El ojo de cereza en perros se conoce también con el nombre de encantis y se trata de un prolapso de la glándula lagrimal del tercer párpado. Es más frecuente que se produzca en perros de tamaño pequeño y puede ocurrir en uno o en los dos ojos.
En este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar con detalle cómo se origina esta afección y cuál es el tratamiento recomendado. Es conveniente recurrir a la cirugía y ponernos en manos de un veterinario especializado en oftalmología. Sigue leyendo para conocer toda la información sobre el ojo de cereza en perros y acude al veterinario para obtener un diagnóstico.
¿Qué es el ojo de cereza en perros y por qué se produce?
El tercer párpado o membrana nictitante es una estructura importante en el ojo del perro que no tenemos los humanos. Se localiza en el ángulo interno del ojo. Normalmente no es visible, pero, en determinadas circunstancias, se extiende, ocupando en mayor o menor proporción el ojo. Decimos entonces que se ha prolapsado. Suele suceder como reacción al dolor causado por alguna afección ocular. Algunos perros, en cambio, nacen con una porción de esta membrana visible. En estos casos no indica ni supone ningún problema más allá de la estética y, por lo tanto, no hay ninguna necesidad de intervenir.
Alrededor del cartílago del tercer párpado se localiza una glándula lagrimal que es la responsable de producir, aproximadamente, la mitad del total de las lágrimas del ojo. En la afección que nos ocupa, el ojo de cereza o encantis, existe una debilidad en la superficie interior del tercer párpado y esto es lo que lleva a que acabemos por visualizar la glándula lagrimal inflamada. Se trata de un defecto congénito más frecuente en razas como el cocker spaniel, el beagle, el boston terrier o el bulldog.
Ojo de cereza en perros: síntomas
El ojo de cereza es una afección bien visible. La debilidad producida en el tercer párpado permite que observemos una formación con aspecto de cereza en el margen interno del ojo, es decir, se observa que el perro tiene una bolita en el ojo carnosa. No es más que la glándula lagrimal del tercer párpado. Este prolapso es habitual que cause irritación en la superficie ocular, lo que acaba originando una conjuntivitis que no va a remitir. Esta produce enrojecimiento ocular y secreción.
Cómo quitar el ojo de cereza en perros: tratamiento
El encantis u ojo de cereza requiere de una intervención quirúrgica para solucionarse. Como la conjuntivitis suele asociarse a este problema, el veterinario puede prescribirnos gotas para el ojo de cereza en perros. Pero tenemos que tener claro que estas gotas no van a hacer desaparecer el bulto que vemos. Tan solo se recetan para controlar la conjuntivitis o durante el posoperatorio del ojo de cereza en los perros para evitar complicaciones. Igualmente, mientras no se solucione el encantis, la conjuntivitis no va a desaparecer. Así pues, si nos preguntamos cómo curar la carnosidad en los ojos de los perros, vemos que la respuesta es mediante cirugía.
Volviendo a la operación del ojo de cereza en perros, era habitual extirpar el tercer párpado o la glándula lagrimal. Pero, dada la importancia de esta glándula para la producción de lágrimas, este tipo de procedimientos van a tener como efecto secundario una disminución en esta producción. La consecuencia, en algunos casos, es la aparición de otro trastorno conocido con el nombre de ojo seco o queratoconjuntivitis seca. Para evitarlo, es posible utilizar otra técnica que, en lugar de extirpar el tercer párpado, lo que hace es recolocarlo, volviendo a situar en su sitio la glándula lagrimal. De esta forma, se corrige el defecto sin que la producción de lágrimas se vea afectada.
El precio de la operación del ojo de cereza en perros varía en función del profesional que escojamos, por eso es buena idea que comparemos varias opciones. Así, podemos encontrar precios medios de unos 130-200 euros por ojo. Las consultas y las medicaciones no suelen estar incluidas en este importe.
Ojo de cereza en perros: tratamiento casero
Es habitual que cuando escuchamos hablar de intervención quirúrgica para solucionar alguna patología de nuestro perro pensemos que va a resultarnos excesivamente caro. En ese punto es cuando más se buscan alternativas caseras al tratamiento. En este caso, por desgracia, no hay absolutamente ningún remedio que nos permita resolver el ojo de cereza sin pasar por el quirófano.
Dejar a un perro sin tratar no es opción, ya que estaría padeciendo conjuntivitis de forma recurrente. Por ello, por muchas limpiezas con suero o manzanilla que realicemos, el encantis no va a desaparecer. Tampoco sirve de nada que intentemos reintroducir la glándula por nuestra cuenta con masajes o presiones. La glándula volverá a salir si no se ha reparado quirúrgicamente y, además, podemos lastimar al perro.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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- Carlson y Giffin. (2002). Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.