Pododermatitis en aves - Causas, síntomas y tratamiento

Pododermatitis en aves - Causas, síntomas y tratamiento

La pododermatitis es una patología progresiva y crónica que afecta a la zona plantar de los pies de las aves. Inicialmente, comienza como una inflamación del tejido cutáneo, pero a medida que el proceso avanza, se pueden afectar estructuras más profundas (como articulaciones, tendones y huesos). Es un proceso de etiología multifactorial que generalmente se asocia a un manejo incorrecto de las aves. Por ello, la prevención de esta patología se centra en el mantenimiento de unas buenas condiciones ambientales y una nutrición adecuada.

Si quieres conocer más información sobre las causas de la pododermatitis en aves, sus síntomas y tratamiento no dudes en leer el siguiente artículo de ExpertoAnimal en el que hablamos sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de esta patología.

¿Qué es la pododermatitis en aves?

La pododermatitis es una patología progresiva y crónica que afecta a la zona plantar de los pies de las aves. Como consecuencia de una serie de factores predisponentes, se origina una lesión a nivel plantar que se infecta y progresivamente va afectando a tejidos más profundos.

Es un proceso típico de animales criados en cautividad, pudiendo presentarse en especies muy diversas, como aves de corral (pollos, pavos), aves rapaces, psitácidas (especialmente en amazonas, periquitos y cacatúas), canarios y pinzones.

Descubre más sobre las Aves rapaces o de rapiña: tipos, características, nombres y ejemplos o los Tipos de canarios y sus nombres en estos otros dos posts que te sugerimos.

Clasificación de la pododermatitis en aves

La pododermatitis en las aves se puede clasificar en 5 grados en función de la gravedad de las lesiones:

  • Grado I: hay un debilitamiento de la zona plantar, pero la barrera epitelial sigue intacta, por lo que no existe una infección asociada.
  • Grado II: se caracteriza por una inflamación acompañada de una infección localizada, que afecta a estructuras superficiales de la almohadilla plantar que están en contacto con el área debilitada.
  • Grado III: la inflamación e infección se extiende y se acompaña de hinchazón.
  • Grado IV: la infección afecta a estructuras vitales más profundas, pudiendo ocasionar tendinitis, sinovitis y/o osteomielitis.
  • Grado V: es la progresión del grado IV. Se caracteriza por la presencia de deformidades en el pie.

Causas de la pododermatitis en aves

La pododermatitis tiene una etiología multifactorial. Se trata de una patología que aparece como consecuencia de una combinación de factores predisponentes los cuales tienen un denominador común: el manejo incorrecto de las aves (desde su nutrición hasta las condiciones ambientales e higiénicas).

Los factores más relevantes que pueden desencadenar la aparición de pododermatitis plantar son:

  • Nutrición inadecuada: los déficits vitamínicos, especialmente de vitamina A y E, se correlacionan con una mayor predisposición a la aparición de pododermatitis.
  • Sobrepeso: la obesidad conlleva una sobrecarga de peso a nivel plantar, lo que puede originar mayor desgaste de la zona y un menor aporte sanguíneo de la zona por la presión que sufren los capilares sanguíneos.
  • Falta de ejercicio: la restricción del ejercicio físico en las aves conlleva que pasen demasiado tiempo posadas sobre las perchas, lo que favorece la erosión del epitelio plantar y la reducción del riego sanguíneo a la zona.
  • Mal cuidado de las uñas: las uñas extremadamente largas impiden que el ave se pose en una posición natural, lo que favorece la erosión del epitelio plantar en las zonas de mayor apoyo. En este artículo de ExpertoAnimal puedes consultar los Tipos de patas de aves.
  • Palos, perchas y posaderos inadecuados: un mal diseño de estos elementos provoca un apoyo incorrecto continuado del ave e impide que el peso se reparta homogéneamente sobre toda la superficie plantar. Esto conlleva que haya zonas que soportan más peso y que tienen más tendencia a traumatizarse y lesionarse. El tipo de material con el que están fabricadas las perchas también puede predisponer la aparición de pododermatitis.
  • Humedad: es un factor importante en las aves de corral. El acúmulo de deyecciones en un sustrato poco absorbente provoca que las almohadillas plantares estén siempre húmedas y, por tanto, sean más susceptibles de sufrir erosiones e infecciones.
  • Falta de higiene en el ambiente: cuando existe un déficit de higiene en el ambiente que rodea al animal (jaulas, perchas, posaderos, etc.), cualquier lesión a nivel plantar se puede colonizar por bacterias.

Estos factores predisponentes provocan la disminución de la perfusión sanguínea de la zona plantar y la aparición de una lesión inicial a nivel plantar. El epitelio plantar erosionado no es capaz de actuar como barrera protectora, lo que permite la entrada de bacterias patógenas a través de la piel (Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Pseudomonas, etc.) y la aparición de una infección asociada. Pese a que no es una enfermedad transmisible, es frecuente que los animales que conviven en la misma jaula y están sometidos al mismo ambiente sufran esta patología de forma simultánea.

Como hemos mencionado, la bacteria Escherichia coli puede originar la colibacilosis aviar, una enfermedad infecciosa. Para más información sobre la Colibacilosis aviar, sus síntomas diagnóstico y tratamiento en este post.

Síntomas de la pododermatitis en aves

Como norma general, la pododermatitis suele afectar a ambos pies. Los signos clínicos que podemos ver asociados a esta patología dependen de su grado de evolución:

  • Grado I: se puede observar hiperemia a nivel plantar, eritema (enrojecimiento), hiperqueratosis (formación de un callo), epitelio desgastado o una zona de isquemia temprana (apariencia pálida de la piel).
  • Grado II: se caracteriza por la presencia de ampollas, úlceras o heridas focales con o sin costra y zonas de necrosis isquémica del epitelio.
  • Grado III: aparece edema, bridas necróticas en las úlceras e inflamación del tejido subcutáneo adyacente a las úlceras.
  • Grado IV y V: se afectan tejidos más profundos, pudiéndose observar tendinitis, sinovitis y/u osteomielitis. Como complicaciones del proceso se puede producir anquilosis, septicemia y deformidades en el pie.

