¿Por qué los gatos maúllan?

¿Por qué los gatos maúllan?

Si convivimos con gatos enseguida nos acostumbraremos a su característico maullido y nos daremos cuenta de que emiten sonidos muy diferentes según lo que pretendan conseguir. Es importante aprender a reconocerlos e interpretarlos, tanto para una buena comunicación entre tutor y felino como para advertir cualquier problema o necesidad de forma pronta.

En este artículo de ExpertoAnimal vamos a explicar por qué los gatos maúllan, de forma que podamos mejorar nuestro entendimiento y comunicación con ellos. Repasaremos los tipos de maullidos que podremos escuchar y sus significados y en qué casos el sonido nos está indicando que se hace necesaria una visita al veterinario.

¿Cuándo empiezan a maullar los gatos?

Los maullidos del gato forman parte de su sistema de comunicación, así que la intención comunicativa nos explica por qué los gatos maúllan y justifica que comiencen a hacerlo desde bien pequeños. A qué edad empiezan a maullar los gatos se sitúa ya en las primeras semanas de vida, antes de las 3-4. Los pequeños maúllan cuando se ven solos o sienten frío o hambre. Los maullidos, en este caso, son muy agudos y cortos. Al crecer, notaremos que se van modificando hasta asemejarse a un sonido más parecido al de los gatos adultos.

¿Por qué maúllan los gatos?

El porqué los gatos maúllan radica en la comunicación de los gatos. Así, los maullidos se unen a otros sonidos, como bufidos, gruñidos o lloros, y movimientos corporales que completan la comunicación del gato y le permiten relacionarse con sus congéneres, otros animales y los seres humanos. Además, aunque para nosotros resulte imperceptible, los gatos despliegan una comunicación a través del olfato y de la emisión de feromonas.

Como cualquier otro lenguaje, los maullidos van a poder ser de muy diferentes tipos, dependiendo de lo que nos quiera decir el gato. Eso sí, podemos encontrarnos con gatos muy habladores, mientras que de otros raramente oiremos un maullido. Es este último caso tendremos que fijarnos en otras formas de comunicación para poder entendernos con él, por ejemplo en el lenguaje corporal de los gatos.

Nunca hay que ignorar un maullido ni reñir al gato que maúlla, ya que lo único que intenta es hablar con nosotros. Buena parte de las características actuales del maullido gatuno se han desarrollado gracias a la relación entre gatos y humanos establecida por la domesticación, pues es más infrecuente que los gatos se comuniquen entre ellos maullando. Por qué los gatos maúllan como bebés, con sonidos agudos, puede relacionarse con el impacto que produce la voz del bebé en las personas, programadas para cuidarlos. El maullido nos hace receptivos a atender rápido las necesidades del gato, del mismo modo que si fuese un bebé humano llorando.

Tipos de maullidos de gatos

En función de la necesidad de ese momento, así será el significado de los maullidos de gatos, que es lo que justifica por qué el gato maúlla de una manera concreta. Los sonidos de los gatos más comunes son:

  • Llamada: un maullido claro y alto, dirigiéndose a nosotros si pueden vernos, podríamos decir que es una llamada genérica. El gato quiere algo y reclama nuestra atención para, en cuanto la tenga, darnos más información sobre lo que precisa. Este tipo de maullido también se emite cuando el gato no nos ve y nos llama, tal y como hacen los gatitos que pierden de vista a su madre.
  • Celo: una gata en celo va a maullar de forma persistente, en un tono agudo y muy alto. El porqué las gatas maúllan cuando están en celo se explica como un reclamo para todos los gatos machos de los alrededores. Este período fértil se acompaña de frotamientos, elevación de la pelvis, aumento en la eliminación de orina, etc.
  • Hambre: solemos alimentar a los gatos ad libitum, por lo que no deberían pasar hambre, pero, si olvidamos rellenarle el comedero o desea una comida concreta, como una latita o algún alimento que estemos comiendo nosotros, no es raro que se acerque maullando con fuerza mientras nos mira fijamente. Esto puede hacerlo al lado de su comedero, en el lugar donde come o junto a la comida que le interesa.
  • Estrés: los gatos son muy sensibles a los cambios en su entorno y una forma de manifestarlo son los maullidos. Si nuestro gato comienza repentinamente a maullar más de lo normal puede deberse a la presentación de algún cambio que ha alterado su rutina. Suele ser un maullido grave y fuerte. El aburrimiento y la soledad también pueden ser una causa de estrés. Para evitar estresar al gato debemos introducir cualquier cambio de manera paulatina y mantenerlo en un ambiente enriquecido donde pueda desarrollarse en plenitud.
  • Cariño: un maullido armonioso, normalmente acompañado de frotamientos de los laterales de la cara contra nuestro cuerpo y ronroneos, pitidos e incluso amasamiento con las patas, lametones o pequeños mordiscos forma parte del saludo cariñoso que puede dedicarnos nuestro gato, feliz de encontrarnos.
  • Malestar: algunos gatos pueden maullar cuando sienten algún dolor o molestia. Si sospechamos que es el caso del nuestro es buena idea que lo revisemos y que exploremos su entorno para detectar algún problema. Hay que tener en cuenta que muchos gatos enfermos no maúllan para avisar, sino que se esconden, permanecen apáticos o dejan de comer. Es decir, no debemos esperar a que maúlle para llevarlo al veterinario.
  • Pelea: por último, el gato puede maullar casi gritando si se encuentra a la defensiva y cercano a atacar a otro gato o animal. En esos casos le acompañará el erizamiento del pelo, las orejas plegadas, la boca abierta, la cola elevada, así como bufidos. Debemos sacarlo de esa situación con calma para evitar daños.

¿Por qué mi gato maúlla raro?

Ahora bien, visto por qué nuestro gato maúlla, ¿por qué un gato no maúlla bien? Si no somos capaces de descubrir qué es lo que le sucede o notamos cambios en los maullidos habituales que hasta entonces emitía, debemos acudir al veterinario. Si apreciamos que el gato maúlla ronco puede estar sufriendo una enfermedad respiratoria, como la rinotraqueítis, que va a provocar inflamación de vías respiratorias, secreción nasal y ocular, pérdida de apetito, etc.

También es posible que el gato deje de maullar por completo tanto por causas físicas como por problemas relacionados con el estrés. El veterinario debe descartar primero una enfermedad. Si se trata de una alteración conductual, tendremos que ponernos en contacto con un etólogo o especialista en comportamiento felino.

¿Cómo hacer que mi gato no maúlle por la noche?

Como forma de comunicación, la única solución para que los maullidos cesen es atendiendo la petición que recogen, es decir, hay que averiguar por qué el gato maúlla. Cuando los maullidos se intensifican durante la noche pueden estar indicándonos que se encuentra atravesando el período de celo. La solución en este caso pasaría por inhibirlo y la forma de hacerlo que se recomienda en la actualidad es la esterilización o castración, que consiste en la extirpación del útero y de los ovarios en las hembras y de los testículos en los machos.

Antes de meternos en la cama tenemos que asegurarnos de que el arenero está limpio, hay agua y comida, el gato no se ha quedado encerrado en ningún sitio y, en definitiva, dispone de todas sus comodidades para que no nos las tenga que pedir durante la noche. De lo contrario, es muy probable que el gato nos despierte en la madrugada. Mantenerlo entretenido durante el día y ofrecerle un ambiente enriquecido en el que pueda descargar su energía son opciones a tener en cuenta para evitar un exceso de actividad nocturna.

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Bibliografía
  • Morris, Desmond. 1994. Observe a su gato. Barcelona. Plaza & Janés Editores.