¿Por qué las gallinas se comen sus huevos?

La ingesta de huevos en las gallinas no es un comportamiento anormal y, de hecho, no es dañino para su salud. No obstante, cuando ocurre, debemos saber que algo no marcha bien. Debemos prestar atención a posibles problemas de salud, de estrés y de comportamiento, así que será vital dedicar más tiempo a mejorar las condiciones de vida que estamos ofreciendo a las gallinas. Así mismo, es una conducta que puede generalizarse en otros individuos, por lo que en ningún caso debe ser ignorada.

Podemos advertir este comportamiento ante la ausencia de huevos o la disminución de la puesta. También es posible observar restos de huevo en el pico o en las plumas de alguna de las gallinas. No es tan frecuente encontrar residuos en los nidos, pues cuando las gallinas se comen sus huevos los ingieren por completo, incluyendo la cáscara.

En la mayoría de los casos las gallinas adquieren este hábito de forma accidental, especialmente cuando se rompe algún huevo de forma fortuita. Debemos saber que el consumo de huevos les ayuda a aumentar sus niveles de calcio, grasa y proteína, por lo que no es extraño que sigan haciéndolo si padecen problemas de alimentación, llegando incluso a ingerir otros huevos que no sean suyos.

No obstante, ¿por qué las gallinas se comen sus huevos? ¿Qué motiva esta conducta? En el siguiente apartado repasaremos las causas más frecuentes:

¿Quieres saber cómo evitar que las gallinas se coman sus propios huevos? Si bien existen sistemas que ayudan a evitar este comportamiento de manera forzada, como podría ser el uso de ponederos, debemos saber que este método no ayuda a resolver directamente la causa del problema, así mismo, puede provocar mayores niveles de estrés y ansiedad, que afectarán directamente a la calidad de vida de las gallinas y a la calidad de sus huevos.

Por tanto, la mejor forma de evitar que las gallinas se coman sus huevos es identificar el problema que está provocando este comportamiento y actuar sobre el mismo. A continuación te mostramos los 3 motivos principales que explican por qué las gallinas se comen sus huevos:

1. Enfermedades

Existen diversas enfermedades de las aves de corral que pueden afectar a nuestras gallinas, tales como la bronquitis o la presencia de parásitos, internos y externos, como puede ser el ácaro rojo. Por ello, si además de observar que tus gallinas ingieren sus propios huevos también detectas síntomas anormales, te aconsejamos consultar con un veterinario especializado, que te ayudará a descartar la presencia de enfermedades y te asesorará para que puedas hallar la causa del problema.

2. Problemas nutricionales y falta de agua

Otra de las razones que explican por qué las gallinas se comen sus huevos son las deficiencias nutricionales. Cuando su alimentación no está correctamente equilibrada y presencia la ausencia de ciertos nutrientes esenciales para su correcto desarrollo y/o mantenimiento es muy probable que empiecen a manifestar problemas de comportamiento relacionados con la alimentación, en este caso con el consumo de sus propios huevos.

Como hemos comentado anteriormente, los huevos son una fuente excelente de grasas, proteína y calcio, por lo que conviene revisar que los aportes y los suplementos estén correctamente administrados. Una vez más aconsejamos buscar orientación profesional en un veterinario especializado, especialmente cuando nos encontramos en el proceso de reproducción de las gallinas.

Por otro lado, el consumo de agua es tan importante y necesario como lo es el aporte de una dieta correctamente balanceada. Una gallina deshidratada puede recurrir al consumo de huevos para ingerir los líquidos que su organismo requiere. Si bien esto puede suceder en cualquier época del año, es más común en verano. No debemos olvidar la importancia de ofrecer agua fresca y renovada a nuestras gallinas.

3. Estrés y ansiedad

Junto a la aparición de patologías y deficiencias nutricionales, el estrés es el tercer factor de riesgo que puede explicar por qué las gallinas se comen sus propios huevos. El hacinamiento, es decir, la acumulación de individuos en un espacio extremadamente reducido, es uno de los principales problemas que lo motivan, común en granjas de gallinas. También pueden serlo los nidos deficientes. En estas ocasiones podemos observar el consumo de los huevos entre muchos otros comportamientos anormales.

Otro motivo que puede explicar el desarrollo de estrés es la mala iluminación, que es verdaderamente importante para las gallinas. En las granjas de cría intensiva se suele estimular el desarrollo mediante técnicas relacionadas que, desafortunadamente, acaban impactando de forma negativa en el bienestar de estos individuos, propiciando la aparición de grandes niveles de estrés.

Al igual que en otros animales, el estrés desencadena comportamientos anormales en las gallinas, que incluye el picaje entre individuos (se arrancan plumas entre sí o a una misma), la aparición de estereotipias (movimientos repetitivos y sin un fin aparente), etc. En estos casos es esencial prestar atención al enriquecimiento, al bienestar, al espacio en el que residen los individuos y a la etología propia de la especie, entre otros.

Ahora que ya conoces las principales razones que explican este comportamiento, es hora de ofrecerte las posibles soluciones que puedes aplicar:

1. Ofrece una dieta balanceada de calidad

La alimentación es crucial para mantener a tus gallinas sanas. Debes ofrecerles una dieta que contenga los aportes necesarios de proteínas, vitaminas, minerales, grasas buenas y calcio. Debemos saber que las gallinas tienen tendencia a padecer deficiencia de calcio, especialmente en las gallinas ponedoras, lo que afecta directamente a su salud y a la cáscara de los huevos, que se torna más débil y quebradiza.

Por ello, resulta fundamental ofrecer a las gallinas una alimentación completa y perfectamente adaptada a sus necesidades y etapa vital. Si sospechas que este es tu caso consulta con un veterinario para confirmar el diagnóstico y consultar la opción de ofrecer suplementos.

2. Mejora el bienestar de los individuos

La distribución y organización del gallinero es fundamental para mantener a tus gallinas felices, por lo que debes tener en cuenta el espacio del que dispones a la hora de adoptar algunas de estas aves.

Los nidos de las jaulas deben colocarse a cierta distancia del suelo, así como contar con un relleno adecuado, mullido, abundante y cómodo. Lo ideal es ofrecer un espacio mínimo de 600 cm2 por ave, fomentar la conducta de forrajeo con perchas para posarse y el acceso libre a una área exterior con vegetación durante el día. ^[1]

Además, conviene que la iluminación sea escasa, por lo que no se recomienda colocar bombillas, mucho menos tenerlas encendidas todo el día. Con esto no solo contribuirás a que los nidos tengan penumbra, sino que también evitarás que la temperatura aumente con los rayos de sol.

Recuerda también que las gallinas son muy sensibles a los ruidos fuertes o a los movimientos bruscos, así que debes instalar los nidos y los espacios lejos de cualquier estímulo que pueda causar estrés o ansiedad.

3. Retira los huevos con frecuencia

Una forma de evitar que las gallinas se coman sus huevos es minimizando las posibilidades de que lo hagan, es decir, retirándolos con frecuencia. Se recomienda realizar esta rutina dos veces al día, pasadas las 10 de la mañana y al finalizar la tarde.

4. Ofrece una adecuada medicina preventiva

Al margen de consultar con un veterinario para descartar la presencia de patologías y problemas de salud diversos que puedan estar provocando esta conducta, ofrecer un seguimiento veterinario de calidad a todos los individuos de forma regular es fundamental para prevenir y detectar cualquier problema de salud. No olvides nunca la importancia de contar con el asesoramiento de un profesional.

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