Diagnóstico de la pododermatitis en aves

Para abordar el diagnóstico de la pododermatitis se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Historia clínica y anamnesis: se debe recopilar información sobre la aparición y evolución de las lesiones. Además, se deben identificar los errores en el manejo que han podido originar la patología.
  • Exploración completa del ave: se deben explorar ambas extremidades, ya que generalmente las lesiones aparecen de forma bilateral (en ambos pies). Además, se debe prestar especial atención al peso y a la condición corporal, ya que pueden ser factores predisponentes de esta enfermedad.
  • Citología de la lesión: se puede observar la presencia de bacterias, hongos y células inflamatorias.
  • Cultivo microbiológico y antibiograma: serán necesarios en caso de infección para poder identificar el agente causal e instaurar una terapia antibiótica específica.
  • Radiografía de las extremidades: en caso de lesiones profundas, es importante realizar radiografías para evaluar si se ha afectado el hueso subyacente (osteomielitis).

Tratamiento de la pododermatitis en aves

Como hemos explicado, la pododermatitis es una patología progresiva y crónica. A medida que pasa el tiempo, la lesión va extendiéndose hacia tejidos más profundos, lo que empeora el pronóstico de la enfermedad. Por ello, es importante que una vez diagnosticada, se instaure un tratamiento de forma inmediata para así evitar que el proceso cronifique.

El tratamiento de la pododermatitis en aves depende de la gravedad y el grado de evolución. En los casos leves el tratamiento farmacológico será suficiente, mientras que en los casos graves será necesario combinar el tratamiento farmacológico y el quirúrgico. En líneas generales, los puntos más importantes del tratamiento de la pododermatitis son los siguientes:

  • Corrección de los errores de manejo: el primer paso para hacer frente a la enfermedad es determinar su causa y eliminarla. Para ello, es necesario identificar los errores en el manejo del ave, bien sean nutricionales, ambientales o higiénicos y modificarlos por unas buenas prácticas de manejo.
  • Tratamiento farmacológico: en fases iniciales en las que la epidermis está engrosada y endurecida, se suelen usar pomadas emolientes para hidratar la piel y facilitar la absorción de otros fármacos. Además , es recomendable emplear antisépticos como la clorhexidina para evitar que las bacterias colonicen la lesión. En caso de infección (es decir, a partir del grado II) será necesario instaurar una terapia antibiótica. En las fases iniciales de la infección bastará con administrar antibióticos vía tópica, mientras que en estadios más avanzados se deben administrar vía sistémica. La elección del antimicrobiano se debe hacer en función de la sensibilidad observada en el antibiograma.
  • Tratamiento quirúrgico: en fases avanzadas se debe realizar una limpieza quirúrgica, desbridar la herida y reavivar los bordes para favorecer la cicatrización. Cuando hay afección de tejidos profundos (tendinitis, sinovitis u osteomielitis) puede ser necesaria la amputación del miembro afectado.

Tanto el tratamiento farmacológico como el quirúrgico se debe complementar con vendajes acolchados para ablandar el apoyo de manera que se reduzca la presión ejercida sobre la herida. Además, como tratamiento adicional se puede emplear la laserterapia (láser de baja potencia) que potencia la regeneración, estimula la fibrinolisis y la microcirculación, favoreciendo así la resolución del proceso.

Prevención de la pododermatitis en aves

La prevención de la pododermatitis en las aves se basa fundamentalmente en un manejo correcto de:

  • Alimentación: debe ser adecuada a la especie de ave de que se trate, tanto en calidad como en cantidad. Se debe cuidar el aporte de vitaminas (especialmente vitamina A y E) y disminuir el porcentaje de grasa para evitar el sobrepeso.
  • Ejercicio físico diario: lo ideal es que las aves dispongan de instalaciones o voladeros que les permitan volar y ejercitarse continuamente. Cuando esto no sea posible, es importante que diariamente se les ofrezca la posibilidad de salir de su jaula para que puedan volar libremente. Esto ayudará a reducir el riesgo de obesidad y evitará que las aves pasen tiempos excesivamente prolongados sobre las perchas o posaderos.
  • Revisión rutinaria de las uñas y de la zona plantar de los pies: el correcto cuidado y recorte de las uñas, así como la revisión rutinaria de la zona plantar de los pies, ayudará a detectar las lesiones en estadios tempranos, lo que mejorará el pronóstico de la enfermedad.
  • Palos, perchas y posaderos adecuados: se deben evitar las perchas completamente lisas y regulares, ya que obligan a las aves a apoyar siempre la misma zona de la superficie plantar. Es recomendable emplear ramas irregulares, con diámetros, texturas y formas diferentes, que imiten a las ramas naturales. También es interesante que presenten cierta movilidad, ya que esto permite que fluctúe el punto de apoyo y favorece la perfusión sanguínea de la zona.
  • Evitar la humedad: en el caso de las aves de corral, es importante utilizar un sustrato absorbente que mantenga el suelo siempre seco. Los palos y las perchas también deben mantenerse siempre secos.
  • Limpieza del ambiente: es importante mantener un elevado nivel de higiene en las jaulas, perchas, palos y posaderos de las aves. Los materiales deben permitir una correcta limpieza y desinfección para evitar la aparición de focos infecciosos. El sustrato empleado en las aves de corral se debe sustituir con frecuencia para mantenerlo con un nivel de higiene adecuado.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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