Paperas en perros - Causas, síntomas y tratamiento

Se denomina paperas a la inflamación de las glándulas salivales parótidas (parotiditis), que tienen forma de V y se localizan debajo de cada oreja de nuestro perro, en la base del cartílago auricular. Las glándulas salivales mayores caninas consisten en cuatro pares glandulares: parótidas, submandibulares, sublinguales y cigomáticas que controlan la producción de saliva; en el gato se añade un cuarto par, las glándulas molares. La saliva contiene una enzima denominada amilasa que descompone el almidón en glucosa para que sea aprovechada por el organismo, por lo que ahí comienza el proceso digestivo.

En cachorros, se denomina paperas del cachorro a la celulitis juvenil, también llamada pioderma juvenil o dermatitis granulomatosa estéril juvenil. Esta enfermedad afecta a perros de menos de cuatro meses y causa edema del hocico y región periocular, con pústulas que pasan a costras en la región del pabellón auricular que pueden afectar a la porción vertical del conducto auditivo volviéndose la zona engrosada y caliente al tacto con posible desarrollo de otitis. El cuadro progresará a alopecia, endurecimiento de la piel y posteriormente aparecerán erosiones y úlceras en el hocico y la barbilla. Se puede producir un aumento de los nódulos linfáticos mandibulares que pueden ulcerarse. La inflamación profunda (celulitis) puede lesionar los folículos pilosos dando lugar a cicatrices.

La patotiditis en perros puede ser debida a:

• Traumatismos como golpes con inoculación de cuerpos extraños que pueden inflamar e infectar la glándula.
• Secundaria a otros procesos como una faringitis o cálculos salivales atascados en el conducto parotídeo que produzcan catarro del mismo con inflamación de la glándula. Puede ser también como consecuencia de la enfermedad del moquillo canino.
• En ocasiones, esta patología está causada por una trasmisión del virus que produce paperas en los humanos debido al contacto estrecho con una persona con la enfermedad, es raro pero ha habido casos. Las personas son el reservorio del virus y se transmite mediante contacto directo por aerosoles, fómites u orina. Además, también se puede producir en gatos.

El virus causante de las paperas pertenece a la misma familia que la enfermedad conocida como moquillo canino, un Paramyxoviridae, pero a diferencia del género al que pertenece el moquillo, que es un Morbillivirus, el virus de las paperas pertenece al género Rubulavirus. Se trata de un virus ARN que se aísla en la saliva, líquido cefalorraquídeo, orina, encéfalo, sangre y otros tejidos.

El virus de la parotiditis tiene como primera localización las glándulas parótidas, causando una tumefacción dolorosa de las mismas con aumento de la zona dándoles el aspecto característico de las paperas. El perro afectado mostrará los siguientes signos clínicos:

• Inflamación de las parótidas más o menos manifiesta
• Enrojecimiento y/o pus en la glándula
• Endurecimiento de las glándulas por aumento del tejido conjuntivo
• Fiebre
• Dolor
• Anorexia
• Decaimiento
• Letargia
• Pérdida de peso

Dependiendo de la gravedad del proceso, se puede prolongar la inflamación a las glándulas submandibulares e incluso afectar al nervio facial, causando una parálisis facial. En caso de observar cualquier de los síntomas de paperas en perros, es fundamental acudir al veterinario.

La parotiditis leve puede confundirse sobre todo con inflamación del tejido conjuntivo inmediato o de los ganglios linfáticos subparotídeos, especialmente si también han sido afectados. Con la ecografía se puede diferenciar las paperas de otras patologías como adenitis, abscesos o cálculos en los conductos salivales.

El diagnóstico de esta enfermedad se basa principalmente en los antecedentes, es decir, se deberá completar una historia clínica del animal, cuándo inició el proceso, si ha tenido algún incidente que pudo causarla o si ha estado en contacto con alguien enfermo de paperas.

El siguiente paso será la palpación de la zona para determinar la gravedad de la inflamación, si se trata realmente de una inflamación de las parótidas o se trata de otro proceso, así como su propagación a lo los tejidos y nervios inmediatos.

Una vez se ha determinado que se trata de una afección en las glándulas parótidas, se deberán hacer análisis de sangre al perro:

• En el hemograma se verán los leucocitos totales normales o disminuidos con un aumento de los linfocitos.
• Si la determinación de la amilasa en suero está aumentada de 269-1462 U/l, se puede sospechar de patología de las glándulas salivales (parotiditis o cálculos glandulares), entre otros procesos como enfermedad pancreática, enfermedad renal oligúrica (poca producción de orina), trastornos intestinales o del hígado.

Se obtendrán muestras de saliva, exudado faríngeo o mucosa oral y se buscará el aislamiento del material genético del virus mediante PCR, o anticuerpos frente a otras infecciones.

No hay ningún medicamento específico disponible para las paperas en perros de origen vírico, el tratamiento de las paperas en perros será sintomático, es decir, para paliar los síntomas que produce la enfermedad, como:

• Antipiréticos y antiinflamatorios para bajar la fiebre y la inflamación.
• Fluidoterapia subcutánea o intravenosa si hay deshidratación por la anorexia.
• Nutrición con alimentos blandos, fáciles de ingerir y con abundante agua.

En caso de ser bacteriana, se aplican antibióticos y deben drenarse precozmente los abscesos en caso de que existan.

Pronóstico

En general, el pronóstico es bueno y en menos de dos semanas se suelen curar. Eso sí, es necesario acudir a un centro veterinario para que realicen el diagnóstico correcto a nuestro perro y le pauten el mejor tratamiento, pudiendo ayudarse de algún remedio casero, pero siempre como complemento y no como sustitución a la consulta veterinaria. Como prevención, si alguien de la familia tiene paperas, debe limitar el contacto también con sus perros o gatos debido al riesgo de transmisión a los mismos.

Algunos remedios que se podrían realizar para aliviar un poco a nuestro perro es aplicar paños refrigerados sobre la zona, con o sin sustancias con propiedades antiinflamatorias como la sábila del aloe vera o la manzanilla. Otro remedio que puede aliviar un poco el dolor y la inflamación por sus propiedades antiinflamatorias es una pasta con la raíz fresca de jengibre colocada directamente en la zona inflamada.

Aunque estos remedios pueden resultar excelentes complementos al tratamiento veterinario, insistimos, es muy importante acudir a un profesional para que diagnostique la enfermedad y la trate.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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