Parasitismo - Definición, tipos y ejemplos

Parasitismo - Definición, tipos y ejemplos

El parasitismo es una de las estrategias de vida más extendidas en el Reino Animal, siendo al menos un 20% de las especies animales parásitas de otros organismos. Existen taxones únicamente compuestos por seres parásitos, como por ejemplo los virus y los acantocéfalos (gusanos parásitos). Estos tipos de organismos viven a expensas de otros seres vivos, ya sea durante la totalidad de su vida o durante un corto periodo.

En este artículo de ExpertoAnimal aprenderemos la definición de parasitismo, los tipos y ejemplos que hay, además de entender qué ventajas y desventajas tiene este estilo de vida.

¿Qué es el parasitismo?

El parasitismo es un tipo de simbiosisen el cual existen dos organismos involucrados. Se crea una relación entre un organismo que se integra a otro organismo o medio externo. Por lo tanto, tenemos dos protagonistas:

  • Huésped: sale perjudicado, es decir, no obtiene ningún beneficio y además sufre daños derivados de la relación.
  • Parásito: encuentra en esta relación su modo de supervivencia.

Este tipo de relación se mantiene hasta que uno de los dos individuos (parásito o huésped) muere. Cada integrante pertenece a una especie distinta, por lo que el parásito necesita vivir en el huésped para así conseguir alimento, en muchas ocasiones material genético para la creación de sus propias proteínas y, además, encuentra en el huésped su hábitat, sin el cual no podría vivir.

Por todo esto, los parásitos son organismos que necesitan de una relación estrecha y continua con un huésped (de otra especie), que le aporte alimento, enzimas digestivas o materiales y le estimule a desarrollarse o reproducirse.

Es por ello que en muchas ocasiones escuchamos la expresión "eres un parásito" aplicada a los seres humanos, ya que hace referencia a conductas similares a las de este fenómeno donde las personas se interesan en otras solo para conseguir algo. Esta conducta se conoce como parasitismo social.

Descubre más sobre la Simbiosis: definición y ejemplos en este otro post que te recomendamos de ExpertoAnimal.

Tipos de parasitismo

Existen varias formas de clasificar a los parásitos, a continuación os mostramos las más conocidas o utilizadas según la taxonomía, la ubicación del parásito o la dependencia de este con su huésped, por ejemplo.

Clasificación según la taxonomía

Taxonómicamente, los parásitos son clasificados como fitoparásitos cuando parasitan a las plantas y zooparásitos cuando infectan a animales. En la parasitología, ciencia que estudia a los parásitos, sólo se trata a los zooparásitos.

Clasificación según el nivel de dependencia

Según el nivel de dependencia que puede llegar a tener el parásito con su huésped, podemos establecer la siguiente clasificación en:

  • Parásito facultativo: son aquellas especies de parásitos que son capaces de vivir a través de otra forma de vida además de la parasitaria.
  • Parásito obligado: son aquellos que no pueden vivir fuera del huésped, pues dependen totalmente de él para cualquier etapa del desarrollo.
  • Parásito accidental: son los parásitos que, por error, acaban en el interior de un animal el cual no es su huésped habitual y, a pesar de ello, consigue sobrevivir.
  • Parásito errático: los parásitos que viven en el interior de los animales suelen hacerlo en un órgano o tejido concretos. Un parásito que se encuentre en un órgano que no es el normal se le conoce como parásito errático.

Clasificación según la ubicación

Otra de las modalidades del parasitismo se debe al lugar que ocupa el parásito dentro del huésped que está ocupando. En este caso podemos hablar de:

  • Endoparásito: son los parásitos que necesitan vivir en el interior del huésped, como por ejemplo el corazón, los pulmones, el hígado o el tubo digestivo. Muchas veces esto sucede debido a que el huésped tiene anticuerpos que están relacionados con el parásito porque tiene otros numerosos micro parásitos en él.
  • Ectoparásito: viven sobre el huésped, nunca en el interior. El ejemplo más básico es cuando vemos que un animal ha puesto los huevos en un nido que no es el suyo, como puede ser la piel o el pelo.

Clasificación según el periodo de tiempo

Dependiendo del tiempo que pase el parásito parasitando al huésped en cuestión, nos podemos referir a:

  • Parásitos temporales: la fase de parasitación es temporal y sólo ocurre sobre la superficie del animal (huésped), nunca en su interior. El parásito se dedica a alimentarse del huésped, de su piel o sangre, por ejemplo.
  • Parásito periódico: el parásito necesita pasar una de las etapas de su vida (huevo, larva, juvenil o adulto) dentro del huésped, después vivirá de forma libre.
  • Parásito permanente: el parásito deberá pasar toda su vida en el interior o exterior del huésped si quiere sobrevivir.

Fruto de esta relación, muchas veces los parásitos y los huéspedes llevan a cabo la coevolución, es decir, alteran su comportamiento para conseguir su objetivo, que dependerá de si son los ocupantes de otro organismo o los ocupados. Las especies evolucionan y pierden o cambian sus funciones fisiológicas para seguir viviendo. Por otro lado, también habría que mencionar el hiperparasitismo, una relación que se da cuando un parásito vive a costa de otro parásito.

