapercibidos y provocar una intoxicación al perro que, en caso de ser grave, puede terminar con su vida de manera relativamente rápida. Descubre los principales tóxicos aquí: "Intoxicación en perros: síntomas y tratamiento".
  • Torsión gástrica: el síndrome de dilatación-torsión gástrica es más frecuente en perros de tamaño grande y gigante y consiste en una acumulación repentina de gas en el estómago que provoca la dilatación del mismo y su posterior volteo, quedando interrumpida la vascularización del órgano y produciendo la muerte del animal en unas pocas horas. Aunque hay animales más predispuestos que otros, este síndrome se puede prevenir evitando que los perros realicen ejercicio físico intenso justo antes o después de tomar grandes cantidades de agua o alimento.
  • Shock anafiláctico: si el perro sufre una reacción de hipersensibilidad muy grave ante algún producto, ya sea alimenticio o no, puede fallecer en poco tiempo si no recibe atención inmediata. Aunque son poco frecuentes, algunas reacciones de hipersensibilidad severas son difíciles de prever, ya que normalmente el animal se había expuesto previamente al alérgeno sin consecuencias.
  • Tromboembolismo: una alteración en el proceso normal de coagulación sanguínea puede originar la formación repentina de trombos, bloqueando venas o arterias y afectando a la irrigación de órganos y tejidos, lo cual resulta mortal en muchos casos si no se soluciona el problema rápidamente.
  • Neoplasias malignas: un tumor puede pasar completamente desapercibido y, llegado el momento, ocasionar un problema grave e imprevisto. Esto ocurre, por ejemplo, con los hemangiosarcomas que crecen en localizaciones como el bazo o el corazón y que pueden romperse provocando hemorragias internas fatales.
  • Crisis neurológicas: patologías como la epilepsia idiopática canina pueden desencadenarse de manera repentina y provocar graves daños a nivel cerebral. Si los ataques se detectan a tiempo, el perro puede vivir con un tratamiento de por vida, pero ante un ataque muy potente o un retraso en la instauración del tratamiento, el animal puede morir en medio de una crisis.

¿Cómo saber por qué mi perro ha muerto de repente?

Si tu perro ha muerto de repente, sin un motivo aparente, lo más normal es que quieras saber qué es lo que le ha podido ocurrir para así evitar que vuelva a suceder en un futuro. Para ello, tendrás que contar con la ayuda de un veterinario, que es el profesional más preparado para poder investigar la muerte del animal.

El primer paso será realizar una anamnesis completa, es decir, recabar toda la información relevante para el caso, como por ejemplo:

  • Edad del perro.
  • Presencia de síntomas previos.
  • Medicamentos que tomaba el animal.
  • Acceso a sustancias potencialmente tóxicas.
  • Enfermedades previamente diagnosticadas.
  • Pauta de vacunación y desparasitación.
  • Etc.

En ocasiones, una buena anamnesis ya puede aportar una sospecha clara de lo que ha podido pasar. No obstante, para poder confirmar con cierta seguridad la causa de la muerte, el veterinario tendrá que realizar, previa autorización del tutor del animal, una necropsia del cadáver. El estudio del estado de los órganos y tejidos del perro, junto con la toma de muestras y su posterior análisis laboratorial, serán las pruebas definitivas para establecer una conclusión fiable.

¿Qué hacer si mi perro ha muerto de repente?

Si, por desgracia, tu perro fallece de manera repentina o lo encuentras sin vida en casa, lo primero que debes hacer es tratar de mantener la calma, pues solo así podrás pensar y actuar con claridad y eficacia. Acércate al animal y averigua si realmente ha fallecido comprobando sus constantes vitales. Algunas alteraciones repentinas pueden dejar al animal inconsciente con una frecuencia cardíaca y respiratoria tan bajas que puede parecer que el perro está muerto, cuando realmente sigue con vida. Si crees que el can puede seguir vivo, debes acudir inmediatamente a la clínica u hospital veterinario más cercano.

En caso de confirmar la muerte, debes llamar a tu veterinario de confianza y comentarle lo sucedido. El veterinario se encargará entonces de verificar el fallecimiento y de dar de baja al perro en el registro de la comunidad autónoma pertinente. A continuación, te informará de las diferentes formas de gestionar el cadáver:

  • Cremación colectiva.
  • Cremación individual con recuperación de cenizas.
  • Entierro en un cementerio para animales.
  • Etc.

Si te gustaría quedarte con el cuerpo para enterrarlo en un terreno, asegúrate de conocer la normativa local de tu lugar de residencia, pues esto no siempre está permitido y puede conllevar multas cuantiosas.

Por último, pero no menos importante, tómate el tiempo que necesites para procesar la situación y gestionar el duelo, busca ayuda y apoyo en profesionales, familia y amigos y, sobre todo, no te culpabilices por la muerte repentina de tu perro, pues debes comprender que hay veces en las que, simplemente, no somos capaces de prever ciertas situaciones y no podemos hacer nada para evitarlas. Si te gustaría homenajearlo como se merece, en este artículo encontrarás varias opciones de frases de despedida: "Frases para perros fallecidos".

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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