Mielopatía degenerativa en perros - Síntomas, diagnóstico y tratamiento

La mielopatía degenerativa es, como su propio nombre indica, una enfermedad degenerativa que afecta a la médula espinal de los perros. Inicialmente se conocía como “mielopatía degenerativa del pastor alemán” debido a que esta fue la primera raza en la que se describió la enfermedad.

No obstante, hoy en día se sabe que puede aparecer en otras muchas razas, especialmente en razas grandes como:

• El boyero de Berna
• El rhodesian ridgeback
• El bóxer
• El husky siberiano

Se trata de una enfermedad crónica, de curso lento y progresivo, que afecta a perros de edad avanzada causándoles un lento deterioro en la función de las extremidades traseras, que finalmente desemboca en una parálisis completa.

La mielopatía degenerativa canina tiene un curso lento y progresivo. Inicialmente, comienza como un problema toracolumbar (del segmento medular T3-L3) en el que se puede detectar:

• Ataxia o incoordinación: se puede observar el cruzamiento de los miembros posteriores al caminar, tambaleo de la cadera y problemas para estimar las distancias. Si quieres saber más sobre la Ataxia en perros: sus causas y tratamiento, consulta el siguiente artículo de ExpertoAnimal.
• Paresia (debilidad de las extremidades posteriores): es frecuente observar dificultad para subir o bajar escaleras.
• Pérdida de la propiocepción: los perros arrastran los dedos de las extremidades traseras, lo que hace que se evidencia desgaste y sangrado en los nudillos.
• Atrofia muscular: pérdida de masa muscular en las extremidades traseras

Es frecuente que los signos sean asimétricos, es decir, que no se presenten con el mismo patrón o la misma intensidad en las dos extremidades traseras.

Con el tiempo, el problema neurodegenerativo progresa hasta producir paraplejia, es decir, la parálisis completa de los miembros posteriores. Si sigue avanzando, podría llegar a producirse la tetraplejia, es decir, la parálisis de las extremidades anteriores y posteriores.

Quizás te interese echarle un vistazo al siguiente post sobre la Parálisis en perros: causas y tratamiento, aquí.

Desde su descubrimiento, han sido múltiples los estudios que han intentado discernir la etiología de la mielopatía degenerativa canina. Estas investigaciones intentaron asociar la enfermedad a posibles deficiencias nutricionales, tóxicos, defectos autoinmunes, etc. Sin embargo, en la actualidad siguen sin esclarecerse las causas concretas que originan esta patología.

Los estudios más recientes han identificado como posible causa la mutación del gen SOD1, el cual codifica para la enzima Superóxido Dismutasa. La alta incidencia de mielopatía degenerativa en razas específicas sugiere que existe una base genética de la enfermedad, por lo que puede que el hallazgo de esta mutación suponga el descubrimiento del componente genético de esta patología.

Cabe destacar que la mutación en el gen SOD1 también está presente en las personas que padecen Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), lo que ha convertido a la mielopatía degenerativa en un modelo animal para estudiar esta enfermedad humana.

El diagnóstico de la mielopatía degenerativa canina es complicado. Las pruebas habitualmente empleadas para el diagnóstico de patologías medulares (radiografía, resonancia magnética y análisis del líquido cefalorraquídeo) no resultan útiles para detectar esta enfermedad.

Por ello, el diagnóstico debe fundamentarse en:

• Exploración neurológica: en función del grado de degeneración medular, se pueden detectar signos de neurona motora superior o signos de neurona motora inferior. Es característico que no hay dolor a la palpación de la columna vertebral.
• Test genético: actualmente está disponible un test genético capaz de detectar la mutación del gen SOD1. No obstante, hasta que no se confirme la verdadera etiología de la enfermedad, este test debe ser únicamente orientativo.

En resumen, en perros con signos compatibles con la enfermedad, en los que se hayan descartado otras patología medulares y que posean la mutación del gen SOD1, se puede realizar un diagnóstico presuntivo de mielopatía degenerativa. Sin embargo, el diagnóstico definitivo no se podrá alcanzar con el animal vivo, dado que para su confirmación es necesario realizar un análisis histopatológico tras la muerte o eutanasia del animal.

Por desgracia, actualmente no existe ningún tratamiento específico ni curativo frente a la mielopatía degenerativa.

En la actualidad, se están desarrollando ensayos clínicos empleando inhibidores que previenen la acumulación de la mutación del gen SOD1, por lo que se espera que en un futuro temprano se pueda disponer de una terapia comercial para combatir la mielopatía degenerativa.

Hasta entonces, el único tratamiento que parece alargar la esperanza de vida del animal es la fisioterapia. Dentro del programa de rehabilitación se deben incluir ejercicios de movilización, estiramientos, masajes y electroestimulación muscular. Pese a que esta terapia no consigue evitar la degeneración de la médula espinal, sí que ayuda a:

• Controlar el dolor ocasionado por las tensiones o las malas posturas que adquiere el animal como consecuencia de la mielopatía degenerativa.
• Frenar la aparición de atrofia muscular (pérdida de masa muscular).
• Estimular la sensibilidad.
• Trabajar al coordinación y el equilibrio.

Además, es importante tomar una serie de medidas para garantizar una calidad de vida aceptable en estos perros:

• Se debe proporcionar un lugar confortable: blando para evitar las úlceras por decúbito, pero firme para que puedan incorporarse con facilidad.
• Se deben proteger los pies con calcetines para perros: para evitar la aparición de úlceras, en caso de que caminen arrastrando los dedos.
• Puede ser necesario el uso de arneses: para elevar las extremidades posteriores o incluso sillas de ruedas específicas para perros, en el caso de fases más avanzadas de la enfermedad.

El pronóstico de la mielopatía degenerativa canina es grave, puesto que se trata de una enfermedad degenerativa que no tiene cura. Su avance es relativamente rápido, de manera que en un plazo de entre 6-12 meses los perros quedan parapléjicos.

Esto hace que, por desgracia, la mayoría de perros con mielopatía degenerativa tengan que ser eutanasiados en aras del bienestar animal. De lo contrario, el proceso degenerativo puede llegar a afectar al tronco encefálico, agravando el cuadro neurológico y ocasionando gran sufrimiento en el animal.

Si quieres saber más sobre La eutanasia en perros, no dudes en consultar el siguiente artículo de ExpertoAnimal que te recomendamos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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