Ejemplos de parasitismo

Aunque existe una gran variedad de ejemplos de parasitismo, a continuación vamos a mostrar cuáles son los más comunes, entre los que también encontramos la zoonosis.

  • Las pulgas, garrapatas piojos y liendres: en este caso, los parásitos viven sobre el animal, en su pelaje, y no dentro de él. Si quieres saber más sobre los Tipos de pulgas y cómo identificarlas o el Ciclo de vida de los piojos y liendres, no dudes en echarle un vistazo a estos dos artículos de ExpertoAnimal.
  • Los hongos: muchas especies de hongos son parásitos que se ubican en las uñas, los pies o la piel de animales y personas.
  • Las termitas: comúnmente conocidas porque se encuentran en la madera y los árboles, estos insectos son temidos porque destruyen todo lo que se encuentran.
  • Las bacterias: se encuentran en el aparato digestivo de los organismos y se introducen en ellos a través de los alimentos y el agua, aunque también se encuentran en la tierra.
  • El muérdago: aunque no lo parezca, también existen plantas parasitarias y el muérdago es uno de los mejores ejemplos de ello, ya que se ubica en otras especies de Europa, África o América.
  • Las amebas: cuando hablamos de este ejemplo de parasitismo también hacemos referencia a los endoparásitos, ya que se encuentran en el intestino. Su alimentación se basa en el huésped, por lo que le pueden ocasionar desnutrición.
  • Los ácaros: con este ejemplo de parasitismo nos referimos a un ectoparásito, que acostumbran a alimentarse de células muertas o secreciones que encuentran en la piel. Quizás pueda interesarte este artículo sobre los Ácaros en gatos: síntomas, tratamiento y contagio.
  • Los protozoos: se trata de parásitos comúnmente conocidos en plantas y animales que pueden provocar la enfermedad de Chagas.
  • El gusano de Guinea: habitan las aguas de los ríos, por lo que consumirla puede ser perjudicial para nuestra salud.
  • Los virus: se trata de parásitos que habitan en plantas, animales y personas y se aprovechan de ellos. No son considerados seres vivos y se introducen en ellos a través del aparato respiratorio o digestivo.
  • Otros ejemplos de parasitismo: podemos encontrarnos con la relación entre las sanguijuelas y la sangre de sus huéspedes, que la necesitan para vivir, o las lombrices que invaden órganos de animales y humanos para quitar nutrientes.

Enfermedades parasitarias

Algunas de las enfermedades que produce el parasitismo son las siguientes:

  • La coccidiosis: es una enfermedad producida por un conjunto de parásitos protistas pertenecientes a la subclase Coccidiasina. Los coccidios son parásitos obligados intracelulares, por lo que necesitan de un huésped para vivir, además deben encontrarse no sólo en el interior del animal, sino dentro de sus células. Quizás te interese este artículo de sobre la Coccidiosis en perros: síntomas, tratamiento y contagio.
  • La equinocosis o hidatidosis: es otra enfermedad grave producida por la relación que se produce entre un parásito de la clase Cestoda y un mamífero, habitualmente ganado, mascotas o el propio ser humano. Los cestodos son endoparásitos del tubo digestivo como las tenias. Sus larvas pueden viajar a través de la sangre hacia otros órganos como el hígado, produciendo quistes hidatídicos.

Ventajas y desventajas del parasitismo

Como ya sabemos qué es el parasitismo y los tipos que existen, ahora vamos a ver cuáles son las posibles ventajas y desventajas de este proceso biológico.

Ventajas del parasitismo

En un principio, los animales que hoy conocemos como parásitos tuvieron un estilo de vida libre en el pasado. El hecho de que en un momento dado de la evolución estos animales adquirieran un estilo de vida parasitario, hace pensar que deberían obtener algún tipo de beneficio.

  • El hábitat: los animales tienen mecanismos para mantener la homeostasis dentro de su cuerpo, lo que les otorga la posibilidad de vivir en un medio que apenas tiene fluctuaciones.
  • La descendencia: por otro lado, tienen una forma fácil de distribuir su descendencia por amplias zonas rápidamente. Por ejemplo, si el parásito libera huevos a través de las heces de su huésped, se segura que su descendencia se desarrollará en otros lugares.
  • La alimentación: para un parásito la comida siempre está cerca y disponible, pues se alimenta del propio huésped o de parte del alimento que este ingiera.

Desventajas del parasitismo

No todo son ventajas para los animales de vida parásita, por ello, aquí vamos a mencionar algunas de las desventajas del parasitismo.

  • La lejanía de los congéneres: el hecho de vivir dentro de un cuerpo hace que los congéneres parásitos estén lejos, tanto en el espacio como en el tiempo, ya que vivirán en otros huéspedes, por lo que se deben encontrar estrategias para la reproducción sexual y así poder combinar el material genético.
  • El hábitat: aunque también es una ventaja, tal y como hemos mencionado anteriormente, el huésped puede morir, por lo que el hábitat no es para siempre.
  • La hostilidad de los huéspedes: por norma, los huéspedes no quieren ser parasitados, por lo que serán hostiles con los parásitos e intentarán deshacerse de ellos a toda costa, por ejemplo, a través del acicalamiento.

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Bibliografía
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  • Taylor, M. A., & Catchpole, J. (1994). coccidiosis of domestic ruminants. Applied Parasitology, 35(2), 73-86.