Playas para perros en Cantabria

Se encuentra en Castro Urdiales y es una playa de pequeñas dimensiones. La arena es fina, pero hay bastantes piedras y rocas, también en el agua, por lo que conviene que vigiles las patas de tu perro para evitar que se lastime. Además, puede haber oleaje, aunque entre las rocas en ocasiones se forman pequeñas piscinas donde pueden refrescarse con más tranquilidad los perros. Por si acaso, no lo pierdas de vista si se introduce en el mar. Todos los perros tienen que llevar chip y su cartilla sanitaria al día. Se permite acceder, pasear y bañarlos sin correa durante todo el año. Hay servicio de limpieza y de papeleras.

También en Castro Urdiales, donde se permite el acceso, la circulación y el baño sin correa de los perros durante todo el año es en los márgenes de la ría, a partir del muelle de Oriñón, justo donde los pescadores dejan sus barcas. No suele ser posible tumbarse y es recomendable ir con calzado. Los perros podrían lastimarse las almohadillas. Es importante prevenirlo, pero si descubres alguna lesión, en este artículo te explicamos cómo curar heridas en las almohadillas de los perros. Como contrapartida, el agua está tranquila. Los perros deben estar microchipados y llevar la cartilla sanitaria al día. Hay servicio de limpieza y papeleras.

Es otra de las opciones para perros en Castro Urdiales. En este caso se trata de una cala formada por grava y cantos rodados, lo que no ayuda a tumbarse cómodamente ni a caminar sin calzado. Además, el oleaje puede ser considerable. Hay que ir con la cartilla sanitaria del perro al día y tiene que llevar puesto el microchip. Está permitido el acceso, el paseo y el baño sin correa en cualquier momento del año. Hay servicio de limpieza y papeleras.

Está en Suances y se trata de un pequeño espacio habilitado en un extremo de la playa urbana, en la desembocadura del río Saja, al que se puede acceder en cualquier momento del año, sin restricciones horarias. Por desgracia, no es un lugar muy recomendable. Hay poco oleaje, pero el agua está sucia y desprende mal olor. Basta decir que el lugar tiene la bandera negra. Encima es obligatorio que los perros estén atados, además de llevar su chip y su cartilla sanitaria actualizada. Otro inconveniente es que, cuando baja la marea, el mar desaparece y en su lugar queda un barrizal con una higiene cuestionable.

Esta playa semiurbana de San Vicente de la Barquera, en la Ría de Oyambre, es de pequeñas dimensiones y dispone de arena fina, mar en calma y poco viento, lo que la convierte en un lugar agradable para pasear, tomar el sol y bañarte con tu perro. Este debe ir con la cartilla sanitaria actualizada y el microchip. El inconveniente es que cuando baja la marea el perro puede lastimarse las almohadillas con las piedras, conchas e incluso anzuelos que quedan al descubierto. Si vamos en bajamar, una opción es ponerle calzado. Está abierta todo el año a cualquier hora y no suele haber aglomeraciones. Dispone de papeleras, duchas, fuente, zona de césped y aparcamiento.

En Somo han habilitado una pequeña zona de esta playa, de unos 250 metros de longitud, para que puedan entrar los perros. Está situada junto al muelle. Es de arena y aguas tranquilas, pero un inconveniente es que, si vas en bajamar, prácticamente no encontrarás agua. Mejor infórmate de los horarios de las mareas antes para no llevarte una sorpresa.

Los perros tienen que estar microchipados y llevar su cartilla sanitaria al día. No dispone de ningún servicio, excepto papeleras, por eso es recomendable que lleves contigo todo lo que vayas a necesitar, como comida, agua para ofrecerle con regularidad a tu compañero, sombrilla o protector solar para perros. Puedes acceder durante todo el año, sin restricciones horarias.

Se localiza en Soto de la Marina y se trata de una pequeña cala, de unos 100 metros de longitud, de arena fina rodeada por rocas y acantilados. El oleaje es moderado, pero cuando sube la marea apenas queda playa, por eso es más recomendable ir en bajamar. Es imprescindible que el perro lleve chip y la cartilla al día. Está abierta para que acudas a cualquier hora en cualquier mes del año, aunque en ocasiones se encuentran bastantes algas. Está rodeada por una zona verde desde la que se puede acceder al arenal. Hay servicio de limpieza y papeleras.

Esta espacio se encuentra en Loja y la zona para perros ocupa unos 400 metros de longitud en el extremo de la playa, después de la torreta del socorrista. Asegúrate de que estás en el sitio correcto, ya que, de lo contrario, podrían multarte. Es de arena fina y cuenta con papeleras para depositar los excrementos, bolsas para su recogida y duchas. Además, hay árboles donde podréis estar a la sombra y aguas cristalinas, aunque al bajar la marea quedan al descubierto rocas. Lo positivo es que se forman piscinas que gustan mucho a algunos perros.

Puede dejarse el coche cerca, aunque el camino no está en las mejores condiciones, pero hay que llegar andando hasta la playa como 1 km. Es obligatorio ir por el camino porque está prohibido atravesar la playa no habilitada para perros. En otras palabras, el acceso no resulta fácil. No se permite que los perros estén sueltos en ningún momento y deben tener chip y cartilla sanitaria al día. Es accesible durante la temporada de baño, es decir, en julio y en agosto, a cualquier hora.

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