¿Por qué es malo cortar la cola y las orejas a los perros?

Debemos resaltar que no nos estamos refiriendo amputaciones que deban realizarse por motivos médicos, como, por ejemplo, tumores en estas zonas. En este caso, la necesidad de realizar estas intervenciones debe determinarla un veterinario.

En este artículo nos referimos a cortar las orejas y el rabo de los perros únicamente por motivos estéticos, y, obviamente, esto no es necesario para la vida, ni para la salud, ni para el bienestar del animal.

En la muchos casos los propietarios prefieren a sus perros con el rabo y las orejas cortados porque se han acostumbrado a ver ejemplares de determinadas razas así, de hecho, aún hoy se les hace "raro" a muchos ver a un dóberman con las orejas caídas y el rabo largo.

A otros les gusta más porque así que aparentan ser "más peligrosos", porque recuerdan a perros de pelea, ya que a los perros de pelea se les solía cortar las orejas y el rabo para que no pudieran ser fácilmente agarrados por las mandíbulas de su contrincante.

En cualquier caso, las peleas de perros, además de ser algo cruel, son ilegales en la mayoría de los países civilizados.

Aunque se ha comentado desde algunos sectores que para algunos perros de caza la amputación del rabo es beneficiosa para su trabajo y su salud, porque facilitaría su entrada en madrigueras y evitaría que se enredasen en zarzas, este es un argumento discutible.

Además, la mayoría de perros que suelen verse con el rabo cortado pertenecen a razas que no se utilizan para la caza, como por ejemplo los bóxer, los american staffordshire terrier o los dóberman, con lo que esta afirmación se antoja, al menos en estos casos, carente de fundamento.

Algunas personas dicen que si se corta el rabo al perro a una edad muy temprana, es decir, de recién nacidos, los animales no muestran dolor, esto no es cierto en absoluto.

En el caso del corte de orejas, que suele realizarse en animales más crecidos en los que no cabe duda de su capacidad para sentir dolor, no hay que olvidar que, aunque se utilice anestesia y analgésicos, la supresión del dolor que se logra en la operación, y sobre todo, en el post-operatorio no es absoluta, ni mucho menos.

Imagen: youtube.com

Como cualquier intervención quirúrgica en la que se utilice anestesia, existen ciertos riesgos asociados a la misma, que pueden incluso traducirse en la muerte del animal. Aunque esto es infrecuente, no es en absoluto imposible que se produzca, con lo que no parece muy positivo llevar a cabo estas operaciones cuando la única finalidad es la estética.

Además, se utilice o no anestesia, existe un riesgo de que se infecte la herida, con consecuencias que pueden ser más o menos graves. Por otra parte, no es la única complicación posible, ya que pueden saltarse puntos, con lo que tal vez sea posible tener sedar otra vez al animal para solucionarlo, puede haber errores que hagan que el resultado no sea el deseado con lo que se debería intervenir otra vez, etc.

En muchos países están prohibidas las mutilaciones cuya única finalidad es la estética, lo que incluye cortar las orejas y el rabo a los perros. En España, hasta hace poco era ilegal en muchas comunidades autónomas (como, por ejemplo, la Comunidad Valenciana) pero había otras en las que no.

Más recientemente se ha ratificado por el Congreso el convenio europeo sobre la protección de animales de compañía, que prohíbe este tipo de intervenciones, con lo que actualmente cortar las orejas y la cola a los perros con fines estéticos es ilegal en toda España.

A pesar de que con lo referido anteriormente podría ser suficiente para hacer desistir a muchos de realizar este tipo de operaciones, hay que recordar que, en primer lugar, cuesta dinero, y, en segundo, sobre todo en el corte de orejas y en el corte de rabo si se realiza de adultos, lleva asociado un tiempo nada desdeñable en llevar al animal a que se le realice la intervención, a que le quiten los puntos, y en limpiar y curar las heridas...

Tiempo que, por otra parte, podría ser utilizado en algo más positivo como jugar con el animal, o pasear con él por ejemplo.

La cola y las orejas son parte fundamental del lenguaje canino, por ello, cortarlas puede perjudicar gravemente la socialización y la relación de un perro con otros animales, pudiendo provocar malas interpretaciones que deriven en agresividad.

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