Paniculitis en perros - Síntomas, causas y tratamiento

La paniculitis consiste en un proceso inflamatorio localizado a nivel del panículo adiposo, es decir, del tejido adiposo subcutáneo. En muchos casos, esta inflamación del panículo adiposo se produce por extensión de una inflamación a nivel de la dermis (dermatitis), en cuyo caso se habla de celulitis.

Si quieres saber más sobre la Dermatitis en perros, no dudes en leer este otro artículo que te recomendamos.

Las paniculitis se pueden clasificar atendiendo al tipo de infiltrado inflamatorio, la distribución de la lesión en el panículo adiposo y la etiología.

Tipos de paniculitis en función del infiltrado inflamatorio:

• Paniculitis piogramulomatosa: predominan los neutrófilos y macrófagos. Es la más frecuente.
• Paniculitis neutrofílica: predominan los neutrófilos.
• Paniculitis eosinofílica: predominan los eosinófilos.
• Paniculitis linfocítica: predominan los linfocitos.

Tipos de paniculitis en función de la distribución de la lesión en el panículo:

• Paniculitis lobular: la inflamación se localiza en los lóbulos del tejido adiposo.
• Paniculitis septal: la inflamación se localiza en el tejido conjuntivo interlobular.
• Paniculitis difusa: la inflamación afecta a ambos compartimentos (tanto los lóbulos como los septos). Es el tipo más frecuente en los perros.

Tipos de paniculitis según la etiología:

• Paniculitis infecciosas: producidas principalmente por bacterias y hongos. Puedes obtener más información sobre los Hongos en los perros en este otro artículo de ExpertoAnimal.
• Paniculitis no infecciosas: originadas por traumatismos, quemaduras, deficiencia de vitamina E, pancreatitis, enfermedades inmunomediadas, reacción a cuerpos extraños, a vacunas o a productos inyectables.
• Paniculitis estériles: son idiopáticas, es decir, de origen desconocido.

Las principales causas de paniculitis en perros son las siguientes:

• Agentes infecciosos: fundamentalmente bacterias (Staphylococcus pseudointermedius, micobacterias, Pseudomonas, Proteus) y hongos (Microsporum y Trichophyton)
• Traumatismos y quemaduras amplias: ocasionan un riego sanguíneo deficitario al tejido subcutáneo, lo que orina una isquemia focal.
• Enfermedades inmunomediadas: en estos casos, la paniculitis suele aparecer asociada a enfermedades vasculares inmunomediadas, como el lupus eritematoso sistémico.
• Pancreatitis: se produce como resultado de la necrosis por licuefacción del tejido subcutáneo. Descubre más sobre la Pancreatitis en perros en este otro post.
• Nutricional: por deficiencia de vitamina E, aunque esta causa suele ser más frecuente en gatos con dietas ricas en aceite de pescado. Aquí tienes más información sobre la Vitamina E para perros.
• Reacción a cuerpos extraños, vacunas o productos inyectables: aunque pueden ser causa de paniculitis en perros, suelen ser más frecuentes en los gatos.
• Idiopáticas: de etiología desconocida, como la paniculitis nodular estéril o la paniculitis podal estéril del Pastor Alemán.

Los signos clínicos que se pueden observar en perros con paniculitis son los siguientes:

• Presencia de uno o varios nódulos subcutáneos: pueden ser profundos y fluctuantes y dolorosos o indoloros. Los nódulos pueden ser firmes y estar bien circunscritos, o ser blandos y estar mal definidos. Con frecuencia, estos nódulos se ulceran y fistulizan al exterior, secretando un líquido graso y sanguinolento. Normalmente los nódulos se suelen encontrar el tronco del animal, aunque pueden aparecer en otras zonas como el abdomen, el pecho o la cabeza.
• Signos generales: como anorexia, letargo o depresión, especialmente en animales con lesiones múltiples. Si quieres saber más información sobre la Anorexia en perros: sus causas, diagnóstico y tratamiento, consulta este otro artículo de ExpertoAnimal que te recomendamos.

Para abordar el diagnóstico de paniculitis en perros se deben tener en cuenta otros diagnósticos diferenciales que pueden originar signos clínicos similares. Entre otros, se deben considerar como diagnósticos diferenciales las neoplasias subcutáneas, los abscesos, los quistes y los granulomas.

El diagnóstico de paniculitis se debe basar en los siguientes puntos:

• Exploración general: durante la exploración se podrán palpar nódulos subcutáneos profundos, con frecuencia ulcerados o fistulizados. Aunque se debe palpar toda la superficie del animal, es importante prestar especial atención a la zona del tronco, dado que los nódulos se suelen concentrar en esta zona.
• Analítica sanguínea (hemograma y perfil bioquímico): en caso de infección será habitual encontrar leucocitosis (incremento de glóbulos blancos) y en caso de pancreatitis encontraremos un incremento de la lipasa pancreática (PLI).
• Punción con Aguja Fina (PAF) para citología: dado que la paniculitis piogranulomatosa es la más frecuente en los perros, en las citologías se suelen observar vacuolas lipídicas junto con macrófagos que contienen gotas de grasa en su interior. Además, en caso de que se trate de una paniculitis séptica, podremos observar bacterias u hongos. No obstante, hay estudios que sugieren que las citologías pueden llevar al error diagnóstico de calificar estos nódulos como neoplasias, especialmente cuando se trata de nódulos firmes. Por ello es importante realizar una biopsia para alcanzar un diagnóstico definitivo y preciso.
• Biopsia: permite analizar el tejido mediante anatomía patológica y alcanzar el diagnóstico definitivo.
• Cultivo y antibiograma: en caso de paniculitis infecciosa, será importante realizar un cultivo in vitro para identificar el agente causal. Posteriormente se debe realizar un antibiograma a fin de determinar qué antibióticos resultan eficaces frente al agente etiológico de la paniculitis.

Te dejamos más información sobre los quistes en perros, en concreto, los Quistes interdigitales en perros y los Quistes ováricos en perras.

El tratamiento dependerá del tipo de paniculitis y del número de nódulos que presente el animal:

• Cirugía: la extirpación quirúrgica de los nódulos suele ser el tratamiento de elección cuando se trata de nódulos solitarios, ya que suele ofrecer buenos resultados.
• Tratamiento inmunosupresor: cuando el animal presenta múltiples nódulos, se suele optar por realizar un tratamiento con glucocorticoides a dosis inmunosupresoras, como la dexametasona o la prednisona. Los glucocorticoides se pueden administrar vía oral, tópica o intralesional. Algunos perros también pueden responder a otros fármacos inmunosupresores como la ciclosporina.
• Tratamiento antibiótico: en caso de paniculitis infecciosas, habrá que recurrir a tratamientos con antibacterianos o antimicóticos. A fin de evitar resistencias antibióticas, se debe instaurar una terapia antibiótica con un antibiótico eficaz frente al microorganismo causal de la paniculitis. Para ello, resulta imprescindible incluir un cultivo y un antibiograma como parte del protocolo diagnóstico.

La mayoría de los animales alcanzan una remisión prolongada o permanente del proceso inflamatorio. No obstante, en algunos casos las lesiones pueden reaparecer, siendo necesario una terapia a largo plazo con glucocorticoides.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

Si deseas leer más artículos parecidos a Paniculitis en perros - Síntomas, causas y tratamiento, te recomendamos que entres en nuestra sección de Problemas de la piel.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: