Pene de gato - Características, anatomía y enfermedades

Pene de gato - Características, anatomía y enfermedades

El pene del gato tiene ciertas peculiaridades, ya que presenta características diferenciales para cumplir su función en el ciclo reproductivo de esta especie. Repasaremos cómo se produce la monta en los gatos y aprenderemos también a distinguir cuándo un gato es macho y cuándo hembra, ya que, sobre todo en los más pequeños, no siempre es fácil determinarlo.

Por último, en este artículo de ExpertoAnimal repasaremos problemas de salud que afectan a este órgano y cómo detectarlos de forma pronta. En cualquier caso, será imprescindible acudir al veterinario.

¿Cómo es el pene del gato?

A simple vista no obtendremos demasiada información sobre el pene del gato, pues se encuentra en el interior del prepucio y no es habitual que lo veamos exteriorizado. Este órgano presenta una conformación particular y es que se caracteriza por poseer unas espículas, que serían como una especie de pinchos.

Estas espículas del gato se introducen a favor en el órgano genital de la hembra, pero su salida se realiza justo, podríamos decir, a contrapelo, lo que desencadena un estímulo en la gata.

Estas espículas no solo están presentes en el pene. Tanto si se trata de un macho como de una hembra la lengua del gato también presenta unas miniespículas linguales, que son las que le confieren esa textura áspera que notaremos si el gato nos lame. En este caso, las espículas ayudan al gato a asearse. Teniendo esto en cuenta podemos hacernos una idea de la sensación que experimentará una gata durante la cópula.

¿Cómo saber si un gato es macho o hembra?

Antes de continuar hablando del pene del gato conviene detenerse a explicar cómo podemos identificar el sexo de los gatitos, que son los que van a presentar más dificultades de determinación. Para visualizar el área genital debemos levantar, siempre con cuidado, la cola. Tanto machos como hembras van a presentar, justo bajo esta, un orificio que se corresponde con el ano.

Debajo de este, hacia el abdomen, podemos encontrar un línea que parecerá formar una I en la que el punto se corresponderá con el orificio anal. Este aspecto nos indica que estamos ante una hembra. Al contrario, si bajo el ano, a una mayor distancia, vemos un pequeño bulto que encima, en ocasiones, permite distinguir dos bultitos todavía de menor tamaño, estaremos delante de un macho. El dibujo que se forma en su zona genital se parecería a dos puntos.

En cualquier caso, si tenemos alguna duda podemos consultar con el veterinario. Es importante asegurar el sexo de los gatitos ya que las manifestaciones de su celo y su ciclo reproductivo van a ser diferentes, lo mismo que la intervención si nos decidimos por la esterilización de los gatos, tal y como se recomienda.

¿Cómo procrean los gatos?

El apareamiento de los gatos tendrá lugar en la etapa de fertilidad de la hembra. Las gatas son poliéstricas estacionales, lo que quiere decir que van a permanecer en celo siempre que haya la cantidad suficiente de luz solar. A efectos prácticos, van a poder reproducirse prácticamente durante todo el año.

Las gatas no tienen un manchado como las perras durante el celo, pero van a alterar su comportamiento, maullarán de manera insoportable, elevarán la pelvis e incluso orinarán en cualquier lugar. Además, emiten un olor que los gatos van a detectar, estimulando también su marcaje, intentos de fuga, nerviosismo, etc.

Si un gato y una gata consiguen aparearse, tras la monta, las espículas del pene, al retirarse, desencadenan un estímulo hormonal que es el máximo responsable de la ovulación de la gata, ya que estas tienen una ovulación inducida. Esto quiere decir que el óvulo sale y puede ser fecundado solo cuando se produce el estímulo adecuado. Esto explica por qué gritan los gatos en la cópula.

A mi gato se le sale el pito

Por último, en ocasiones es posible que observemos exteriorizado el pene del gato. Puede deberse a algún trastorno urinario, muy comunes en los gatos machos por la anatomía de su tracto urinario. En general, veremos que el gato se lame la zona y tiene dificultades y molestias a la hora de orinar. Además, el pene puede adquirir un color púrpura.

Si detectamos este tipo de síntomas debemos acudir rápidamente al veterinario, sobre todo si el gato no consigue orinar o lo hace en muy poca cantidad. Una infección de orina puede llegar a afectar a los riñones, provocando una insuficiencia renal que incluso puede resultar mortal.

El veterinario será el encargado de descubrir la causa y poner el tratamiento adecuado. En ocasiones estos trastornos pueden derivarse del estrés, por lo que, además de una dieta y fármacos, a veces la recuperación pasa por enriquecer el ambiente y aumentar la calidad de vida del gato.

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