No puedo cuidar a mi perro, ¿dónde lo puedo llevar?

No puedo cuidar a mi perro, ¿dónde lo puedo llevar?

No puedo cuidar a mi perro, ¿dónde lo puedo llevar? Desde ExpertoAnimal siempre fomentamos la tenencia responsable de animales. Tener un perro no es obligatorio, pero si se escoge convivir con uno, hay que garantizarle los cuidados necesarios durante toda su vida.

El problema surge cuando se produce un cambio en nuestras circunstancias vitales que afecta gravemente al compromiso adquirido con nuestro perro. En estos casos, ¿Dónde puedo llevar a mi perro? Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal y encontrarás distintas soluciones.

La tenencia responsable

Como hemos avanzado, cuando tomamos la decisión de sumar un perro a nuestro hogar, debemos ser conscientes de que nos comprometemos a ofrecerle los cuidados necesarios a lo largo de toda su vida. Compartir casa con un perro es una experiencia altamente gratificante, pero también supone cumplir con una serie de obligaciones y de responsabilidades que van más allá de los cuidados básicos.

Obligaciones

Con estos cuidados nos referimos a la alimentación, la asistencia veterinaria regular y de urgencias, de ser el caso, la higiene, también recogiendo las deposiciones en la vía pública, el ejercicio y el juego. Además, es importante la socialización y la educación, ambas imprescindibles para el bienestar del perro y una exitosa convivencia en el hogar y en el vecindario.

Tenemos que cumplir con las obligaciones que se nos marquen a nivel legal, como censar al perro en el ayuntamiento correspondiente, microchiparlo o contratar un seguro de responsabilidad civil. La esterilización para evitar la cría descontrolada y enfermedades como los tumores de mama es otra práctica más que recomendable. A todo esto nos referimos al hablar de tenencia responsable.

Como vemos, aunque tener un perro es muy gratificante, conlleva una serie de obligaciones que se prolongarán durante años. De ahí que sea tan importante que, antes de pensar en adoptar, reflexionemos en profundidad sobre nuestras condiciones de vida, horarios, posibilidades, capacidad económica, aficiones, etc. Todo ello nos permitirá valorar si estamos en el momento adecuado de incorporar un perro a la familia. Por supuesto, es imprescindible que todos los componentes del hogar estén de acuerdo y que ninguno padezca alergia a los perros.

Adopción

Es importante que busquemos un animal que se adapte a nuestras condiciones vitales. Por ejemplo, si no tenemos experiencia con perros será más recomendable adoptar un ejemplar adulto antes que un cachorro al que deberíamos educar desde cero. Igualmente, si disfrutamos de una vida sedentaria, no es buena idea decantarse por un perro muy activo.

Una vez tomada la decisión, la mejor opción es la adopción. Hay muchísimos perros de todas las edades y condiciones que pasan sus días esperando un hogar en protectoras y perreras. Sin duda, busca en estos centros a tu nuevo compañero y déjate aconsejar.

Pero, aun cuando la decisión de adoptar es meditada y se reúnen todas las condiciones necesarias, pueden surgir contratiempos repentinos que te lleven a no poder cuidar de tu perro, ya sea puntualmente o para siempre. En los siguientes apartados explicamos alternativas ante ambas opciones.

Guarderías para perros

En ocasiones, nuestras obligaciones o cualquier imprevisto nos obligan a tener que pasar muchas horas o incluso días fuera de casa. Un perro no es un gato que pueda quedarse unos días solo dejándole comida, agua y arena suficiente. Así, si nuestro problema es temporal o se limita a unas horas o días a la semana, puede solucionarse buscando una alternativa para el animal durante ese periodo.

Por ejemplo, existen las conocidas como guarderías para perros. Se trata de centros donde se puede dejar al canino durante unas horas. En ese tiempo están vigilados por profesionales y pueden interaccionar con otros perros. Hay diferentes precios y muchas ofrecen ofertas para los clientes habituales.

Otra opción es contratar a un paseador de perros que acuda a nuestro hogar en nuestra ausencia. En cualquier caso, siempre que optemos por acudir a servicios profesionales es importante que comprobemos las referencias para asegurarnos de que dejamos a nuestro perro en las mejores manos. Por supuesto, siempre está la opción de buscar algún familiar o amigo que pueda hacerse cargo del perro temporalmente, ya sea trasladándolo a su hogar o viniendo al nuestro.

¿Dónde puedo entregar a mi perro? protectoras vs. perreras

La tenencia responsable que mencionábamos al inicio del artículo pasa también por entender que el perro que entra en casa se convierte en un miembro más de la familia y como tal, desprenderse de él no se debería ni siquiera contemplarse como opción.

Solo en casos muy concretos como puede ser una enfermedad irreversible, podría pensarse en buscarle un nuevo hogar. La primera opción debería ser la de preguntar entre familiares y amigos de confianza si alguno puede hacerse cargo de nuestro perro. También podemos comentarlo con el veterinario, ya que conocerá a muchas personas amantes de los animales.

Protectoras

Pero, ¿y si no puedo cuidar a mi perro ya y no tengo a nadie a quien recurrir? En ese caso, las protectoras de animales son la mejor alternativa. En las protectoras cuidan a los animales hasta su adopción y muchas cuentan con casas de acogida en las que los perros pueden integrarse hasta encontrar otro hogar definitivo. Las protectoras no se preocupan solo de los cuidados básicos, sino que gestionan adopciones responsables con contrato, seguimiento, microchipado y esterilización, de forma que buscan asegurar que el perro esté siempre bien cuidado.

Pero hay que tener en cuenta que las protectoras están habitualmente saturadas. Esto quiere decir que no contemos, salvo milagro, con que va a aparecer una casa de la noche a la mañana. De hecho, es frecuente que comiencen a difundir nuestro caso mientras el perro continúa con nosotros.

Perreras

Al contrario que las protectoras, muchas perreras son solo «aparcamientos» en los que los perros permanecen los días que marca la ley antes de su sacrificio, no reciben la atención necesaria y se entregan a cualquier persona que los solicite sin ninguna garantía.

Por lo tanto, antes de entregar a nuestro perro hay que asegurarse muy bien de la forma de trabajar de cada centro. Debemos velar por su bienestar, aunque ya no podamos cuidarlo, sigue siendo responsabilidad y obligación nuestra.

Si deseas leer más artículos parecidos a No puedo cuidar a mi perro, ¿dónde lo puedo llevar?, te recomendamos que entres en nuestra sección de Cuidados extra.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: